AYUDAME A SALIR

2.Inesperadamente perfecto

Llegué muy temprano y comencé mi rutina,ordene mis cosas en el puesto,me puse audífonos llegó Ruben y Laura,hablamos antes que sonara la campana  y llegó entro y de inmediato me buscó, se acercó a mi y me pidio que cuidara sus cosas un momento, sin esperar mi respuesta salió corriendo dejando sus cosas en mis manos.

– Guau... Es muy bello Dani,aprovechate de tu alumno —dijo Laura levantando sus cejas de forma coqueta.

– Laura por Dios no seas ridícula, Daniela jamás se fijaría en un chico así.

– Les recuerdo que estoy aquí, no hablen por mi ¿si?.Laura,no haré nada que no sea ayudarlo en sus materias, y Ruben si podría fijarme en un chico así, es bastante atractivo, físicamente es de mi gusto,pero no me fijare en él, es demasiado arrogante.

Las dos primeras horas pasaron así,él prestando atención y yo intentando no mirarlo.

En matemáticas el profesor ordenó un trabajo en dúos y obviamente él pidió ser conmigo, acepté sin problemas.

– ¿Y bueno?,¿entiendes algo?— pregunte seriamente.

– La verdad es que no...lo siento es que odio las matemáticas.

– Bueno,tambien yo — no puedo creer que tenga algo en común con este chico.

– ¿Practicas algun deporte Daniela Glen?.

– Sí, practico voleibol es lo que mas me gusta hacer.

– No lo puedo creer Glen,además de odiar las matemáticas, amamos el mismo deporte— me quede estupefacta, Alan era el prototipo de hombre al que le gusta el fútbol no el voleibol.

– Quizás nos parecemos mas de lo que creemos — comenzamos una conversación de lo que nos gustaba y de lo que no,inesperadamente supe que no solo teníamos dos cosas en común, también había una tercera, ambos amábamos la música tanto como a nosotros mismos,ambos pasábamos el día tocando nuestra guitarra y nos sentiamos libres,dueños del mundo.

La hora paso rápido y no hicimos nada del trabajo,comenzo entonces a sonar la campana, era nuestro recreo.

Volvimos a clases con Ruben y Laura y no vi regresar a Alan,no se por qué pero una parte de mi lo extrañaba y otra se preocupaba por su paradero. Me quede sentada y completamente perdida del lugar en el que estaba cuando de pronto escuche a lo lejos que decían mi nombre– ¿señorita Glen me escuchó?—negue–la necesitan en la enfermeria,vaya por favor — ¿a la enfermería?,¿sera que le paso algo a mi hermanita?.Caminé muy asustaba por lo que podría encontrarme en la camilla,cuando entre vi algo que no esperaba, era Alan.

– Hola — me dijo adolorido

– ¿Que te sucedió? — musite preocupada, confundida.

– No quiere decir que fue lo que paso, nos pidió que te llamáramos, veamos si a ti te dice algo — dijo la enfermera un poco enojada y se fue.

–¿Me dirás?

– Lo siento eres la única persona en quien confio,por eso pedi que te llamaran.Fue Gaston,el me agredió está enfadado porque no me quise unir al equipo de fútbol, ya sabes tengo las características para serlo,me negue y me golpio.

Gaston Hills,era el único capaz de hacer eso,era el bruto de la escuela, "el  súper y estupendo gran jugador".

Lo que no podía entender es al chico que tenia frente de mi,no era ese Alan arrogante y seguro de sí mismo,parecía un niño asustado,con miedo a lo que podía pasarle, me pedía que por favor no le dijiera a nadie lo que me habia contado y se lo prometi.

–¿Quieres que llame a tus padres?

– No,perderias el tiempo... Están de viaje fuera de Chile. Pero podrías llevarme a mi casa,en mi camioneta si quieres me vas a dejar y te quedas con ella después yo voy a buscarla, ¿te parece?.

No se por qué no le podía negar algo a Alan,todo lo que pedía yo asentía sin pensarlo, y verlo ahi tan débil tan humano, tan derrotado me causó extraños sentimientos, solamente lo había conocido ayer y conocí su parte negativa,pero ahora veía su segunda capa,quizás ser duro y frío solo era una máscara para que justamente nadie viera este Alan,al que yo tenía en frente... Esta parte de el me agradaba y hacia que mis ganas de abrazarlo fueran mas fuertes,que mis ganas de ayudarlo creciera,de pronto y no se como en medio de esos pensamientos murmure esa palabra que él esperaba inquieto –Sí — no se como y por qué había decidido ayudarlo, pero ya estaba hecho y tendría que hacerlo.

Nos autorizaron a salir,llegamos a su jeep que estaba estacionado a unas cuadras de la escuela,lo ayude a subir y una vez adentro me explicó como llegar a su casa, quedaba increíblemente muy cerca de la mía.

Cuando llegamos se quedo mirandome,agredecido (creo),fue ahí cuando por fin pude estudiarlo observarlo detenidamente, tenia una profunda e intrigante mirada, sus ojos grises se marcaban más que cualquier cosa,al notar su cabello castaño alborotado me daban extraños deseos de saber como sería perder mis dedos en él,su quijada perfectamente cuadrada que se movía al mismo tiempo que el las contraia,su boca con delgados labios que hacían que al mirarlo produjeran una sequía en los mios,su ancho pecho, sus grandes manos,largos dedos,su forma de vestir,todo me inundo.
Por Dios Daniela deja de mirarlo de esa forma tan desquiciada.

– Bueno,bajaré y entrare para descansar.—abrio la puerta y bajo, me quede paralizada por la inspección que había hecho de él.

– ¡Alan!,espera — reaccione –no creo que sea buena idea que me quede con tu camioneta, yo...yo puedo caminar estoy acostumbrada de todas formas — le pase las llaves.

– Uff...casi— no comprendi su expresión, a que se refería con ese "casi".

– ¿Casi qué?

–Nada es solo que "casi"pude saber donde encontrarte fuera de la escuela. —A caso quería verme fuera de la ¿escuela?.

–¡Hey!,acaso no recuerdas nuestro compromiso,solo lo hicimos ayer ¿tan mal te dejo Gaston?.

–Si,lo recuerdo era sólo para hacerte un favor ya que se nota que quieres verme fuera de la escuela — estaba alusinando, ahí estaba de regreso el verdadero Alan,ese que conocí ayer y que de inmediato odie.

–Ni te creas,ya me voy—di media vuelta y comencé a caminar.

–¿Pero cómo?,  dijiste que tomarias un taxi,como vas a caminar tanto.

–No te preocupes amigo,mi casa esta cerca, no caminaré mucho — un momento jamás dije que tomaría un taxi y como estúpida le di referencias de donde vivía, el muy maldito hizo un juego de palabras conmigo y caí como una idiota.

–Gracias Glen,tocare todos los timbres del barrio hasta encontrar la tuya.—cerro un ojo—¿ seria posible que lo hiciera?,claro que no solo estaba demostrando que es un arrogante controlador.

Llegué a mi casa y ahí me esperaban todos para cenar, había llegado mas temprano que de costumbre.

–¿Como te fue cariño? —pregunto mi madre.

–Nada nuevo que reportar mamá.

Cenando tuvimos esas típicas conversaciones familiar que me aburrían demasiado, mis padres me comentaron que irian donde mi tía Ines el fin de semana y por supuesto me hicieron una invitación, me negué asistir ya que Ines era un tanto especial y la verdad me aburrían las visitas a su casa, siempre quería saber todo de mi vida,que si había encontrado novio, que cuando lo haría y bla bla bla,mis padres nunca me obligaban a hacer algo así que aceptaron mi respuesta.

Terminamos de comer, subí a mi habitación me puse el pijama y me acoste,no sin antes recordar una y otras vez a Alan.