¿Amas al dulce diablo?

Parte 7

Lo único bueno que Jiang Cheng todavía tenía el poder de hacer era controlar el tiempo. No fue de la manera más grandiosa, pero le permitió leer montones de novelas románticas, guías de citas y otras cosas sobre el romance en el lapso de un par de horas. Si bien todas las cosas cursis que leyó que eran tan enfermizas que le dieron ganas de vomitar, lo que realmente se le quedó grabado fueron los hechos que eran cruelmente honestos.
Y todo lo que le dijo a Jiang Cheng fue ... oh, mierda, está enamorado . Con un humano. Él, como ex humano ... ama a un humano. La conclusión fue aterradora, porque no era un humano . Además, su reunión estuvo lejos de ser la mejor de la historia. En cualquier escenario realista, ¿ quién en su sano juicio se enamora de alguien que había querido matarlos intencionalmente? Claro, Jiang Cheng fue quien comenzó mal la reunión, pero luego fue él quien se envolvió alrededor del dedo del humano como si no fuera asunto de nadie. Pero toda esta investigación trajo paz interior al desorden de emociones de Jiang Cheng.

Él al menos ... se dio cuenta de que realmente estaba enamorado de Lan Wangji. Por alguna extraña razón ... estaba enamorado del humano.
Se pregunta qué siente el humano por él. Para follarlo voluntariamente en las sábanas todas las noches, abrácelo cerca ya que están tan enredados que es difícil distinguir uno del otro. Besarlo como si fuera una segunda naturaleza hacer algo así, y enseñarle los caminos del mundo humano ...

Jiang Cheng solo desea que no lo estén arrastrando por algo que conduciría a un extraño malentendido. De lo contrario, podría estar tan enojado que matará al humano de verdad. O ... quizás tenga el corazón demasiado roto para hacer algo así.

Con un encogimiento de hombros, Jiang Cheng sale de la biblioteca, estirándose con una sonrisa. Ya era hora de que Lan Wangji terminara con la clase del día. Jiang Cheng se ríe mientras camina por la calle, sin importarle los ojos que aterrizan en su disfraz humano.

... Si bien podría haber sido extraño ver a un hombre adulto como él caminando por la calle con una sudadera de gran tamaño, pantalones cortos rotos, medias de red, zapatillas altas y una gargantilla, a Jiang Cheng le gustaría tener un sentido del estilo si tuviera que mezclarse con el humanos. Pero tenía mucha curiosidad por saber si Lan Wangji apreciaría esta forma.
La emoción zumba por todo su cuerpo, y en su vertiginosa anticipación, casi se le sale la cola. Con una risita, Jiang Cheng continúa caminando por la calle hacia donde estaba la “universidad” de Lan Wangji.