Asphyxia: 02

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Contaminada

Londres sombrío pasaba por su ventana.

Apenas recordaba sus últimos ratos de "libertad" como ella lo llamaba, releyendo uno de sus libros favoritos. Desde la perspectiva del ahora hubiera preferido comer algo dulce también.

Pero ni la nostalgia esfumaba su ira.

A la tenue vibración del carruaje, Kristen respondía con un aura infantil de reproche. Su padre sentado al frente suyo la miraba regañándola en el silencio, mientras que su madre al igual que ella cataba el Londres que dejaba atrás.

En resumen, un viaje cargado de energías negativas.

Llegaron en cuestión de minutos al nido de demonios, o mejor llamado, mansión Phantomhive, y en cuestión de segundos fueron atendidos por el Main Butler, un hombre alto, joven y guapo, con una sonrisa tan falsa como hermosa; Sebastian Michaelis.

ꟷBienvenidos a la Mansión Phantomhive, yo soy Sebastian Michaelis, el mayordomo principal, por favor pasen, mi amo los está esperando. ꟷDespués de ese cordial saludo los Dahlbeck fueron guiados hacia el salón de invitados. Luego de algunos segundos se presenta un joven alto, de cabellos "Azul Anciano"* y ojos "Klein Blue"*, con un parche negro en el ojo izquierdo, el Conde Ciel Phantomhive.

ꟷSean bienvenidos. Estoy agradecido de que hayan aceptado mi invitación. Yo soy Ciel Phantomhive, el líder de la familia Phantomhive, es un gusto conocerlos.

ꟷAh, joven Conde, es un gusto verlo de nuevo, tan joven y talentoso como siempre...ꟷ A toda la palabrería de su padre, Kristen solo repetía en su mente "viejo orgulloso, solo lo elogias porque eres un interesado, escoria andante", era obvio que su progenitor no buscaba más que el dinero y poder del Conde, bueno, quien noꟷ Le presento a mi hija, Kristen Dahlbeck, Kristen, él es tu prometido.

Para no lucir maleducada Kristen hizo una reverencia leve. Si de algo se enorgullecía era de sus modales que le habían sido impartidos de pequeña. Vale que necesitaba que el Conde la odiase, pero eso no significa dejar sus crianzas a un lado, eso jamás.

ꟷEs un gusto conocerlo, Conde.

ꟷEl gusto es mio, pero por favor no me llame de usted, de todas maneras pronto seremos muy íntimosꟷ una maliciosa sonrisa acompañada con un seductor tono e ideas poco puritanas rodeaban al Phantomhive. En su mente estaba seguro de que Kristen era virgen, y sería un placer desvirgarla cruelmente en su noche de bodas. Tomó la mano enguantada de la pelinegra y dio un seductor beso húmedo, a lo que Kristen respondió con una mirada de asco y repulsión, como si hubiese tocado una cucaracha. Ciel se acercó a todos por igual ꟷPor favor seguidme, el té lo serviremos en el jardín.ꟷ Dicho esto, empezó a caminar, mientras que los invitados seguían su paso.

En una parte del camino (exactamente cuando desertaban de la sala de invitados) tuvieron que pasar por el lado de Sebastian, momento que él tomó para poder percibir el sabor y textura de su alma. Primero Edgar, un alma codiciosa y supersticiosa, aburrida. Luego Jone, ambiciosa y superficial, ridícula.

Asphyxia[Sebastian Michaelis]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora