"Lemon Boy"; JSHK [Yugi Amane x Lectora]

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¿A-Amigos?

La mente de Amane dio vueltas en un remolino de pensamientos, ejecutados por la chica que, aun sostenía sus manos y lo observaba con una mirada llena de brillo. Para Amane era cautivadora, de algún modo. Pues aquella mirada calentaba el frió entorno en el que siempre se rodeaba, haciéndolo sentir cómodo. Pero, ¿justo ahora? Amane estaba apunto de perder todo lo que le quedaba de fuerzas. "¿Por que ella querría? - Es una broma, ¿no?. ¿Por que se acercaría alguien a mi de todos modos?"

La mandíbula de Amane se tenso, apretando sus dientes con fuerza. Quería preguntar, ya la vez rechazar la oferta. Pero por una milésima de instante temió perder la poca calidez que se calaba en su cuerpo cuando la chica estaba ahí.

Por eso, no dijo nada.

Se quedo ahí, petrificado.

¨Patético¨ Se dijo así mismo, aun estando en ese estado.

____ se sobresalto, haciendo que el Yugi mayor abriera los ojos un poco mas.

―N-No te preocupes, no es como que vaya a volver a arrastrarte a hacer cosas que te incomoden ―Explico, apretando levemente su agarre. La atención de Amane se concentro solo en ella. - Esta vez, te dejare ser tal y como eres- Yo- Uhm ―Las palabras de la mas alta se atascaron en su garganta. No por que no supiera que decir, si no por que Amane no quitaba su cara de niño traumado desde kinder.

_____ Penso que podría estar diciendo algo mal.

El chico de ojos miel no noto esto, bueno, no del todo, por lo que respiro temblorosamente y dejo que su garganta se aflojara.

―¿Pu-puedo preguntar? ―Cuestiono. ____ al ver que el alma del chico no se había ido completamente hasta la estratosfera, sonrió y asintió efusivamente.

Amane trago saliva y pregunto.

―¿Por que? ―En realidad, quería preguntar ¨¿Es este algún tipo de broma? ¨. Descarto la pregunta pensando que seria grosera.

Ahora era ____ la que se había quedado de piedra. Congelada, por una ráfaga de viendo helada que le silbaba en sus oídos un "¿Por que?"

No podía decir: "Oh, bueno, están estos rumores que me gustarían desmentir por pura satisfacción propia"

Eso sonaba mal, pésimo. Horrible.

Tampoco podría confesar su repentino interés por el chico, que provenía de su arrepentimiento por hacerlo sentir avergonzado en el museo.

Incluso si decía que la razón era el acompañarlo, ya que siempre estaba solo, eso no borraba el hecho que los primeros 2 meses que llevaban estudiando en la academia, no se había percatado de la existencia del chico sin interesarle si estaba solo o no.

La boca de ____ se había secado tanto a este punto, que cuando fue a tomar una bocanada de aire para hablar, una tos extraña y retorcida se calo en su garganta.