Hero - Michael Clifford oneshot.

Segunda parte: Forget.

Ya en la carretera, Michael puso música de nuestra banda favorita en su estéreo a un volumen moderado. Cantamos juntos un par de canciones y luego el cansancio invadió mi ser. Me acurruqué en el asiento del auto y me sumí en la oscuridad de mis sueños.

-____...- sentí el agarre de su mano en mi brazo –Amor… Ya llegamos.-

No sé cuánto tiempo habíamos pasado en la carretera, pero cuando logré sacarme de mi ensoñación y abrí los ojos, ya estaba amaneciendo. Observé el rostro de Michael y le sonreí.

-Vamos.- tomó mi bolso y sus cosas, y me tendió la mano. Me ayudó a bajar del auto y observé el gran cartel que brillaba frente al lugar.

“Hotel Kilómetro 5”

Entramos y Michael se encargó de pedir una habitación. Al llegar a ésta, dejamos nuestros bolsos y mi mochila en el piso y nos acostamos en la cama, abrazados. El cansancio todavía estaba presente en mi cuerpo y supuse que él estaba igual que yo, ya que apenas su cabeza tocó la almohada, cayó en un profundo sueño. Acaricié su pecho y su mejilla, y también me dejé llevar por la oscuridad nuevamente.

Me desperté de una horrible pesadilla en la que tenía de protagonista a mi padre… Mejor no recordarla. Me dio un escalofrío y mi respiración se encontraba agitada, pero al instante sentí los brazos de mi novio atrayéndome hacia él en un abrazo.

-¿Pesadilla?- preguntó con una mueca de preocupación en su rostro.

-Sí, una horrible.- otro escalofrío.

-Tranquila, estoy aquí, todo está bien. Nada fue real.- acarició mi cabello tranquilizándome, y dejó un suave beso en mi frente.

-Lo sé, gracias Mike.- murmuré y lo besé –Iré a darme una ducha, necesito despejarme y olvidarme de muchas cosas.- me arrastré hacia el borde de la cama para levantarme pero Michael me detuvo.

-Duchémonos juntos.- una sonrisa pícara se extendió por su rostro. Reí ante su propuesta y lo tomé de la mano para guiarnos hacia el cuatro de baño.

Una vez dentro, cerró la puerta y, agarrándome de la cintura, me atrajo hacia su cuerpo para fundirnos en un beso. Sus manos se encargaron de quitarme la rota camiseta y luego el sostén. Incliné mi cabeza hacia atrás para darle un mayor acceso ya que sus besos se prolongaron hacia mi cuello y clavículas. Continuó bajando con su accionar hasta que quedó arrodillado frente a mí. Allí, se separó por un minuto para poder desatar mis zapatillas y quitármelas. Luego, volvió a erguirse sobre sus rodillas para quedar frente a mi cintura. Desabrochó el botón de mis jeans y son sus suaves manos fue quitándomelo lentamente, junto con mis bragas.

-Da un paso hacia atrás, cariño.- indicó y yo obedecí.

Ya completamente desnuda, él volvió a pararse y unió nuevamente mis labios con los suyos.

-Mi turno…- suspiré sobre sus labios.

Me deshice rápidamente de su camiseta, dejando a la vista la maravillosa piel pálida de su pecho y abdomen. Mirándolo a los ojos, pasé mi mano por allí y luego acaricié los tatuajes de sus brazos. Sus pupilas estaban completamente dilatas, el precioso verde de sus ojos era tan solo una fina línea.