La mañana comenzó con un hermoso cielo despejado por excepción de unas pocas nubes a lo lejos, había una suave brisa fresca que agitaba el césped y las hojas de los árboles cubiertos por el rocío nocturno desprendiendo consigo un agradable y sutil aroma a lluvia, todo auguraba un día estupendo. Sin embargo nadie le prestaba mucha atención a ello, todos estaban esperando con ansias la llegada de las distintas escuelas que se unirían al torneo, todo Hogwarts estaba entusiasmado por la llegada de sus invitados, incluidos los maestros.
Todos estaban reunidos afuera del castillo, en los jardines y en el puente a la espera de sus invitados. Estaban atentos a cualquier señal mientras se escuchaban murmullos sobre cómo serían los estudiantes de las otras escuelas, también había rumores de toda clase sobre cada escuela de magia que eran posibles de ser las invitadas, desde los rumores más asombrosos hasta los más ridículos. La gran habladuría formada por cuchicheos y risas junto a gestos de emoción e impaciencia, eran cada vez mayores, con más fuerza y cada segundo que se prolongaba la espera aumentaba el suspenso, cuando de pronto un chico señalo hacia el cielo gritando eufórico
-¡Miren alla! ¡En el cielo!
Todos alzaron la mirada para encontrarse en el cielo algo brillante que volaba rápidamente en dirección a Hogwarts, con forme se acercaba lograron distinguir lo que era, todos estaban asombrados ante lo que se preparaba para aterrizar mientras volaba de manera delicada pero firme. Se trataba de un enorme y lujoso carruaje tirado por unos majestuosos caballos alados de color blanco.
Todos estaban maravillados ante tal visión, mientras el alumnado admiraba el carruaje aterrizar con una suavidad digna de una fina pluma, otro chico gritó aún más asombrado señalando al Lago Negro.
-¡En el Lago Negro! ¡Rápido! ¡Miren! ¡Miren!
De inmediato desprendieron la vista del carruaje y la dirigieron al enorme lago que rodeaba los terrenos del castillo, nadie podía creer lo que veían, del gran lago estaba emergiendo algo, algo grande, se trataba de un gigantesco barco de madera oscura con una grandes velas color rojo sangre, tenía una apariencia imponente. Era un verdadero espectáculo verlo navegar acercándose al castillo, era como salido de una novela clásica naval o de piratas, cuando el barco más temido de todos los mares se acercaba para la batalla.
La apariencia de ambos transportes contrastaba mucho el uno con el otro, mientras el primero era majestuoso con una apariencia exquisita digna de la realeza, volando de forma delicada y suave, el recién llegado era imponente, casi intimidante, inspiraba respeto cortando el agua del misterioso Lago Negro de forma decidida y firme hacia la orilla.
Todos se disponían a entrar pronto al castillo, no podían esperar más por el gran banquete en honor a los recién llegados, pero nadie noto que había una tercera escuela acercándose de forma fragmentada y mucho más discreta, eran muy pocos, dos llegaron por tierra, saliendo del Bosque Prohibido cargando algo enorme cubierto por una gruesa tela, al llegar a terreno abierto relativamente cercano al castillo, otros dos simplemente se les vio caer desde el aire al lado de los dos primeros, cayendo pesadamente en una posición fuerte para después levantarse firmemente, ambos grupos, una vez unidos se giraron para ver el gran lago detrás suyo a varios metros, ajustaron la vista para visualizar otro grupo de dos que se acercaba por agua en una especie de nado en el que solo se veían sus cabezas, no se captaba movimiento de sus brazos ni de sus piernas en el agua, solo las suaves ondas que quedaban como rastro de su camino, pronto llegaron y se unieron al resto. Se mostraban apenas 6 miembros representantes de esta escuela, todos cubiertos por capas negras con capuchas cubriéndoles la mitad del rostro, la capa se cerraba sobre la clavícula izquierda con una especie de broche metálico y brillante que se asemejaba a un dragón. Uno de ellos se adelantó al grupo, y los demás lo siguieron en silencio.
-Llegamos sin ser detectados, al parecer- dijo una chica del grupo con voz tranquila detrás del hombre al que seguían
-Anónimos, como siempre, eh? - continuó un hombre que caminaba a lado de ella, su timbre de voz indicaba que pertenecía a un hombre joven, dinámico y enérgico- por ahora todo va tal y como a Chase le gusta… no Chase?
Dijo finalmente dirigiéndose al hombre que iba guiándolos, este no se detuvo ni giro a mirarlo, siguió avanzando y al cabo de unos segundos contestó
-Asegurémonos que continúe así... - habló por fin el hombre al que seguían, su voz era grave, firme y seria, alzó un poco su cabeza mirando hacia el castillo, arqueando sus labios en una leve sonrisa en la pequeña fracción de su rostro de piel casi pálida que se podía ver bajo la capucha de su capa.- Todo de acuerdo al plan...
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hasta aqui la primera parte, si alguien llega a leer esto digame s opinion por favor uwu se que no es mucho lo que escibi, es solo una intrducción, trataré de subir tan pronto como pueda la siguente parte
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No te vayas sin antes despedirte
Fiksi Penggemar"¿Irme o quedarme? que debería hacer? La decisión esta en mis manos, de mi dependerá el destino, no sólo mio, sino también de aquellos que me rodean... Enfrentemos el destino o Dejemoslo todo atrás...¡He tomado mi decisión!...¿Que hay de ti? ¿que d...