𝐀 𝐃𝐑𝐀𝐖𝐈𝐍𝐆 𝐀𝐁𝐎𝐔𝐓 𝐔𝐒 | 𝖸𝗎𝖣𝗈/𝖣𝗈𝖸𝗎

06.

El sol salía como cualquier otro, brillando fuerte como siempre y mostrando linda cara, ambos adoraban ello ya que les dejaba salir juntos el tiempo que quieran, incluso hasta tarde, porque hasta con la Luna en su máximo esplendor, ambos podían estar calientitos con el otro.

Esta fecha era especial, era un 26 de Octubre, cumpleaños del mayor de esta pareja. El menor estaba decidido de qué presente entregarle esta vez, pensó que que quizás los chocolates y flores estaban muy gastados, prefirió darle algo más dedicado, más personal, algo para él y su querido chico.

Como cada tarde, se juntaron en el campo con aroma a lavandas, frescas en aquel tiempo. Estaban teniendo un acogedor picnic, lleno de pequeñas cosas preparadas por ellos mismos y el regalo para quien cumplía un año más de vida hoy.

Aquella sorpresa venía en una pequeña caja, era indescifrable saber que era a primera vista, era una simple caja de cartón marrón no muy grande ni pesada, sin embargo, más sorpresa se llevó quien la abría al momento de ver que era.

Una libreta. Una libreta, más una pequeña carta y una linda caja de bombones.

Tan simple, pero a la vez tan bello y único. Fue lo primero que pensó Yuta al verlo, estaba maravillado con ello, y estaba decidido con que la llenaría.

Acordaron que sería una libreta de dibujos, así como un álbum de fotos a mano. Él quería que en todas esté solamente el otro, mas Dongyoung dijo que en todos, menos en el primer dibujo de la página veintisiete.

Ese número tenía un lindo significado para ambos, uno nació en un uno, y el otro en un veintiséis, sumados hacían veintisiete. El que sea el primer dibujo, era para marcar el veintisiete de Enero, día en el que decidieron estar juntos por siempre, y formar la historia más bella que se pueda contar.

Entrelazaron sus manos y se tendieron en el pasto, con los suaves rayos de sol acariciando sus rostros y refrescándose con las cortas brisas de aire frío que de vez en cuando viajaban por el lugar.

Ninguno hacía algún sonido, ninguno se movía. Tan solo se miraban a los ojos y sonreían en grande, transmitiendo tantas sensaciones y emociones que solo ellos podían hacer sentir al otro, que solo ellos conocían, y que ahora transmitirán y dejarán marcadas en la nueva libreta de dibujo, de cartón negro y páginas blancas.