El Heredero Black

CAPÍTULO 6: Honor y Gloria

Los siguientes días siguieron con normalidad, si se le pudiera llamar así. Sus padres fueron a Hogwarts exigieron a Dumbledore un cambio de casa, quién lo concedió a regañadientes, apuntando mentalmente que debería hablar con Sirius al comienzo del curso. Hubo más visitas, disculpas por parte de Sirius, y más castigos, aunque estos solo eran en esos momentos para asegurar lo que habían estado trabajando. Sirius estaba agotado, tanto mentalmente como físicamente. Tenía a sus padres encima de él todo el tiempo asegurándose de que cumpliera todos sus estándares, que se comportara como debería, cosa que agobiaba mucho a Sirius pero no podía demostrarlo. Pero lo que más le entristecía es que no le permitían ver a Regulus, la persona por la que estaba haciendo esto. Perdido en sus pensamientos bajó a la sala de estar donde su padre le había dicho que debía estar.

ORIÓN: Bien Sirius, como sabes mañana hará una semana desde el día en que se fue Regulus y... bueno, eso no es lo importante. La cuestión es que para que Regulus vuelva a casa debes hacer una última cosa.

SIRIUS: Y qué es padre?

ORIÓN: Bien, es el nombramiento del heredero (Sirius encaró una ceja) Es una celebración que se lleva haciendo desde generaciones cuando el mago que va a tomar la casa Black en un futuro, vuelve de su primer año en Hogwarts. Durante las vacaciones de navidad se explica el proceso y todo lo que conlleva. Esto no sucedió contigo porque...

SIRIUS: Porque había deshonrado a la familia y no querías tener que borrar del árbol familiar a quien ya habéis marcado como vuestro próximo líder. (Dejando atrás sus prejuicios sobre la casa Slytherin, Sirius se había dado cuenta de que tenía una gran astucia y determinación, valores correspondientes a las serpientes)

ORIÓN: Exacto. Tu abuelo Pollux y yo hemos decidido que es tu deber llevar nuestro título, y como esperamos que no nos decepciones otra vez, es lógico que entres a la escuela y dés ejemplo de que has sentado la cabeza. Este título evitará que ciertas ... personas, se acerquen demasiado a ti. (Sirius sabía que se refería a Dumbledore y a su antiguo grupo de amigos)

SIRIUS: Y qué debería hacer?

ORIÓN: Bien, los herederos Black que siguen con vida, en este caso tu abuelo y yo, somos lo que realizaremos el ritual, pero toda la familia estará presente. Se te administrará una dosis de veritaserum para asegurar que no mientas y deberás responder una serie de preguntas que funcionarán como una especie de juramento. Después se te entregará el anillo que yo mismo llevo. Unirá este juramento, y no te lo podrás quitar hasta el  próximo heredero, es decir, tu hijo, tenga al menos 11 años. No es así de simple, pero esa parte es la única en la que tú tomas parte. Después del ritual, Regulus podrá volver a casa, y tus lecciones continuarán, aunque en menor medida, hasta el comienzo de curso.

SIRIUS: Sí padre.

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Sirius no había estado tan nervioso en su vida. Hoy era el día en el que quedaría atado a su familia para siempre. Él sabía que el anillo no solo unía el juramento, sabía que al aceptar su puesto nunca podría salir, pero estaba preparado para ello. Ese día se arregló con la túnica que su madre le había traído, negra con ribetes plateados, y un pequeño cordel, también plateado para que se atara el cabello. Puede que la gente no le diera importancia, pero ese cordel significaba que su madre se preocupaba por él, a su forma claro. Usó también unas botas de piel de dragón, una camisa de seda plateada y unos pantalones negros, y se preparó para salir de casa. Como se estipulaba, el ritual se haría en la casa del heredero más antiguo, es decir, su abuelo Pollux. A las 10 en punto de la mañana llegaron a la gran mansión donde residía el mayor de los Black, y nada más salir por la chimenea, Sirius vislumbró a su hermano, que lo miraba con una mezcla de sorpresa, orgullo y alegría, y aunque Sirius le sonrío, sabía que no podría hablar con él hasta después del nombramiento. En el salón se encontraba toda la família (menos Andrómeda, apuntó mentalmente Sirius): Bellatrix y Narcissa, con sus padres Druella y Cygnus, su tío Alphard y su hermano Regulus, además de su abuelo, que les indicó a todos que pasaran a donde estaba una gran cómoda, con el emblema de la familia Black encima, y comenzó la celebración:

POLLUX: como miembros de la familia Black, hemos sobrevivido al paso del tiempo como una familia sangrepura. Por generaciones, ha habido herederos dignos para guiar a nuestro clan, y hoy tenemos el orgullo de hacer el nombramiento de nuestro próximo líder, Sirius Orión Black. Sirius, acércate. (A Sirius se le tendió un vaso con la poción de la verdad, que se bebió rápidamente) Comencemos con el juramento.
-Nombre completo:

SIRIUS: Sirius Orión Black

POLLUX: Sirius Orión Black, estás aquí en voluntad propia y en único propósito de someterte al nombramiento de herederos?

SIRIUS: Sí.

POLLUX: Aceptas tu puesto de heredero, sobre la Casa más Antigua y Noble de los Black?

SIRIUS: Acepto

POLLUX: Juras representarnos con valía, demostrando tu liderazgo en un futuro?

SIRIUS: Lo juro

POLLUX: Prometes hacer todo lo que se crea correcto respecto a nuestra familia, y hacer todo lo que esté un tu mano para dirigirla correctamente?

SIRIUS: Prometo

POLLUX: Niegas tu asociación en un futuro, con quienes no son dignos del apellido Black? (Todos en la sala estaban mirando espectantes en ese momento)

SIRIUS: Niego.

POLLUX: Traerás honor y gloria a esta familia, como muchos otros lo han hecho antes que tú?

SIRIUS: Lo haré.

POLLUX: Bien, Orión, adelante.

ORIÓN: Yo, Orión Pollux Black heredero actual del hogar  ancestral Black, cedo mi puesto a mi primogénito, Sirius Orión Black, como próximo heredero. (Su padre colocó el anillo en el dedo anular de la mano derecha, y unas líneas de luces brillantes emergieron del cuerpo de Sirius y lo rodearon, aceptando su nueva posesión)

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Al acabar el nombramiento todos aplaudieron, aunque su tío Alphard tenía una sonrisa torcida en el rostro. Sirius sabía que su tío solo seguía en la familia porque era muy discreto, pero él, junto a Andrómeda compartían las creencias sobre la igualdad entre magos. Pollux llamó a Sirius, y con una sonrisa, le dijo que ya podía ir a ver a Regulus. Sirius y Regulus se miraron, y en ese momento solo importaron ellos dos, otra vez como dos niños pequeños. La sala se quedó en silencio momentáneamente mientras esa escena que sirius había esperado durante 4 años se hacía realidad. Regulus corrió hacia él impactando contra el pecho de Sirius y encerrandolo en un cálido abrazo susurrándole al oído:

REGULUS: has vuelto Siri, has vuelto... (lágrimas salían por sus ojos)

SIRIUS: Shh, Reggie, estoy aquí y no me voy a ir. Esto lo he hecho por tí Reggie, sabes?

Me equivoqué y lo siento.