Ámame como soy [Katsudeku] - dekuvillain

Prólogo

-Aunque no tenga un quirk, ¿puedo convertirme en un héroe? ¿Puede alguien sin un quirk ser como tú?

Desde que tuvo memoria, siempre admiró de sobremanera a los héroes, se sentía maravillado por todas sus hazañas y por lo increíbles que se veían, le parecía muy épico ese solicitado trabajo de héroe. Y a medida que fue creciendo de pensamiento, logró identificar la mejor parte de ser héroe.

Salvar a las personas con una sonrisa. Justo como su héroe favorito lo hacía.

Lograr ver los rostros agradecidos y emocionados de las personas al ser rescatadas por los héroes, conseguía que el pecoso tenga el sueño de ser un héroe que salve a todos, ser un héroe incondicional y capaz de superar todos los obstáculos y miedos con una sonrisa.

Entre uno de esos obstáculos, estuvo su percance de ser un quirkless. Pero eso no interrumpió el gran anhelo de cumplir su sueño. Siempre tuvo esperanzas a pesar de no poseer una particularidad; y en ese momento, en aquella terraza, todo dependía de la respuesta de su héroe favorito, el número 1.

-Salvar gente con una sonrisa y sin miedo. ¡Quiero ser un gran héroe, como tú....!

No pudo completar la frase, ya que quedó atónito al ver como el héroe fue reemplazado por un hombre delgado y decrépito. All might, debido a la situación se vio obligado a contarle su secreto.

-No puedo decirte simplemente "puedes convertirte en un héroe incluso sin un poder" - aclaró.

-Ya veo...

-No es malo soñar. Pero también debes considerar la realidad, jovencito.

Dichas esas palabras, All might abandonó el lugar, y dejó al pequeño peliverde con dudas existenciales.

Su sueño era lo que lo impulsaba a seguir adelante, a levantarse motivado cada mañana, a estudiar e investigar temas relevantes, y básicamente a intentar ser mejor cada día. Su sueño llenaba su alma y su corazón, y este se esfumó en cuestión de minutos.

Ciertamente, no sabia cómo sentirse. ¿Feliz por ser escuchado y aconsejado por el mejor héroe? ¿Triste y perdido al dar por terminado sus sueños al enfrentar secamente la realidad?

Por su mente cruzaban toda clase de pensamientos, que a la vez eran expuestos al aire mientras murmuraba con pesar.
Se quedó en aquella fría y solitaria terraza hasta el atardecer; y a pesar de que los cálidos tonos del ocaso irradiaban esperanza, en su pobre corazón no existía nada más que confusión y duda.

Al presenciar la oscuridad de la noche, Izuku se acercó al borde del edificio y observó la ciudad iluminada, sintiendo a su corazón estrujarse.

La gran esperanza que sentía, seguía desapareciendo poco a poco, cada vez que recordaba las innumerables veces que el mundo le negó su sueño. Su madre perdió la fe hace varios años, sus compañeros de clase y profesores siempre se han burlado de él por ser tan ridículo al perseguir un sueño absurdo, y ahora la persona que más idolatraba y que siempre le brindaba la ilusión de que todo era posible, había sido duro con él, obligándolo nuevamente, a darse de roces con la realidad.

No pudo evitar derramar lágrimas sobre aquellas sonrojadas mejillas pecosas por vigésima vez en el día.

Sus ánimos estaban por los suelos; por un momento, pensó que ya todo estaba perdido, y llegó a su pensamiento la idea de saltar, así en su siguiente vida podría nacer con quirk.

Pero algo lo detuvo, el recuerdo de quién dijo esas palabras.

Kacchan...

¿Qué pasaría con él?