- Oye, ¿en serio me pedirías algo a cambio? - pregunta algo molesta la castaña
- Preciosa, no todo en la vida es gratis y fácil, ¿no? - dice el muchacho mientras dirige ahora su mirada a los ojos de Valentina.
- Entonces habla de una vez. Si es por dinero, prometo darte hasta el doble de lo que normalmente cuesta ese CD. Lo necesito con suma urgencia, es para mi novio. - dice la muchacha de ojos claros mientras desvía la mirada de Tomás, pues se siente algo intimidada.
- No es dinero, sino algo que tu puedes hacer por mi. No te va a costar mucho y tal vez hasta te guste. - dice el muchacho guiñandole el ojo.
- ¡Habla de una buena vez! - dice Paula perdiendo la paciencia.
- Bueno, bueno. - dice Tomás entrelazando los brazos y luego dirige la mirada a Valentina - Un beso de parte tuya, niña hermosa.
- ¿Mío? ¿Disculpa? ¿Acaso no escuchaste que tengo novio? Si estoy aquí pidiéndote el favor de que me consigas ese CD, es porque quiero hacerlo feliz, no es por mí ni porque quiera quedarme hablando contigo. - aclara la castaña mientras se acomoda la blusa.
- Relájate, no tienes que ponerte así, es sólo un beso, preciosa y obviamente no seria acá por si sientes miedo de que alguien nos vea. Podemos ir a los casilleros de los empleados, al final del local. - dice sonriendo el muchacho porque sabía que ella quería ese CD y terminaría aceptando.
- Me voy, no lo haré. - dice Valentina - vamos, Paula. Ya encontraré otro regalo para Camilo.
La muchacha de ojos azules bufa y le da un beso a Tomás, el cual se sorprende pero le sigue el beso. Valentina abre los ojos a más no poder.
Paula termina el beso y le hace una sonrisa cínica al muchacho.
- ¿Quedaste feliz? - pregunta Paula.
- N- No me lo esperaba de parte tuya. - tartamudea Tomás.
- No te ilusiones, sólo fue porque quiero que mi amiga sea muy feliz con su novio. Ahora ayúdanos. - dice la muchacha de ojos azules y saca de su cartera un labial para retocarse.
- Me encantó, deberíamos repetir. - dice pícaro el muchacho.
- Olvídalo. - dice torciendo la boca Paula.
- Bien, bien. - dice Tomás y voltea a ver a Valentina. - tú amiga besa delicioso pero si algún día deseas probar estos hermosos y carnosos labios, no dudes en venir.
La castaña rodea los ojos y niega varias veces con la cabeza.
- Deja de ser coqueto con todas y más bien ayúdanos de una vez por todas, así era el trato. - dice Valentina.
Luego de una hora, el muchacho se contactó con un amigo que tenía en su tienda, el tan anhelado disco y se lo trajo por domicilio. La muchacha de ojos verdes le pagó a Tomás lo que costaba, que cabe recalcar, le cobró un poco más por no haberle aceptado el beso. Sin embargo, Paula frunció el ceño y le afirmó que en su vida, volvería a darle ni el saludo, a lo cual el muchacho solo río y asintió.
Las amigas salieron hasta el estacionamiento, Paula se sentó de nuevo como piloto y Valentina como copiloto; sacó su teléfono cuando es que pudo ver que tenía más de 400 mensajes de Camilo y 31 llamadas pérdidas, a lo cual ella se preocupó y lo llamó. Sin embargo, luego de varios repiques; el no contestó y se asustó aún más.
- ¿Qué pasa; amiga? Te veo muy angustiada. - pregunto Paula sin despejar los ojos de la vía.
- Camilo me estuvo llamando y escribiendo durante el tiempo que estuvimos en la tienda y ahora no responde. - dice con los ojos cristalinos.
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¿Del odio al amor?
RomantikValentina y Juan, unos niños vecinos que siempre se detestaban, pues las pocas veces que interactuaban, sólo era para hacerse bromas el uno al otro y ofenderse. La pequeña castaña tuvo que cambiarse de ciudad por una mejor oportunidad laboral de su...