Huérfanas Almas Cautivas [Mi versión]

III

Llevamos ya un rato hablando más de una  hora al parecer, ya sentía como una gran amistad con ellas y con Songül que por un momento no me aceptaba.

Hediye tocó la puerta de la habitación y nos avisó que ya era la hora de la cena aparte traía mi uniforme de la escuela por que mañana empezaba ya las clases.

— Yeliz— Dice Cader— Si quieres usar mi cajón para tu uniforme ya que se cajón esta un poco chico.

— Si, esta bien, gracias Cader.

Ella solamente asiente la cabeza y sonríe, una vez que guarde mi ropa en el cajón de Cader las seis fuimos al comedor.

Cuando llegamos me quedé en shock al ver tantas chicas dentro de este lugar, nunca creí que hubieran muchas.

— Son demasiadas chicas dentro de aquí— Dije sorprendida mientras tomaba mi charola para poder mi cena.

— Si... muchísimo más hay— Menciona Songül.

Las seis ya tomamos nuestra cena y nos sentamos en las bancas de este lugar, mientras cenamos Meral me mencionó el nombre de una chica llamada Defne... hija con unos padres un poco millonarios.

— Y por que debo tener cuidado con "Defene"— Pongo un poco de comida en mi boca.

— Es una persona mala que solamente trata mal a las huérfanas— Responde Songül— Me da ganas de...— Hediye interrumpe.

— Yelįz... lo siento por molestar pero un chico te busca.

Las chicas se voltearon a ver y me empezaron hacer caras, no sabía de quién me estaba hablando deje mi bandeja para seguir a Hediye a la puerta mientras las chicas me seguían.

— Ragmët?.

Uno de mis mejores amigos se encontraban fuera de este lugar esperándome en una moto llevando su casco.

— Yelįz!!.

Corro rápido y lo abrazó al momento de abrazarlo no tiene buen equilibrio y casi se cae pero se detuvo.

— ¿Que haces aquí?— Lo suelto.

— Me preocupe por ti ya que no ibas a la escuela y... fui a tu casa tu mamá abrió y pregunté por ti para terminar aquí  ¿Que paso que haces aquí?.

— Muy difícil de contar pero... si quieres por Messenger te explicó.

— Esta bien... mañana irás a la escuela?.

En cuanto Ragmët me menciono la escuela hice una mueca y el arqueo una ceja.

— Ragmët... tengo algo que decirte.

— Dime.

— Me cambié de escuela a donde van todas ellas— Señale a las chicas.

— ¿¡Qué!? Yelįz ¿Por qué?.

— Así tienen las reglas de aquí— Una mentira aveces no va mal.

— Entonces ya no te veré más?.

— Me dijeron que si se puede salir sin permiso y a cualquier hora ñ, tal vez podemos ir al parque que tanto íbamos saliendo de escuela ¿Te parece?.

Ragmët movió la cabeza como un si finalizó con una sonrisa, los dos nos abrazamos muy fuerte para luego despedirnos.

Se puso su casco y se fue en su motocicleta, voltee y pude ver las caras de las chicas, sabía que me iban a preguntar un montón de cosas así que cuando llegué con ellas les empecé a decir todo para que no confundan y piensen que es mi novio.