Narrador obniciete
Por sobre los cielos de Britania volaba una joven híbrida ocultando mayormente sus poderes de diosa pero sin poder dejar de mostrarlos, volaba en una misión de reconocimiento su hermana le había encomendado encontrar al traidor de su raza, el ahora repudiado Meliodas, tres días llevaba volando sin rumbo fijo, tres días en los que no había podido dar con el ni con su banda de problemáticos, algo llamo su atención era un poblado el cual había sido destruido por completo sin embargo no podía dejar de sentirse atraída hacia este lugar mas parecía que alguien la llamaba desde los escombros así que descendió y comenzó a caminar por lo que había sido seguramente una de las calles principales está destrucción le era familiar se trataba de un demonio gris sobrecargado.
Pov's Charlotte (Kurai)
Obserbava la destrucción causada por aquel miembro de la raza demoníaca con total indiferencia no era la primera vez que observaba algo con esto, algunas veces estos idiotas consumen mas almas de las que requerían provocando que se sobrecargaron y almacenarán demaciado energía y buscando la forma de sacar dicha energía atacaban cualquier cosa que se encuentre demaciado cerca, Rina disfruta haciéndolos combatir entre ellos cuando esto ocurre yo por mi parte prefiero alejarme, podía sentir el desborde de poder cerca de aquí así que pensé que sería mejor alejarme rápido de este lugar no me quería topar con un demonio gris fuera de control y menos en las condiciones en las que me encuentro pues llevo tres días volando si descanso y no sería capaz de frenarlo estaba a punto de volar lejos del poblado cuando algo se precipitó frente a mi de inmediato me coloque en pose de pelea sabía que se trataba del mismo demonio que había destrozado la aldea, sin embargo había otra presencia con el y aunque al principio no la reconocí no había dudas de que se trataba de Ella.
No comprendía porque estaba aquí pero eso no importaba en este momento ya que el demoledor comenzó su ataque en contra mía atinandome un golpe lo suficientemente fuerte como para estampar me en lo que quedaba de una casa atravesado la pared y callendo al suelo de lleno no obstante en cuanto me puse de pie tome impulso y arremeti contra el demonio pero apenas y pude moverlo ya que de alguna forma utilizo mi propia impulso para regresar el golpe asiendo me caer sobre una pila de escombros encajando me un palo lo suficientemente afilado como para atravesar me el hombro izquierdo trate de desclabarme con cuidado pero no tuve tiempo de reaccionar ya que el demonio había lanzado una ataque directo el cual no solo termino de herirme sino que había terminado por destrozar la estaca en mi hombro de alguna forma liberandome sabía que no podía ganar así que asiendo acopio de mis últimas fuerzas salí huyendo de ahí la otra precencia se había desvanecido supuse que me dió por muerta y mejor se fue, aunque aún no me explicaba el porque querría desacerce de mi aún se que nunca emos podido confiar la una en la otra pero aún me necesitaba para completar su plan, aún con todo esto en mente en ese momento solo me concentre en escapar no me permitiría morir no así sabia que Gowther aún me esperaba en el Inframundo para sacarlo de la prisión como le había prometido así que no podía morir sin cumplir mi promesa asia la única persona que había sido amable con Migo realmente.
Me aleje bastante de aquella bestia sin embargo por la perdida de sangre y las heridas internas me encontraba débil y terminé por caer inconsciente al llegar a un rio....Desperte en un lugar extraño todo era diferente me dolía el cuerpo y me pesaba la cabeza, aún así intenté pararme tenía que salir de aquí antes de que las cosas se complicarán mas pero no tenía fuerzas para acerlo la puerta del cuarto se abrió con sumo cuidado en el entro un joven de unos veinti tantos tenía el cabello recogido en un moño y casi me atragantó cuando dustingui el color de si cabello era peli-rosa al acercarse mas a mi pude distinguir mas sus rasgos los cuales eran bastante remarcados pero le le veía reflejado la juventud en sus ojos lo cuales eran azules como el cielo, estos ojos me obserbavan y la curiosidad era el sentimiento que prevalecía en su rostro note que llevaba ropa sencilla una camisa blanca y un pantalón negro holgado tenía una correa de cuero atada a la cintura y en esta misma llevaba colgando una espada enfundada por un momento considere tomar el arma y salir de aquí pero antes de siquiera intentarlo el hablo