Paco&Pedro

Una noche con estrellas y un cuaderno mojado

Cuenta la leyenda que cuando vez una estrella, en algún otro lugar, muy lejos de ti, alguien más está viendo la misma estrella. Claro que esto en la práctica es meramente imposible, pero suena poético.

Nos situamos en la noche siguiente, Pedro regresaba de casa de Paco, el regreso fue tranquilo, la noche era clara y podía ver perfectamente.

De todas formas hacia frío, así que Pedro deseaba que su padre hubiera traído el auto, o al menos un suéter.

El cielo estaba despejado, sin nubes, lleno de estrellas, y una luna llena. Y a pesar del frío Pedro caminaba con entusiasmo, para este punto Paco ya no pasaba por la memoria de Pedro, no por qué no fuera importante, pero la mente de Pedro no funciona así.

Finalmente llegaron a casa y Pedro subió directo a su habitación, al entrar cerró la puerta tras de sí y se recostó en la cama, viendo la ventana.

Su mente se fue directo a aquella leyenda que parecía haber leído en un cuento de romance, y se preguntó, -¿alguien más estará viendo esa estrella?

Per claro que momentos después recordó la infinita posibilidad de que aunque todo el mundo mirara al cielo, es más posible que cada quien vea una estrella distinta a qué vean la misma.

Parecería un buen pensamiento para irse a dormir, pero Pedro no se durmió hasta las 4 de la mañana,

Pero la historia del insomnio de Pedro es otra cosa, en especial ahora que contaremos el primer día de clases.

Agosto marcó la fecha para que regresaran a clases, pero como en la mayoría de clases nunca pasa nada me saltaré a los puntos más importantes, ya saben por esto de que la historia debe ser "dinámica" o lo que sea.

Damos un brinco a la clase de química donde la maestra asignó a Paco y Pedro como compañeros de laboratorio. Esto significa que otra vez Pedro tendría que trabajar solo, por que Paco siempre se iba atrás con sus amigos.

Pero Pedro no estaba conforme con la idea de trabajar solo, así que espero a que Paco de diera la vuelta y lo tomo de su brazo izquierdo, ya saben, el que se rompió ayer

Para aquellxs que nunca han tenido un brazo roto, NO quieres que lo tomen, y menos con la fuerza con la que Pedro estaba sosteniendo a Paco.

Paco volteó conteniendo la lágrima que quería dejar salir, y vio la sonrisa de Pedro, esas sonrisas que dicen sin palabras "nada más no te rompo el brazo por qué ya está roto" así que Pedro decidió quedarse por temor a sus otros 205 huesos.

Naturalmente no hablaron mucho fuera de clase de química, Paco se sentaba atrás con sus amigos, mientras Pedro se sentaba al centro, a la derecha. Por qué la parte centro, centro era de la gente rara y la izquierda era donde se sentaban los "raros"

Pedro hizo un nuevo amigo, Daniel, quien a pesar de ser nuevo en clase ya conocía a varias personas del grupo por que estudiaba en la escuela del otro lado del pueblo.

Recuerden a Daniel, ok?