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Hollywood Howl, el festival de música donde reinaban las drogas, alcohol, buena música y claro, miles de hombres y mujeres dispuestos a pasarla bien.
- ¿Otro más, Den? - Cuestionó Gigi al verla tomar velozmente el que sería el quinto shot de Vodka.
- ¿Y por que no? - Respondió con una sonrisa la pelinegra - Dije que esta noche sería para divertirme y eso haré.
Ella le hizo una seña al camarero para que le sirviera más.
- Entonces te gustará esto - Musitó el chico a su lado, alargándole una bolsita de plástico con un polvo blanco en su interior, Denisse sonrió con solo verlo.
- Por supuesto que si - Denisse alargó la mano y lo tomó - ¿Cuanto quieres?
El chico de piel morena sonrió.
- Por hoy es un regalo, pero si quieres más... - El anotó velozmente su número en una servilleta que había encontrado - Puedes llamarme si gustas.
- No dudes que lo haré.
El chico le guiñó un ojo y se fue de ahí. Denisse sintió la mirada de todas sus amigas sobre ella.
- Ni se te ocurra hacerlo, Den - Le advirtió Becka - No quiero que vuelvas a terminar desmayada en mi sillón y que Donovan esté llamando a las cinco de la mañana preguntando por ti.
Denisse bufo y abrió la bolsita - Tranquila nena, puedo controlarlo.
Oh, vaya que estaba equivocada...
Cuando la cocaina comenzó a hacer efecto en ella, Denisse perdió de vista a sus amigas para terminar bailando sola en medio de miles de personas. Ella sintió unas manos posarse en sus caderas y un aroma a licor y loción de hombre llegó a sus fosas nasales.
- ¿Quieres bailar? - Susurro alguien en su oído, ella se dio vuelta encontrándose con una mirada marron igual de dilatada a la suya y unos labios rosas curveados en una gran sonrisa.
Denisse alzó sus brazos y los puso sobre los hombros de aquel atractivo chico de pelo castaño, comenzó a mover las caderas al ritmo de la música, mientras aquel chico hacía lo mismo.
Constantemente, el acercaba su rostro al de ella jugueteando, Denisse sabía exactamente lo que hacía así que simplemente colocó su mano sobre la mejilla de aquel chico y acercó sus labios para besarlo.
Para Denisse todo fue un momento borroso, en el cual nada estaba claro. De un momento a otro ella y el chico misterioso ya estaban fuera del festival en camino a un motel cerca.
Las caricias y besos fugaces no se hicieron esperar al momento en que ambos pusieron un pie en la habitación del motel y en menos de cinco minutos ambos estaban desnudos en la cama de aquel motel.
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