PRÓLOGO

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Estoy sola. Antes, de vez en cuando, me preguntaban por qué, pero yo nunca contestaba y a medida que pasó el tiempo, dejó de importarles. Me dedico todo el día (y a veces la noche, si me requieren) a mi trabajo: servir a la reina. No tengo nada más que hacer. Como he dicho antes, estoy sola, no tengo familia ni amigos. Simplemente realizo mis labores intentando pasar desapercibida; pero todo esto cambiará un día, un día en el que todos se girarán para mirarme, y se darán cuenta, posiblemente por primera vez, de mi existencia.

El hielo siempre acaba por derretirse.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora