Capítulo 2: Supersticiones

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Chocamos nuestros vasos de cerveza en el aire y los bebimos al mismo tiempo, de reojo miré a Krystal que bebió su coca cola de igual forma. Reí sin poder evitarlo limpiando mis labios con la manga de mi suéter, llevé mi mano a su cabello a lo que ella se encogió por la sorpresa.

Como aún era bastante temprano, habíamos acordado en que vayamos a algún puesto de comida callejera dónde podamos comer un poco de carne sin que resultara demasiado costoso pero sí lo suficientemente buena como para ser considerado una celebración.

Jessica se había encargado de cortarla en trozos mientras hablaba diciendo que se había vuelto muy buena en ello aunque yo estaba seguro que era porque temían que me fuera a quemar o quizá a cortar. No hice reclamos, en realidad tenían razón.

—¿Y qué piensas estudiar? —preguntó uno de los amigos de Jessica, Junsu. Era mayor que nosotros por tres años pero su personalidad lo hacía parecer de cinco menos.

—Artes escénicas —vi como se llevaba una mano al pecho después de meterse una papa asada a la boca. Yunho, el otro chico que había venido, soltó cerveza por la nariz. Ambos me miraron sorprendido.

—Jessica no nos contó que venías de una familia adinerada —murmuró Junsu, hizo una mueca que no supe identificar.

—Oh, no. En lo absoluto —escuché a Jessica reír, la miré y descubrí que mantenía su atención en la panceta de cerdo que se estaba asando pero era claro que nos estaba escuchando—. Logré obtener una beca.

—¿En serio? Debe haber sido muy difícil.

—Sólo en la parte que me tocó tomar un curso de inglés todo un año antes de aplicar porque forma parte de uno de los requisitos, pero con respecto a lo demás, sólo tuve que enviar algo que probara mi talento —avergonzado de repente, desvié la mirada hacia mis manos que se habían mantenido todo el rato sobre mi regazo.

—Vaya, eso explica por qué apenas vas a entrar a la universidad y Jessica ya va a segundo año —dijo Yunho, de reojo pude notar como Junsu le daba un codazo en las costillas, acto que le hizo tirar los palillos.

La verdad no me molestaba que hablaran de ellos, había entrado a la universidad básicamente bajo mis propios esfuerzos y aunque era claro que mamá me iba a ayudar con ciertos pagos, como lo era el arriendo de algún apartamento, yo tendría que buscar trabajo pronto para darme gustos como los de ese momento, debía agradecer que ellos fueran quienes pagaran toda la comida. Sabía que Seúl era más costoso que el resto de las ciudades y eso aplicaba a los restaurantes.

El resto de la cena continuó mejor de lo que pensaba, logré volverme amigo de esos chicos que descubrí eran de distintas carreras pero que se habían sentido interesados por Jessica e inevitablemente le hablaron, aunque terminaron siendo buenos amigos cuando ella les dijo que no estaba en la universidad para tener novio. Fue gracioso pensar en el hecho de que la amistad de ambos empezó porque fui yo quien la rechazó en la secundaria por estar detrás de una chica de preparatoria que al final resultó que tenía novio y yo nada más servía para llevarle los cuadernos.

Para cuando ya nos tocó levantarnos, reímos todos a la vez a excepción de Krystal quien parecía no entender nada. Habíamos bebido de más, algo que me generó además preocupación al pensar que al día siguiente tenía que levantarme temprano para buscar un lugar donde vivir y un trabajo. Sabía que por esa noche Jessica me daría posada pero no podía abusar de su hospitalidad aunque ella dijera que estaba bien.

Al fin y al cabo eran dos chicas que necesitaban su privacidad. Además de que Krystal se había cambiado de escuela nada más para no tener que alejarse de su hermana, yo me estaría convirtiendo en un intruso.

❛Akai Ito❜ 「 EunHae 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora