🌩『 Capítulo 2 』

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Parpadeaba repetidas veces tratando de acostumbrarse. Pero no importaba cuantas veces abriera y cerrara los ojos, el no era la ilusión que creía. El muchacho de cabellera rojiza se veía alegre mientras atendía a las personas con su característica sonrisa.
"¿Cómo es que puedes estar tan feliz todo el tiempo?". Le preguntaba Yoongi demasiado curioso al respecto.

—Debes entender porque sentiste todo lo que sentiste y porque ya no debes sentirlo—le respondía Hoseok dejándolo aún mas confundido que al principio.

El chico le recordaba al atardecer. Era una persona que le hacía bien al mundo, porque brillaba, y lo hacía tan resplandeciente que solo te quedaba contemplarlo y disfrutar.

Min Yoongi deseaba ser como el, libre y feliz, sin embargo, aún con simplicidad en su aspecto, una enorme complejidad rodeaba sus pensamientos. Y en ese momento no pudo evitar recordar la recién sesión:

Creía que estabas mejorando—le menciono la doctora Kim con esa decepcionante expresión en su rostro.

—También creí eso, pero...

—El no volverá Min—le interrumpió la castaña causando que su pecho se comprimiese—Y no puedes hacer nada para cambiar lo sucedido, no eres culpable de nada...

—Pero si responsable de todo—soltó con los ojos ya cristalinos—Yo...

—Lo amabas—le interrumpió sonriendo nostálgica—Pero ya debes dejar de torturarte con tales recuerdos, con las preguntas, estás enfermo de infelicidad y solo desarrollaras más tu fobia.

La doctora tenía razón. Tenía que aprender a vivir con lo sucedido, o seguiría enfermando.

Cansado, salió de aquel consultorio al que visitaba cada semana, desde hacia ya un año. Sin embargo aún no había mejoría alguna, y Min no podía simplemente culpar a la doctora, en realidad, conversar con ella acerca de su sentir y pensar le hacía sobrellevar las cosas tremendamente, si había alguien a quien echarle la culpa, era a él, a nadie más que a él, por no permitirse mejorar.

El cielo esa tarde se hallaba nublado, caminaba a su trabajo que relativamente se encontraba cerca, sumergido en vagos y triviales pensamientos.

Sin previo aviso, gotas comenzaron a caer, haciendo que se detuviera por completo. Recibía leves empujones por las personas que venían detrás suyo, y que no se percataron de su detenimiento.
Con su corazón ya algo agitado, se alejo del paso y se recargó sobre el vidrio de la cafetería.

Su respiración comenzaba a fallarle, la garganta se le cerraba y le impedía tan siquiera que el aire pasara, su pecho se oprimía, sentía que se ahogaba, que moriría en cualquier segundo al recordar su piel bajo la suya, como sonreía cuando acariciaba su mejilla y como sus manos recorrían su torso, tan delicadamente como si del toque de una pluma se tratase.
Y comenzó a sentir pánico.
Su ansiedad lo poseyó como un virus, comenzó a llorar y se desmorono al momento en que sus piernas ya no reaccionaron.

"Su sonrisa antes era fácil causarla, ahora rogaba por verla aunque sea en un sueño, al menos un bosquejo de ella"

Empuñando sus manos se dejó caer mientras la lluvia lo envolvía como un remolino, todo estaba mal en el, su pulso, su respiración, cómo si dejara de existir todo a su alrededor, enfocándose así, sólo en el pasado, en esa noche...

Recién llegaba al lugar en donde había citado a su amado. Estaba nervioso, pero el nerviosismo era reemplazado por emoción al imaginar aquel anillo en su cuarto dedo.

De pronto notó como la gente se reunía en un punto específico, la lluvia estaba presente y por algún motivo, el no tenia un buen presentimiento. Con miedo, se acerco a la multitud a la mitad de la calle, percatándose al asomarse de algo que lo destruyó por completo. Ahí estaba su amado tendido en el suelo.
Y todo su mundo se derrumbó en mil pedazos.

Desde ese momento, todo había cambiado para el, se hundía lentamente en la tristeza y ya no sabía como salir, estaba tocando fondo.

La lluvia...Siempre traía consigo ese recuerdo, haciéndolo deambular, haciéndolo caer, de ahí su fobia a ella.

El pelirrojo lo observó angustiado desde dentro del establecimiento, preocupado corrió hacia a el y lo tomo por los hombros.

—¡Min!—gritó, pero él lo escuchaba en eco—Hey...—susurró posando su mano sobre la mejilla del peli negro haciendo que lo mirara a los ojos—Todo está bien—pronunció con dulzura—Todo estará bien, confía en mi.

No sé como explicarlo, pero se podía percibir como a su alrededor todo desaparecía, y sólo cruzaban miradas.

Estaban siendo abducidos por su mente, y esta los llevaba al momento en donde nacían las constelaciones, eran de otro mundo.
Aquel era un momento cósmico.
Solo diré que con solo mirar la sonrisa del chico con el pelo rojo, todos los miedos de Yoongi se durmieron, su respiración comenzó a volverse tranquila y...en sus brazos la vida nuevamente lo abrazo.

El silencio presiono su roto corazón, hizo secar y desaparecer el dolor, como un milagro.

Su voz lo elevo al cielo, sacudiéndolo suavemente. Después de todos esos sentimientos difíciles y la desesperada espera.
Por fin la suave lluvia cayo sin hacer un solo sonido.
Y cómo un rayo de esperanza, vino a su corazón.

Qué importaba ya el final, con semejante principio.

 ☀️ A WeLcOme RaiN [Yoonseok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora