Punto final.

Capítulo 5

-¿Se puede saber de qué me hablas?- le pregunto con un tono demasiado amenazador.

La mujer se levanta y empieza a dar vueltas alrededor de mi cama, si sigue así voy a necesitar un cubo, me estoy mareando demasiado.

No me contesta.

-Oye, te estoy hablando, no puedes presentarte aquí como si nada, decirme que salga corriendo y luego simplemente callarte y pasear por mi habitación.

-Veneno, cambios, caos- me dice sin la mínima expresión en la cara. Repite las mismas palabras unas tres veces, sin parar.

De repente, sin previo aviso dos hombres grandes, fuertes, y vestidos de negro entran en la estancia, cogen a la mujer por debajo de los brazos y la sacan arrastras de la habitación.

Yo sigo sin poder moverme y los esfuerzos por deshacerme de las correas que me atan a la cama son inútiles.

Mi mente no para de dar vueltas, ¿dónde estoy? ¿qué quería decir la mujer y por qué se la han llevado tan brutalmente?

Decido que lo mejor es cerrar los ojos y descansar, tal vez todo sea una pesadilla y sigo en mi cama aquel lunes a las siete de la mañana.

Realmente no se que sería peor para mí, que esto fuese verdad, o que sólo se tratase de un sueño y al despertar toda mi vida seguiría igual de monótona y sin ganas de vivirla.

Cierro los ojos aún llena de dudas intentando hallar respuestas.

Verde, verde y más verde, es lo único que veo a mi alrededor.
Me encuentro en una especie de sala totalmente vacía y cuadrada con una ventana en cada pared. Al principio solo me veo a mi reflejada en ellas y siento que es una de esas estancias en las que crees estar viendo un espejo y desde fuera te están observando. Pero conforme me voy acercando a ella me doy cuenta de que soy yo quien esta observando a alguien.

Lo que veo ahí fuera me deja sin palabras...