TAXI ||Joerick||

3

Bajamos del taxi, él venía detrás de mi, era la primera vez que metía a un extraño a mi casa pero no me sentía nervioso, al entrar  quedó con la boca abierta.

- Ponte cómodo, es tu casa -asiente- iré por los tragos 

- Okay 

Regrese de inmediato, abrí la botella y servi el tequila. 

Platicamos por un buen rato entre tragos y risas; nunca me había llamado la atención alguien tan rápido.

- Bueno, y ¿Tu nombre? -ambos reímos-

- Es cierto, que tonto, Joel, Joel Pimentel -extiende su mano- 

Estábamos sentados en el sillón admirando el fuego de la chimenea, me recargue en su hombro, algo hizo que entrelazara nuestras manos. 

- Joel...

- Dime 

Levanté mi cabeza y lo miré a los ojos, sus ojos cafés brillaban, no sabía si era el alcohol pero era el brillo más hermoso que había visto en mi vida. 

- Este es el momento en el que me besas -susurre contra su labios- 

Me beso y solté un jadeo deprisa, su boca era tan suave y delicada, pero me besaba con tanta pasión, lo hacía a la perfección como si ya conociera como hacerlo. 

Me monte encima de Joel y comencé con los roces mientras continuabamos con el beso, introdujo su lengua apretando mi trasero mientras mis manos buscaban desnudarlo para poder apreciar su cuerpo. Me sentía desesperado, tan necesitado mi entrada quería que entrara de inmediato. 

Quite su playera y él hizo lo mismo con la mía, atacó mi cuello dejando marcas a su paso, acariciaba y apretaba mi piel. Me levanté para quitar mi pantalón, Joel quitó el suyo sin moverse de su lugar y solo me volví a sentar en su regazo. Llevo sus dedos a mi entrada y con ese simple toque solté un fuerte gemido, comencé a masturbarlo y él comenzó a hacer tijeras en mi interior sin soltar mis labios. 

Me levanto un poco alineandose con mi entrada

- Mírame -abri mis ojos- quiero ver tu cara cuando esté dentro 

Uni nuestras frentes sin dejar de ver sus ojos y sentí como se introducía en mi interior; era tan grande y grueso, mis manos apretaron sus hombros, no me quitaba la mirada de encima; sus gestos reflejaban el placer que sentía, hice una mueca de dolor cuando estuvo adentro por completo, me beso de nuevo, de manera lenta y sin prisa para calmar mi dolor, me comenzó a menear sobre él, yo estaba en el mismo cielo. 

Los movimientos aumentaron y marque un ritmo más rápido con mis saltos.

- Oh por Dios -lleva sus manos a mí cadera para abrirme más- estás tan estrecho -muerde mi cuello- 

Alzó mis caderas, comenzó a clavarse tan fuerte en mi interior que tuve que aferrarme a su cuello. 

- Dios -gemí- más, más Joel porfavor -suplique- 

Aumento sus embestidas, llevo su mano a mi pene y lo masajeó logrando que llegara entre ambos cuerpos.

- Joder 

Lo bese y mordí su labio inferior mientras me descargaba, era el orgasmo más largo que había tenido en todo mi vida; sentí su semen entre mis paredes chorreando en mi interior. 

Creí que había sido todo pero salió de mí, se levantó del sillón y se inco en la alfombra cargándome con él. 

- En cuatro -ordena- esto aún no termina 

Le sonreí y me beso introduciendo su lengua, después hice lo que me ordenó. 

Su lengua recorrió mi entrada.

- Ohh Joel -cerre mis ojos- joder sii...

Succionaba y metía su lengua simulando embestidas con ella, metia sus dedos los sacaba y volvía a lamer.

- Joel -jadee empinandome hacia él- no pares, no pares 

- No lo haré bonito -se levanta- te voy a besar hasta el alma -besa mi hombro- 

Se alinea volviendo entrar de golpe, hizo que soltara un gemido, el placer me inundaba, ni siquiera podía abrir los ojos. Sus embestidas comenzaron, entraba y salía por completo su mano llegó a la mía para entrelazarlas; el sonido de nuestras pieles al chocar inundaban la casa junto con nuestros gemidos. Me vine de nuevo sobre la alfombra, el segundo orgasmo me dejó sin fuerzas. Salió de mí sin terminar y me giro, abrí mis piernas por instinto 

- Tan bello Erick -con sus ojos recorre mi cuerpo- 

Se acercó a darme un beso tierno y alzó mis caderas para volver a entrar. 

- Huh...

Mis manos viajaron a su espalda deje rasguños en ella, besaba mi cuello y no dejaba de cogerme tan rico. 

- Eres hermoso -susurra para volver a besarme lento- 

Una fuerte y última estocada hizo presencia para quedarse dentró, su esencia caliente me inundó por completo una vez más. 

Joel unió nuestras frentes, estaba temblando mientras llegaba, lo pude sentir.

Nos quedamos recostados sobre la alfombra, se recostó en mi pecho mientras yo acariciaba su espalda, estábamos en el mismo paraiso después de varios orgasmos. 

La mejor noche de mi vida la encontré entre las noches obscuras de la ciudad de México al lado de un taxista. 

Llegó el SMUT!!

OIGAN COMENTEN MUCHO, SON POQUITOS CAPITULOS.

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