Parte de lo que soy

Capitulo uno

COMO UN DIA NORMAL

Siendo sincera, no me gusta decir lo que escucho de las voces que nacen de mi, no me gusta simplemente revelar aquella privacidad que poseo, y aquello que solo yo puedo escuchar y puedo narrar dependiendo de lo que quiera decir. Pero más allá de todo, supongo que debo aceptarlo porque es parte de lo que soy.

A veces solo nos queda ver desde aquel profundo hoyo sentimental reprimido, como la vida pasa; y allí, encontramos el hecho de que como seres humanos debemos adaptarnos a esas grandes sorpresas que vemos como repentinos problemas.. Y luego terminan siendo eso que necesitábamos para averiguar quién somos realmente.

Voy a empezar diciendo que todo comienza así.. No quiero dar spoilers y tampoco les diré si esto es una historia de amor, de sufrimiento y tal vez muchas otras cosas que puedan imaginarse. Lo que si diré, es que esta es mi historia, la historia en donde me doy cuenta de que la vida es mejor cuando dejamos de pensar demasiado, la historia en donde conozco personas que son realmente personas buenas, la historia en donde me pregunto ¿quién carajos soy? Y la historia en donde me respondo esa misma pregunta luego de muchos sucesos.

Básicamente.. Todo comienza así.

Un nuevo día en el que pensé que todo sería igual, un nuevo día en el que pensé que tomaría un libro y leería hasta que mis ojos se cayeran del sueño.. Pero nada es lo que parece; en fin.

Vi el sol colarse por la ventana color verde oscuro de mi gran habitación, habían días en los que me gustaba mirarla y tapar mi vista periférica con mis manos para solo concentrarme en aquel contraste que marcaba, al menos para mi, lo que sería un nuevo día.

Podía pasar horas mirando aquel paisaje, expuesto como una hermosa imagen cambiante para quien quisiera admirarlo y estudiarlo.

Sin más, parpadee unos segundos viendo lo estupida que podía llegar a verme en esa situación y reaccioné oyendo mi estómago rugir, claramente tenía un hambre de otra galaxia.

Deje de pensar y baje de la cama, me coloqué mis cómodas pantuflas azules y me miré de reojo al espejo notando las grandes ojeras causadas por el cansancio.

Por si no lo sabian, y si lo saben igual lo voy a decir.. No es fácil dormir con pequeñas vocecitas provenientes de quien sabe donde, diciéndote cosas que tienen sentido solo si prestan atención. Así que si quieren imaginar aunque sea un poco mi aspecto físico, empezaré diciendo que mis ojeras son realmente gigantes.

Sali de mis pensamientos y abri la puerta de la habitación.
Baje las escaleras mientras amarraba un moño algo disparejo a mi corto cabello color rubio muy claro, al finalizar las escaleras en forma de caracol, habia una gran sala con una mesa de cristal en el centro muy grande y baja donde podía pasar horas leyendo libros aún más grandes que la mismísima Biblia.

Abri una gran puerta dejando atrás la sala, y se abrió paso a un gran comedor con flores amarillas en el centro y unas pocas sillas de cuero, me senté en una de ellas, en la que usualmente me sentaba y mi pensamiento mañanero volvió a mi.

Bajar las escaleras, salir de mi habitación, y nunca parar de escuchar cosas apesar de que el silencio en esta casa era infaltable, me recordaba las veces en las que hacemos las cosas no necesariamente porque sea lo que queremos hacer, como cuando vamos al odontólogo y no queremos realmente, bueno, pues así se siente para mi.