Mi hija y yo

Entrenamiento intenso

-¡Cuando termines vas a correr 20 Kilómetros!- maldita sea la hora en la que su enamoramiento lo llevo a esto, su madre lo llevo a un campamento de entrenamiento por cinco largos años y que dijo su padre nada, al contrario después de enterarse del fracaso de la misión de su hijo y el echo de que él tuviera que ir a reparar los desastres que causó en su misión era más que obvio que iba a querer que su hijo sea mejor mago y que no sólo sepa usar su magia de espadas sino que hiciera uso de su magia celestial, ante su padre quedó como un vago que no sabe hacer más que coquetear con una pequeña pelirosa, así que ahora era un pequeño muchacho que necesita ser disciplinado.
-Mas rápido enano eres demasiado lento y caes en las trampas muy fácil tu padre llegará en dos semanas y el entrenamiento será peor- dijo su madre cuando él estaba saliendo de un agujero en ese momento sintió que su vida se iba y efectivamente su espíritu se fue y él se desmayo.
-¡Mocoso holgazán!- grito una muy enojada Erza.
Un olor delicioso invadió sus sentidos abrio los ojos y observó como su madre cocinaba pero entonces lo noto el semblante triste de su madre mientras servía el estofado eso le partió el corazón.
-Lo siento- dijo y llamo la atención de su madre quien lo observó.
-Yo me esforzare y seré un gran mago, dejaré de perseguir a Litsu, y trabajaré en mejorar mi magia, pero no llores, por favor- al escuchar la voz de Beliserion Erza sonrió y abrazo a su hijo haciendo que este se acurruco y empezó a llorar mientras abrazaba a su madre, Erza estaba triste no pasaba mucho tiempo con Jellar y se sentía abandonada pero siempre estaba con su hijo y eso le hacía feliz.
-Lo sé ahora no llores bebé-
Tras varios días de entrenamiento intenso Beliserion  podía dominar su magia más hábilmente, dominaba sus espadas y el cambio de armaduras resultaba más fácil e incluso había podido acumular magia de cuerpo celestial.
-¡Gran Chariot!- Erza y Jellar, quien había llegado hace un par de días, ambos habían echo aquella técnica frente a Beliserion quien sonrió bastante emocionado al ver el poderoso ataque que lanzaron sus padres mientras el hacia la posee con sus manos jugando un poco pero entonces volteo un poco y se sonrojo igual que su cabello, sus padres se pusieron muy románticos ante eso decidió dejarlos solos y buscar lo que ocupaban para la comida, quizás ese entrenamiento no sólo le sería útil para mejorar como mago y persona sino que también ayudaría a la relación de sus padres a recuperar el tiempo perdido a amarse, pero también a ellos como familia pasar más tiempo juntos y no únicamente ciertos días, un descanso como miembro del consejo y de los diez magos santos era lo que necesitaban.
Litsu se puso de pie y sacudió la ropa mientras salía del corral de los patos arreglo su ropa y salió corriendo para darle de comer a todos los animales, su padre se había ido a buscar a los criminales pero volvería en la tarde a ayudarle con su magia y en una semana Brandish llegaría a darle consejos de magia espiritual para mejor sus técnicas, lo segundo es que ella está encargada de los animales de Dimaria, por último tiene clases con su padre en la noche, como un buen mago debe de saber de lectura, escritura e incluso los números para no ser engañados en ningún caso, tenía un gran día pero eso era mejor que soportar a dos dolores de cabeza quizás con el tiempo libre todo se calme.
-Litsu las vacas- dijo Dimaria haciendo que la pequeña pelirosa volteara y corriera a ver el ganado para darle de comer a aquellas criaturas.
-Después van las gallinas y los borregos, ¿Me ayudas a trasquilar?-
-Yo lo hago- dijo alegre Litsu y fue corriendo para darle de comer a las vacas y al verlas tan tranquila corrió por un balde y un banco se colocó con cuidado y empezó a ordeñar a la vaca con mucho cuidado, soltó una risa, ya anteriormente en las vacaciones de con su padre Randy los había traído a este lugar y Dimaria le enseñó muchas cosas, pero no lo hacía porque era muy pequeña pero ahora quería hacer de todo ayudar con todo y mejorar su magia, ahora tenía todo el tiempo y además no se iba a dedicar a esquivar por más tiempo, aunque gracias a eso es experta en esquivar cosas.
-Oh eres muy buena, y eso que tenías cinco años cuando te enseñé, bien trasquila la oveja y vas por los huevos te espero en la cocina- Litsu se alegró al escuchar el cumplido de su tía sonrió y al terminar de ordeñar las vacas corrió para trasquilar las ovejas.
Natsu siguió un rastro de los bandidos lo que lo llevo a una guarida en la montaña, rápidamente lanzó un potente rugido de fuego destrozando la montaña y sacando a los que moraban ese lugar.
-¡¿Quien fue el imbécil?!- Natsu los observó y suspiro no eran magos así que tras veinte minutos regreso con el sheriff lanzando a los bandidos a sus pies.
-Me asombra señor Dragneel tenga- dijo el sheriff dándole la recompensa.
-Cuando tenga otro trabajo así llámeme- con esas palabras Natsu se fue pero no noto algo es que varias mujeres lo estaban viendo mientras se iba a casa.

Nuevo episodio nos vemos en el siguiente