Eterno resplandor de una mente sin Maitino

CAPÍTULO 3. Alt + Supr

Sin tomarme un respiro tomé 2 bolsas de plástico de color negro y empecé a aventar dentro de ellas todo cuanto objeto me recordaba a Camino; tazas, fotos, dibujos, pinturas, regalos; descarnadamente arranque una tras otra hojas de mi diario donde había escrito acerca de ella. Con las 2 bolsas abarrotadas de cosas y recuerdos llegue hasta la consulta de la Dra. Alarcón. Al otro lado del mostrador con el teléfono en mano, Celia me recibió simpáticamente. Momentos después por detrás de ella, apareció Aurora quien en un sutil movimiento apoyo su mano en uno de los hombros de Celia, dándome luz verde para pasar.

En una habitación a la cual no había ingresado antes, Aurora me hizo sentar en una silla y me realizó un chequeo médico de rutina, como tomar la presión sanguínea, la temperatura, los reflejos, etc. Luego nos dirigimos hasta otra habitación donde estaba el chico del otro día que nos había sorprendido en mitad de pasillo y la médica nos presentó formalmente.

- Maite le presento a Velazco, nuestro mejor técnico, el estará a cargo de su procedimiento esta noche.

- ¿Cómo está Maite? Un placer conocerla.

Continuamos con Aurora por el pasillo y llegamos a una sala de espacio reducido, que estaba aislada del resto de las habitaciones. Había una mesa redonda con una grabadora en medio. Luego de cerrar la puerta Aurora me invitó a que me sentara y ella se sentó frente mío, encendió la grabadora que por defecto encendió una luz roja que corroboraba se encontraba funcionando.

- Por favor preséntese en voz alta y exprese a quien ha venido a borrar.

- Mi nombre es Maite Zaldúa y he venido a borrar a Camino Pasamar.

Con un estado depresivo galopante pero segura de lo que estaba haciendo continué respondiendo a las preguntas que Aurora hacia.

- Háblenos de Camino.

- Yo vivía con una mujer, Ángela y mis amigos Sophie y Nicolás nos invitaron a una fiesta en la playa, no me gustan las fiestas y Ángela no podía ir, así que fuñi sólo y fue ahí que conocí a Camino.

- Bueno Maite el procedimiento es bastante simple, empezaremos de adelante hacia atrás eso significa que empezaremos con los recuerdos más recientes y de allí iremos hacía atrás.

Cada recuerdo tiene un núcleo emotivo, nosotros atacamos ese núcleo para que al despertar por la mañana no quede rastro alguno en su memoria... como las imágenes de un sueño al despertar.

- ¿Existe riego de lesión cerebral? pregunté algo preocupada.

- Bueno... técnicamente el procedimiento es una lesión cerebral, pero es el equivalente a una noche de borrachera, nada serio.

Después de realizarme el llamado "mapa cognitivo", volví a mi departamento y en el hall del edificio me encontré con mi vecino Liberto con quien no tenía un trato muy estrecho, nada más allá de un hola o buenas noches.

Mientras revisaba mi buzón de correspondencia, Liberto me preguntó por Camino y sí ya tenía planeado algo para celebrar el día de los enamorados, ya que faltaba un día para ello. Fríamente me limité a responder que no y él se mostró extrañado y me recomendó que no me dejase estar sino acabaría cenando en algún local de comidas rápidas, que nada de romántico podía llegar a ser. Cerré el buzón y me despedí sin más de Liberto.

Ya dentro de mi departamento, me puse el pijama nuevo que me compré al salir de los consultorios Alarcón, me tomé las pastillas indicadas por Aurora y me senté en mi cama a esperar. Momentos más tarde empecé a sentirme un tanto extraña y mareada, la habitación me daba vueltas entonces me tumbé de espaldas con los ojos cerrados y me desmayé.