Todo empieza hace un tiempo, la secundaria, talvez un día como cualquier otro;
me levante con el tiempo perfecto para la rutina de una colegiala, tome un baño y me puse el uniforme, desayune algo que ni siquiera recuerdo, camine hasta la escuela que no estaba a mas de cinco calles...
Mi primer clase era física, una signatura que no entendía del todo, y aunque no hacia un esfuerzo por comprender las actividades, fracasaba tristemente y me nada jaqueca calcular... lo que sea que teníamos que hacer el la clase, no entendía la mitad de la hora de clase, curiosamente esta implicaba la explicación de la misma, luego la profesora tomaba un café y nos ignoraba el resto de la hora, por lo que no muchos se dedicaban a realizar las actividades.-hey, Emma -dijo una voz, atrayendo mi atención- creo que deberías apuntar eso
era Laura, mi amiga desde que entramos a la secundaria, hasta ese momento note que ni siquiera había sacado mis cosas, por lo que me dispuse a hacerlo lo mas rápido posible
-oh, por todos los cielos -exclame un poco alto pero nadie lo noto-
-¿que sucede ahora? -Laura pregunto como si siempre me quejara , (era cierto)-
-No puedo creer que no traje mi plumón rosa cabello de Sayori -me lamente con una pizquita de drama--no seas babosa y usa cualquier cosa -sin duda ella nunca entendería la complejidad de las tonalidades en general-
-seria una babosa si usara un color rosa tan corriente como el de tu tanga -no habría tregua si insistía en que me conformara con un rosa normal-
Laura soltó una risa, y yo rodé los ojos. Inmediatamente mire con cautela a cada uno de mis compañeros, para poder seleccionar al que tuviera una mayor cantidad de colores los cuales complacieran mi expectativa de glamour.
Pude observar uno que capto mi atención, un rosa tan pacifico y a la vez tan presente, podría jurar que era el rosa pezones de Donal Trump. quede maravillada y Laura también, aunque ella lo niegue.
- ¿E-Es el rosa pezones de Donal Trump? -Laura tembló al pronunciarlo, sabia que yo era capaz de sacarle los ojos a alguien por esa tonalidad tan mítica-
-lo es mi estimada Laura, lo es.
No espere ni un segundo para levantarme discretamente de mi asiento y caminar hacia ese pedazo de plástico que había cautivado mi ser. Pero cuando mis pecaminosas manos estaban tan cerca de tocarlo, se alejo de mi alcance.
Rápidamente levante la mirada furiosa para ver quien osaba interrumpir mi sagrado encuentro, y note como un chico de cabello negro y una cara nerviosa sostenía el preciado tesoro que yo deseaba.
-emmm... ¿buscas algo? -el chico estaba obviamente extrañado de los acontecimientos. Recapacite, era imposible que un plumón tan deseado por media humanidad no tuviera dueño, así que debía ser amable-
-oh, solo quería preguntarte si tu, el gran poseedor del plumón rosa pezón de Donal Trump, miraría con gracia a esta humilde servidora y me dejaría palpar su grandeza con mis palmas -sabia como conseguir lo que quería-El chico estallo a carcajadas como era de esperarse, y cuando pudo hablar sin reírse como una loca, me lo tendió -espero que te sirva- lo tome con mis manos, y apenas agradecí, volé hasta mi asiento e hice uso de tan magnifica pieza. Cuando la clase de Física termino, me despedí con una profunda tristeza del plumón que había conquistado mi corazón, entregándoselo a el dueño del que no recuerdo su nombre.
El resto del día lo pase con Laura y Kenian, a diferencia de Laura, Ken y yo llevamos medio año de una bonita amistad, rara, maniática, inmadura e incluso descarada, pero bonita. Era mas cercano a Kenian que a Laura, pero esto parecía no importarle, Keni era una persona maravillosa y siempre sonriente, bueno los tres lo éramosEn el receso Laura saco el tema de el chico que me presto el plumón y kenian parecía fascinado por como lo relate, pero me desconecte del mundo cuando me pregunto su nombre
¿Cuál era su nombre? ni siquiera lo sabia... cielos que boba, -pensé- no le daré importancia, en tampoco pregunto el mío.¿Era un chico lindo? si, sin embargo eso nunca me importo hasta mucho tiempo después.
En la siguiente clase de Física, Laura le hablo un poco y me invito a hacerlo, claro que esta vez si le pregunte su nombre, era Santiago, o... Sebastián... talvez era Samuel, bueno lo llamare el chico del plumón. Le pareció gracioso cuando en la salida me despedí de el como "niño del plumón" y también a Laura, ambos repitieron el nombre del chico pero mas tardaron en recordármelo que yo en olvidarlo.
Laura le dijo que viniera a almorzar en el descanso con nosotras y Kenian, el acepto gustoso. Y en el descanso se sentó a mi lado y de Ken, con quien se llevo bastante bien,
Desde ese día almorzamos juntos en todos los descansos y en física pasábamos platicando toda la clase. Aunque Sebastián, alias el chico del plumón, era bastante atractivo, tierno y lindo. La idea de una situación romántica no estaba en mis planes, pero...¿puedes tu decidir de quien enamorarse?...
Me temo que no en esta historia
#ElChicoDelPlumon
#RosaPezonesDeTump
#RosaTanCorienteComoTuTanga
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Antes de amar
Non-FictionCuando era pequeña, pensaba que el amor era un juego que practican personas que se aburrían de su rutina, y querían desperdiciar un poco de tiempo, algo completamente innecesario. Pero después llego el chico que cambiaria mi percepción del amor, y m...