-¿Me buscabas baby?- me preguntó con voz seductora.
¡¿Quien se ha creido que es para hacer algo así?!
- Atí nunca, neandertal.
- Ostia, Angelica que mal tienes la voz, menos mal que sigues estando igual de buena.- me contestó mientras me agarraba de la cintura y me pegaba a el.
Iugh.
- Mmm... Eso será porque no soy Angelica, ¿no crees?- le dije mientras me apartaba de el guardandome las ganas de cruzarle la cara.
- ¿Que?- dijo desconcertado, su pockerface era épica, lástima que no tuviera una camara....
- Soy Abie, gilipollas, déjame salir, no quiero NADA contigo.- dije recalcando el 'nada'.
- Anda la ostia, no te había reconocido.-
- Claro, como somos tan iguales...- le contesté mientrasle miraba con asco, ¿como no puede mirarle la cara a alguien con quien estaba dispuesto a acostarse? Repugnante.
- Bueno, teneis el mismo pelo, los mismos ojos, y de lejos de cara sois iguales, además, las dos teneis el mismo precioso trasero.- contestó sonriendo pervertidamente.
NO.HABÍA.DICHO.ESO.
Le mataré, prometo que algun día lo haré, no quiero ir tan joven a la cárcel, comprendanme.
- Vuelve a decir algo como eso, pedazo de pervertido, y te dejaré sin día del padre, ¿entiendes?- dije mientras le miraba desafiante y con ira. Si las miradas matasen, el ya estaría bajo tierra.
En cuanto dije eso John, como gran macho que es, se cogió sus partes íntimas, y se marchó corriendo del armario.
-¡NENAZA!- le grite mientras me partía de risa.
……………………………………………………
Cuando por fin me había librado de John-tocapelotas-Murray decidí salir al patio para ver si había alguna pista de que ha pasado y de quien había sido.
Mientras caminaba noté que algo se movía detrás de mí. Me gire, y no encontré a nadie.
- ¿Hola? ¿Hay alguien ahí?- pregunté no muy alto, pues se supone que estoy en clase.
Silencio, un profundo silencio muy extraño en mi istituto. Un extraño silencio en Nueva York.
En fin, serán imaginaciones mías, asique seguí caminando acercándose a la parte donde se producio el incidente.
Cuando llegué me tuve que esconder detrás del contenedor de la cafetería. El lugar estaba lleno de profesores y policías, además de unos cuantos medicos con todo su extraño equipo. Comprendí porque estaban allí los medicos cuando noté unas cuantas manchas de sangre en el suelo y en la pared, las cuales formaban un camino que desaparecía al metro de distancia. Pero claro, la gente era tan estúpida que no se daban cuenta de eso.
Cuando intentaba moverme más cerca de la multitud, me interrupieron. Y era, nada más y nada menos, que el jodida conserje, el cual me odia. Estoy muerta.
- Con que escapandote de clase ¿no Abie? Eso esta muy mal eh...- me dijo con una sonrisa de superioridad. No le duraría mucho.
- Oh venga ya, déjame un rato en paz que hace mucho que no nos jodiamos, tengamos la fiesta en paz porque sabes que tu sales perdiendo.
- Mira niña, tú ami me respetas y te callas, ami no me repliques.
- ¿Sabes que te digo?-
- Haber ¿que?-
- Que-te-jo-dan.- le dije dejando claro todas las palabras, para que esa cabeza hueca no le quedará ninguna duda.
- Se acabo, la has jodido hasta el fondo pequeña.
- No me llames pequeña pedazo de gilipollas.
- Al despacho del director, se acabo niña.- me dijo mientras me arrastraba hasta el despacho.
- Te odio gilipollas.- le dije mientras intentaba soltarme de su agarre.
- Que te calles niñata.- me dijo mientras me cojía más fuerte.
Mierda, se acabo, estabamos delante de la puerta del director, se acabo lo que se daba. En fin, me intentaré algo.
…………………………………………………
Y aquí estaba yo, esperando en una incómoda silla a que el señor director, o Rudolf, como prefirais llamarlo, se decida a salir de una vez.
Había pensado en escaparme, pero para que engañarnos, estaba sola en una sala cerrada con llave. Y sólo una puerta me separaba del reno de nariz roja a quien llamábamos director.
Y de depende alguien entro por la puerta.
- ¿Que haces aquí?- me pregunto sorprendido.
- Eso mismo tendría que preguntar yo J.- Le recrimine, no tenía ganas de hablar con él, sólo quería saber que había pasado.
- Me pillaron fuera de clase, en los pasillos.
- Que bien.- le contesté cortante, para que se diera cuenta de que no quería hablar.
- Borde.
- Callate James, no estoy de humor.
- Se nota.- contestó mientras se sentaba a mi lado.
Y lo ignore.
Me metí en mis pensamientos, planeando una muerte lenta y dolorosa para Derek. No hacía caso a nada hasta que oí la voz de mi hermano mayor dentro del despacho.
¿¡Qué coño hacía mi hermano aquí!?
Y como soy tan curiosa, me acerqué a la puerta para oír mejor. Y lo que escuché me dejo helada.
- Las estan buscando, y ya tienen a una. Abie esta en peligro. Steven, tienes que protegerla, no pueden hacerse con ella.
……………………………………………………
Oh dios, perdón por tardar tantísimo en subir, pero esque no me llegaba la inspiración._.
Siento si es corto, pero, como dije antes, es dificil escribir sin ideas.
Y bueno, voten y comenten mis dinocornios:)PD: Se fuerte gomi.
Aquí se despide noe, muchos besooos.
ESTÁS LEYENDO
Un tesoro inesperado
Teen FictionLa vida de Abie solía ser normal, con sus amigos y problemas de cualquier adolescente. Pero todo cambio, todo cambio con un detalle que ella no pudo cambiar ni evitar, pero que no tardará en aclarar. Con la ayuda de sus amigos, no tardará en compren...