Tres Decepciones Más

14 1 0
                                    

Cuando creí que todo había terminado, que ya era definitivo, que aquello por lo que luchamos tanto tiempo al fin se había acabado, sucedió algo que no esperaba...

Me escribió y dijo que quería verme, que no quería que todo terminara mal entre nosotros; que ella sabía que yo no iba a aceptar ser su amigo pero que viéramos la forma en la cual ambos podíamos seguir en la vida del otro.

Esa noche no pude dormir, estuve pensando en las posibilidades que teníamos de seguir siendo parte de la vida del otro sí ya teníamos claro algo: Ella ni yo queríamos ser segunda opción del otro, yo no aceptaba ser solo su amigo y según ella, yo tenía novia.

Yo seguía sin saber que pasaba con su vida amorosa, ella no me iba a contar nada y yo tampoco iba a preguntarle, además había dejado de seguirla en todas las redes sociales, principalmente porque me daba celos verla con alguien más, me mataba ver como le comentaban sus publicaciones y fotos, todos eran pretendientes esperando una oportunidad con ella. Yo no sorportaba eso y decidí dejar de seguirla, no la elimine ni bloquee, solo ya no veía sus cosas, el no estar pendiente de ella me ayudó a sobrellevar todo, y quizá hasta a sentir un poco de paz, a aceptar que ella ya no era parte de mi vida.

Llegó el día en que nos veríamos, por Dios; tenía meses de no verla en persona y creo que ella en ese tiempo se encargo de ponerse más bella, llegó en un vestido ajustado que muy bien sabía que me encantaba, hasta le compuse un poema por como se veía en ese vestido.

Ella se las sabía de todas todas, sabía como tentarme, como provocarme y cuáles eran mis debilidades hacía ella.

Sin duda logró su objetivo, quede boquiabierto.

Nos saludamos, y empezamos a hablar, días atrás no habíamos quedado tan bien así que era una situación algo tensa, entre alegría y tristeza o enojo, algo agridulce.

Le dije que sin tantas vueltas llegáramos al punto por el cual nos habíamos reunido.

Le di la oportunidad que hablara primero, ya que había sido su idea.

Me dijo que ella aún me quería en su vida, que quería contar conmigo siempre.

Le pregunté que sentía por mí, yo sin decir lo que sentía por ella, y aunque ella ya lo sabía, quería saber su respuesta.

Me dijo que aún sentía algo por mi, que ya no era como antes, que ya no me amaba pero que sentía algo todavía.

No se si hay cosas peores que amar con todo el corazón a alguien y que esa persona te diga que no te ama.

Bueno, ahí estuvo la primer puñalada, el saber que ella ya no me amaba me hizo sentir muy mal, pero seguí escuchándola y preguntándole cosas.

Me confesó que desde que terminamos a ella no le ha ido bien, ha tenido ya 2 relaciones y con ninguno llegó a sentir lo que sentía por mi.

Días atrás le reafirme y le confesé que yo no había dejado de amarla, y que no había día que no la extrañara.

Se lo volví a decir, pero no esperaba que ella me dijera lo mismo, sabía que me extrañaba pero amor ya no había para mi.

Me dijo que ella siempre había dudado de mi amor, ella no podía creer que alguien a quien siempre la vio como segunda opción, podía amarla. Por esa razón ella dudó.

Lo chistoso es que a pesar de que lo nuestro no era oficial, fuimos el otro, para mí, ella siempre fue mi prioridad, yo deje de verme con mi novia para que ella no sintiera celos, yo quería que ella estuviera bien en todos los sentidos, pero ella nunca se dio cuenta de eso, nunca lo notó y yo no se lo iba a decir.

Ahí estuvo la segunda puñalada, primero decir que ya no me amaba, que solo me quería y ahora que siempre había dudado de mi amor.

Cada vez eran menos palabras las que salían de mi boca, empecé a creer que había sido una mala idea el habernos reunido. No estabamos hablando de las posibilidades de seguir juntos, de buscar una forma de estar en la vida del otro, ella me estaba matando poco a poco.

Le dije que solo le haría una pregunta y luego una confesión y después de eso le diría lo que había decidido.

Mi pregunta fue si ella hablaba o tenía algo, algún tipo de relación con alguien, algo más que una amistad, que solo dijera «si o no», yo no le pediría una explicación alguna.

Su respuesta fue «SI»

Ahí la tercer puñalada, y era la última, ya no estaba dispuesto a recibir otra.

Después de su respuesta hubo un silencio aterrador, tenía nudos en la garganta, quería decir muchas cosas pero no podía emitir un sonido, los ojos se me pusieron llorosos, y ella solamente me dijo que le dijera mi confesión.

Tomé aire, había pensado tanto en como le diría eso, era el mejor momento y ya era hora de que ella lo supiera.

Le confesé que tenía meses de estar solo, que había terminando mi relación con la otra chica porque no sentía justo para ella que yo estuviera enamorado de alguien más.

Todos estos meses de los cuales no había sabido nada de ella, en los cuales no la había buscado, estuve tratando de sanar, de olvidar pero se me había hecho imposible lograrlo.

Le dije que le última vez que visite sus redes la vi muy feliz, y quise que así siguiera, que nunca la volví a buscar porque no quería que ella pensara que porque ya no tenía novia, volvía con ella.

Yo ya me había resignado a que ella y yo, ya nunca seríamos algo.

Le dije que las platicas de los días anteriores me habían servido para ver si valía la pena intentarlo de nuevo, pero que ella ya me había dejado todo claro.

Me dijo que porque nunca le dije que estaba solo, que ella también había pasado mucho tiempo sola esperando tener una oportunidad conmigo, esperando que volviéramos.

Le dije que yo siempre imaginé que ella ya era feliz, había pasado mucho tiempo, y ya no debía meterme en su vida y que ahora le diría lo que había decidido.

Decidí que yo no seré su segunda opción de nuevo, ella tiene algo con alguien y si vuelvo seré el tercero, ya no quiero eso.

Decidí que tampoco quiero estar con alguien que siempre dudo de mis sentimientos, el amor debe ser mutuo, y por lo visto solo yo sentí eso de verdad.

Decidí que tampoco le puedo dar mi amistad a alguien a quién amo, pueda que si esté para ella cuando me necesite, pero yo no puedo verla como mi amiga mientras sienta algo por ella, quizá en el futuro eso cambie, no lo se.

Y decidí, alejarme definitivamente, es la única forma en la que puedo olvidarla y dejar de amarla, si ella sigue en mi vida, nunca lo lograré.

Ahora, si. Se terminó.

La segunda opción Donde viven las historias. Descúbrelo ahora