Mi ex y yo [YoonSeok, Sope]

Capitulo 16

🌻C o n t a c t o🌻

Las palabras de TaeHyung siguen presentes en mi mente. La sensación de ser querido después de tanto tiempo me hacen sentir temeroso. No sé si sea digno de que me quieran.

Golpeó varias veces mi frente con la mesa del kiosco. Volver a retomar mi lectura, será imposible hasta que hable de esto con alguien.

SeokJin llega bastante molesto, sus pasos son fuertes, su ceño está fruncido, los labios arrugados y ni hablar de que baja su mochila con bastante fuerza para luego cruzarse los brazos. ¿Qué fue lo que paso para que estuviera así?

—Si quieres me...—

—Tuve una pelea con NamJoon, ¡AHGGH!— Jala sus cabellos. —¿Crees que no se marcar límites?—. Niego con la cabeza y talla su rostro. —Es que no entiendo—. Su cara está cansada.

Ayer los vi bien.

—¿Podrías decirme que pasó?— Le preguntó.

—NamJoon dice que no le doy su lugar como pareja—. Empieza. —Ayer que íbamos de regreso para nuestras casas, yo hablé de una manera inconsciente, ¿Sabes qué fue lo que mencioné?— Niego. —Que mi vida de preparatoria era mejor que la de Universidad —. Se ve que le molesta recordar ese momento pero prosigue: —Entonces de la nada me dijo; "Claro, deseas ser querido por toda la escuela, que las chicas y los chicos te obsequien cosas". No entendía porque lo mencionaba, si yo me refería a que extraño estar con más tiempos libres. Le respondí: "Malinterpretas mal las cosas". Parece que con eso se enojó: "¿Me vas negar que no te sentiste bien cuando llegó ese chico a darte unos chocolates y tú le agradecías, y nunca dijiste que ya tenías novio? Estoy harto de qué sigan llegando más chicos y nunca les digas que yo existo, estoy harto ESTO". Obviamente me enoje, y en estos momentos no me siento muy bien que digamos para verlo. Sus brazos sirven para recargar su cabeza, suspira profundamente y me mira. —Me siento mal por dejarte solo el día de la cita—. Se disculpa.

—No tienes porqué pedir perdón—.

—Es que me siento realmente mal, NamJoon olvidó tu presencia, yo también, mereces una disculpa, no debí dejar que Nam invitara a YoonGi sabiendo que tal vez sientes algo por él y menos si tiene novio. Me siento mal por todo, siento que le he dado su lugar a NamJoon, le hago de cocinar cuando tengo el día libre, paso el tiempo con él, no sé en qué estoy mal—. Su mirada se vuelve triste, el estrés por ser lo mejor en todo a veces lo abruma.

—Tranquilo, ese día pude lidiar con mis emociones...—. Le corte porque no quería recordar.

—¿Y me dirás qué hiciste ese día? Te llamé y nunca me contestaste—. Mis pensamientos se pierden. —Estuve preocupado, se de tu ansiedad y como sobrepiensas, no creo que haya sido fácil y me siento aún fatal, no se ser un buen amigo, ni novio—.

"Diablos".

—Me pase el día con TaeHyung,— Su boca forma una perfecta O, y hace una ademán para que continúe.—Es un buen chico, y hay algo más, no sé si sea mi mente pero al parecer yo le gusto—.

Jin hace una señal con su cabeza, al parecer alguien está atrás, volteo y me doy cuenta de que Tae está viéndome más nervioso que otras veces, sus labios están ocultos y trata de jalar el hilo de su suéter.

—¿Podemos hablar?—. Cuestiona con voz calmada.

—Claro—.

—Ha solas—. Mira a SeokJin.

Me levanto del lugar, tomo mis cosas y nos despedimos de SeokJin, no me gusta la idea de dejarlo solo.

—Regreso en un momento, mientras raya una hoja de tu cuaderno—. Le aconsejo a Jin y asiente.

Caminamos sin decir una palabra hasta llegar casi a las canchas de básquetbol, nos detenemos donde hay unos árboles y el suspira a la par que cierra sus ojos.

—Lo que paso en el autobús—. Comienza sin saber cómo. —Bueno, lo que quiero decir, es que...— Se detiene y lo observó, ¿Qué le diré sí mis pensamientos me confirman lo que he pensado? —Lo que te dije es verdad, te quiero Jung HoSeok, y yo solo quiero...—.

Estoy sorprendido por varias razones, el no acabo su frase, mis ojos se cerraron al sentir una presión en mis labios.

"Tae me está besando".

Se separa de mí, oculta su rostro para luego sonreírme.

—No sé qué decirte—. Confieso apenado. —Han pasado varios años desde que yo quise a alguien, y si terminamos fue porque no fui claro con él, contigo me siento feliz, libre, pero hay algo que no poseo completamente: la libertad. Eres un chico hermosamente genial, necesitas a alguien igual que tú, quisiera corresponderte como mereces pero siento que sería una basura estando a tu lado, te lastimaría, posiblemente mentiría, y no es justo. Perdóname—.

Me alejó del lugar, no quiero ver a Tae destrozado, o mirando como la persona que quiere se aleja.

Tocó mis labios, ese pequeño contacto me hizo sentir bien, pero no como tendría que ser. Cubro el rostro con la mochila y suelto un grito.

"Eres un idiota".

—No me dejaste acabar—. Me quitó la mochila de mi cara, Tae está ahí, sonriente, lo invito que se coloque a mi lado. —Escuchaste bien, te quiero— Se acerca a mi oído y susurra con su voz grave: —Si fueras una rosa, te arrancaría y no sería capaz de cuidarte—.

Se aleja de mí, lo observó y me siento más calmado.

—Quiero seguir siendo tu amigo—.

****************

Camino rumbo a la parada del autobús, parece que YoonGi se olvidó de mí, bajo la vista y veo las rayas, quiero intentar de nuevo ese juego.

—Espérame, no me dejes solo—. Volteo en donde viene la voz, es YoonGi que viene a toda prisa.

—Pensé que ya no me querías ver—.

"Que buen momento para decir esas cosas".

—Perdóname, pero tuve un problema con un profesor—. Se justifica rescatando sus fuerzas.

—¿Quieres jugar a no pisar las rayas del piso?—. Le propongo, parece que dudar un segundo, pero luego empieza a caminar sin pisar la raya. Sonrió y me siento feliz de que haya aceptado.

Lo alcanzó sin hacer trampa y cuando estoy a su lado me mira.

—¿Tu novio no vino a dejarte?—. Cuestiona, mis ojos se abren de golpe.

—No tengo novio—. Respondo aún estupefacto. ¿Qué habrá visto? —¿Por qué lo dices?—. Intento investigar.

—Vi que un chico te beso, pensé que ya andabas con alguien—. Encoje sus hombros y desvía su vista.

—Solo quedamos como amigos—.

No doy más detalles, lo que veo al final es una sonrisa, sus encías se hacen notar.

—Me alegro—.

—No digas eso, tienes novio—.

—Nop, ya no tengo pareja—.

¿Qué tratas de decirme?