Capitulo 1. Reabriendo Cicatrices.(Parte 1)

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Pov. Abigayl.

-Abi!, Abi, apresúrate sino llegamos tarde!!

-Ya, ya salimos, además “llegamos” me suena a manada- dije interrumpiendo a mi a veces desesperante hermana.

-Hay no seas así!, dijiste que tu más te  ibas a apuntar a las clases de defensa personal, además recuerda el trato que tuvimos- me mira con una mirada acusadora  y me apunta con su dedo.

-Tefi, sabes que soy algo torpe además yo se como defenderme, mientras que tu mi querida y fideucha hermana, pues… me preocupa que te ocurra algo y yo no este no me quiero ni imaginar lo que te pueden hacer y…- me interrumpe lanzándome una de sus medias que probablemente  sucia, iugh.

-Abi tranquila, no creo que me pase nada, además por eso mismo vamos a estas clases y mira se que te preocupo y todo eso, pero tampoco es para que te pongas sobreprotectora y pienses que me van a hacer tallarin o cualquier cosa, vale.

-Esta bien por ahora dejemos esto así, sino nos ponemos sentimentales  después te pones a llorar y luego acabamos comiendo toda nuestra reserva de helado mientras vemos alguna película  - lo digo mientras me pongo mis zapatillas,  tomo mi bolso y me dirijo a la entrada.

-Oye!, yo no lloro!, solo que mis lagrimales tienen una producción en exceso en momentos sentimentales  - se encoge de hombros convencida de su argumento, yo le doy una mirada de incredulidad.

-Si, si con razón hasta el doctor dice que eres rara - pongo los ojos en blanco mientras trato de ocultar una sonrisa de lado.

-Oye mira la hora- me muestra su celular pero yo no leo ni mierda, al parecer se da cuenta Tefi y me encaja su celular a mi rostro mientras lee la hora

-Son las 5:00 ciega, andale, andale arriba mujer, mueve ese bonito culito que tienes pero no mejor que el mío- me empuja de la entrada y cierra la puerta, luego me va jalando como si fuera muñeca de trapo por las escaleras; a decir verdad mi hermana para ser un hilo tiene mucha fuerza.

Llegamos al parking subterráneo del edificio y me dirijo hacia mi hermosa moto Ducati negra, hay si que es una preciosidad, me subo en ella seguida por Tefi a quien le paso un casco, cuando termina de ponerse el casco y se acomoda me mira esperando que haga algo, yo al no entender le pregunto

-Que?, acaso tengo unicornios vomitando arcoiris en mi cabeza- ella solo me mira con seriedad y apunta asu casco luego al mio.

-Deberías de ponértelo, sabes de lo que pienso de que no uses el casco, recuerda…-lo ultimo me lo dice con un tono muy bajo e indeciso, me pregunto si..oh no- recuerda lo que paso con Tía Tessa.

De a poco se me descompone la cara, se transforma de una sonrisa juguetona a una mascara de seriedad con una mirada vacía,y de pronto comienza la ola de emociones que me embarga, una amarga mezcla de rabia, tristeza, pena, impotencia y mas que todo miedo. No puedo mostrarme así ante Tefi, simplemente por que no, sospechara, y comenzara a hacer preguntas y ahora no deseo su interrogatorio, por mucho que me duela tengo contarle todo, pero hoy no es el día, no esta lista…

-“Eres tu la que no estas lista”- maldición ahora mi maldita conciencia hace acto de presencia, como siempre dando su opinión donde no le incumbe.

-“Claro que me incumbe querida, yo solo trato de  ayudarte" - No prestó atención a lo que dice mi conciencia pero estoy segura de que Tefi sospecha de todo y eso también aumenta mi ansiedad, que ella no sepa la verdad  de toda esa maraña de mentiras.

Al final solo la miro con seriedad y le contesto derrotada con un simple asentimiento, me pongo el casco y arranco la moto tratando de aparentar que no dijo eso ultimo. Cuando llegamos aparco en el estacionamiento, pero al estar sumida en mis pensamientos no presto atención a que Tefi me empuja y sale corriendo cabreada hacia el edificio donde pasaremos esas estúpidas clases de defensa.

Abigayl Kethels▒ Concurso de: "Él es mi boxeador"▒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora