Capítulo Uno: De regreso al pueblo.

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Dipper:

La luz del sol acababa de traspasar la ventana, golpeando al joven Dipper Pines en la cara, quien descansaba en su cama cómodamente en la oscuridad. Luego de soltar una mueca, el joven caza fantasmas se levantó con pocas ganas, mirando el reloj, que marcaba las seis en punto.

{Siento como si fuera ayer, cuando llegué a Gravity Falls por primera vez... y me convertí en el caza fantasmas que era hace tiempo. Que rápido pasa el tiempo}

Dipper se vistió con una remera roja, pantalones azules y zapatos marrones, para caminar por los pasillos de la casa en busca del baño. Una vez que logró encontrar el baño, se dio cuenta de que la puerta estaba trabada.

—Salgo en unos segundos —afirmó la voz de la hermana de Dipper, Mabel Pines, la modelo de la escuela.

Dipper se apoyó contra la pared, esperando a qué su hermana saliera del baño. Pero, el tiempo fue pasando, hasta Mabel salio, después de veinte minutos.

—Con qué unos segundos, ¿eh? —agregó Dipper abrazando a su hermana—. Hoy es nuestro día, Mabs.

Mabel comenzó a cantar mientras corría de vuelta a su cuarto, mientras que Dipper la miraba con una sonrisa de felicidad

{Hoy es el día, en el que volveremos a Gravity Falls. Y al igual que Mabel, estoy super emocionado de volver a ver al tío Ford, y al tío Stan... y a todos. No puedo esperar para salir}

Mabel:

Mabel caminaba de regreso a su cuarto, mientras Dipper entraba en el baño para cepillarse y prepararse. Una vez en su cuarto, miró a Pato, quien rodaba por la sala entusiasmado.

—¿Estás entusiasmado mi querido Pato? —preguntó Mabel felizmente alzando a su cerdo.

{Estoy tan contenta de poder volver a Gravity Falls, y tan contenta de seguir teniendo a Pato. Ya que al principio pensaba que mis padres no dejarían que se quedara, pero por suerte... ¡le permitieron quedarse!}

Luego de que Mabel se vistiera con su típico suéter rosa de estrellas y una falda azul, bajó rápidamente las escaleras rumbo a la cocina. Toda la Casa Pines estaba vacía, ya que los padres de los gemelos habían ido de viaje a Europa, y volverían dentro de un mes.

Mientras Mabel buscaba en los cajones su desayuno, Dipper finalmente acababa de dejar del baño, con sus perfectos dientes brillantes.

—¿Donde están mis bebes? —preguntó Mabel desesperada buscando por toda la cocina, sacando los estantes de su lugar.

—¿Qué se supone que buscas? —Mabel volteo hacia Dipper, quien no entendía nada de lo que pasaba, y luego, comenzó a inspeccionarlo—. ¿Eh? ¿Me he perdido de algo?.

—¿Donde están mis Gong Doms? —preguntó Mabel desesperada.

Dipper soltó una mueca.

Mabel ni lo había notado. Pero, en cuestión de segundos, se lanzó hacia el paquete de donas azucaradas. Mientras que Dipper soló agarraba una manzana deliciosa y un jugo de naranja.

—Tanto escándalo... por unas donas —Dipper bajo la cabeza a modo de decepción—. Las chicas de ahora.

—¡No son solamente donas para ti, Dipper! —Mabel miró a su hermano de forma amenazante mientras babeaba sobre la caja—. Este es el paraíso para todas las chicas que aman el azúcar.

Gravity Falls: Juego Final [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora