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¿A Quien Amas?

El de cabellos mostaza se encontraba saliendo de una habitación, en la cual recién había dejado aquellas sábanas. Su estómago le exigía comida desde hace un rato, esto se notaba en los ligeros ruidos que hacía, este sin más se dirigió a la cocina, abrió el refrigerador y pudo notar rápidamente que había mucha más comida de la que el recordaba haber traído el día anterior - ¿De donde salió todo esto? - se cuestionaba a sí mismo, pero al final terminó tomando unos champiñones, los cuales corto con ayuda de un cuchillo, tomó un plato de plástico y coloco aquel alimento - Bueno, no es lo mejor que he echo, pero de igual manera estoy orgulloso - este comenzó a comer, pero unos minutos después, dejó de lado el plato con un poco de aquellos champiñones, ya que en verdad había cortado de más - Okey, ya no puedo comer más, además creo que voy a explotar a este paso - sin más se retiro de la habitación y se dirigió a la sala, en la cual no encontró a nadie, eso le pareció de cierta forma extraña, pero prefirió ignorarlo y acostarse en el sofá - Dios, al menos esto me lleno, aunque me duele un poco la cabez - este se detuvo en seco al ver al chico de cabellos oscuros que llegaba recién al cuarto principal -

- Acaso no piensas hacer otra cosa que quedarte dormido todo el día, ¿o que? - dijo con molestia el mayor, a lo que él contrario se levanto de aquel asiento y se dirigió con cierta molestia a él vampiro, el cual no entendía lo que le sucedía - ¿Que quieres?, acaso te ofendí - dijo en tono de burla, pero para su sorpresa el otro le tomó del cuello de la camisa, en verdad se le veía molesto - ¿¡Pero que demonios te sucede!? -

- Por qué tu... -

- ¿Yo que? -

- ¿¡Por qué tu me mentiste!? - Le grito alterado, lo cual hizo que se sobresaltara el otro, claro, sus ojos eran rosados, era obvio - Por qué... - dijo bajo para agachar su cabeza, veía el suelo, ya que en verdad no quería verle a los ojos -

- ¿¡Cuando lo hice!? - Le respondió molesto, después de eso el de cabellos mostaza elevo su vista de nuevo, el de cabellos largos se quedó sin habla al poder observar que el contrario tenía sus ojos con algunas lágrimas - ¿Te encuentras bien? -

- Solo responde - dijo mientras se limpiaba los ojos -

- Pero dime, ¿a que te refieres con que te mentí? -

- Cuando me diste la espada, tu, me dijiste que se habían ido por su cuenta, pero los encontré ayer, y me dijeron la verdad -

- En verdad, no lo sé, ni siquiera se por qué lo hice -

- Oh, Okey... - este soltó el agarre, y lentamente se sentó en el suelo - Quisiera que me respondieras una pregunta -

- Esta bien - este se sentó al lado de el menor para si poderle escuchar con más claridad -

- Tu... ¿A Quien Amas? -

- Eh... ¿Po que la pregunta? -

- Se que no querías hablar sobre ello, pero yo quisiera saber - el otro solo lo vio y decidió levantarse de su lugar, lo cual no sorprendió al otro, creía que tal vez no debió hablar de ello, pero en verdad quería saberlo -

- Espera aquí, ahora vuelvo - este se retiro dejando al otro solo, este se dirigió a la cocina, pero en verdad aun no comprendía la actitud repentina de él otro - Ahora, ¿que diablos le responderé? - se cuestionaba a sí mismo, y dio media vuelta, para si apoyar sus manos en una mesa - Vamos Simón - este trataba de encontrar una solución para ello, pero logró percatarse de un plato con algunos champiñones, a pesar de ser un vampiro, sabía acerca de la comida humana, ¿que creían?, ¿que solo se alimentaba de cosas rojas y almas? - ¿Eh?, ¿quien demonios trajo de estos champiñones? - dijo mientras tomaba una rodaja, la cual tenía unos puntos rojos y el resto amarillo - Esta cosa no se puede comer, es como una droga, acaso el estúpido de Joy no sabe diferenciar los que se pueden comer y los que no, realmente es un caso perdido - quedo unos segundos en silencio hasta que se dio cuenta de sus palabras - Joy trajo estas cosas, pero si están cortadas en un plato... Maldición - este salio de esa parte de la casa y se dirigió de nuevo a la sala, en la cual se encontró con el otro que ya no portaba de su sudadera -Joy, antes que te responda yo, tu responde - el otro solo asintió - Tu... ¿Comiste de esto? - dijo mientras le enseñaba la rodaja y el otro volvió a asentir - Demonios, Joy, tu estas por decirlo así, drogado -

- ¿Drogado? -

- Si, además, ¿tu no sabes cuales son los champiñones que se pueden comer? -

- Bueno, a decir verdad si conocía, pero, no lo recuerdo del todo bien - el otro solo se dio un golpe en el rostro -

- Eres simplemente un idiota -

- Si... Oye, ¿Soy el único que tiene calor? - cuestiono mientras se quitaba la prenda de ropa y luego la lanzaba al sillón - A este paso moriré - dijo mientras se acostaba en aquel suelo, sin camisa, en verdad era algo reconfortante -

- ¡Deja de quitarte la ropa idiota! - Le regaño el mayor mientras veía al otro - Además, de seguro es parte de lo que te comiste, así que ponte la ropa - Le indico y el otro negó -

- En verdad tengo calor, lo lamento pero no puedo - Le dijo mientras recorrían unas pequeñas gotas de sudor por su cuerpo - Además, no has respondió mi pregunta -

- ¿Cuál pregunta? -

- Puedo ser un tonto pero no soy un olvidadizo así que dime, ¿A Quien Amas? - el vampiro quedo callado, en verdad no sabia que responder -

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. Nuevo capitulo, espero que les haya gustado a ustedes como a mi escribirlo.

¡Nos leemos en la próxima!

Créditos a: Omy-chan

ᴍᴇ ᴇɴᴀᴍᴏʀᴇ ᴅᴇ ᴜɴ ᴍᴏʀᴛᴀʟ [sɪᴍᴏʏ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora