Pequeñas Historias a las 3 a.m

Chris Y Arthur

Chris era un chico muy querido en el pueblo, siempre sacaba buenas calificaciones, era muy amable, evitaba los problemas. Para todos, Chris era un ejemplo a seguir.

Pero había alguien que lo odiaba rotundamente, su hermano mayor, Arthur.

Él sentía que Chris le había quitado todo, desde que nació, Chris siempre se llevaba el crédito de todo, la atención de todos... El amor de todos.

Estaba solo, sus padres ignoraban todos sus logros, y si los tomaban en cuenta, los atribuían a la ayuda de Chris.

Arthur estaba harto... Todo era "Chris esto, Chris lo otro"... Pero su nombre sí era reconocido... "Mal ejemplo".

Por otra parte, Chris quería mucho a Arthur, su hermano era genial a sus ojos... No entendía por qué él lo odiaba tanto...

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Arthur estaba estudiando, quería salir mejor que su hermano en los exámenes finales.

Su concentración fue interrumpida, alguien llamó a la puerta.

Arthur abrió la puerta con un poco de molestia y pesadez.

Chris: ¡Hermano!

Arthur: Ugh, eres tú... Largo.

Chris: Hermano, T-te tengo un regalo!

Arthur: ¿Eres sordo o qué? No quiero tu basura, ahora vete.

Chris: Espe-...!

Arthur cerró la puerta en la cara de su hermano con mucha rabia, golpeándolo muy fuerte

Finalmente podía seguir estudiando.

Chris estaba triste... Empezó a llorar en su habitación...

"¿Qué hice yo...?"... "Yo no le hice nada malo...."

Chris decidió que tenía que volver a juntarse con su hermano, así que se puso en su lugar, pensando en qué lo había hecho cambiar de esa forma.

"Hum.... Arthur siempre está molesto... Entonces"

"Bah bah bah, soy Arthur, soy un enojón al que le gusta la oscuridad, siempre estoy solo, buh"

"... Siempre estoy.... Solo"

"Ya veo...Arthur siempre está solo.... "

"Desde que entré con él al colegio está solo... Por qué?"

Chris se quedó pensando en opciones para que su hermano se sintiera mejor de algún modo.

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La mañana del lunes había llegado, Arthur se preparaba para la escuela desde temprano.

Sus padres habían salido a noche, y al parecer, aún no habían llegado.

Como hermano mayor, debía despertar a Chris, aunque ni verlo quisiera.

Arthur: Hey, levántate ya, o llegaremos tarde...

—Nadie responde—

Arthur: ¿Sigues dormido? ¡Ya es tarde! Madre nos va a regañar... O mejor dicho, me va a regañar...

—Silencio—

Arthur: Ugh, lo que me haces hacer

Arthur abrió la puerta con las llaves de la casa, listo para gritar que se levante... No había nadie.

Arthur:... Ahora dónde demonios está....

Saliendo de casa, por el patio trasero, encontró a su hermano, quien estaba parado en una banca con una soga al cuello, listo para saltar.

Chris: Oh, hola Arthur! Espera un momento, ya me voy.

Arthur: Pero qué demo- ¡Baja de ahí!

Chris: Eso intento, aunque, cuando ya estás aquí, es un poco más difícil jaja.

Arthur: ¡No así! ¡No seas idiota! ¡VEN ACÁ YA!

Chris: Lo siento, pero ya tomé mi decisión... Mamá y papá no te van a regañar... La nota que les dejé explica que me hacían bullying en la escuela y demás... No pasará nada, ¿sí?

Arthur: Buena excusa pero... Es igual, ¡seguiré así por tu culpa!

Chris: Y eso trato de terminar... Por cierto, feliz cumpleaños hermanito.

Arthur: ¡CHRIS!

Chris saltó, y en 5 minutos, dejó este mundo.

Su hermano no sentía culpa o tristeza alguna, podría decirse que se sentía feliz de algún modo.

¿Qué podemos decir? Lo odiaba rotundamente.

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¡Espero que les haya gustado!

Sayonaraaa