Capitulo 3.

770 26 6
                                    

NARRA ANNAISSA:

Estaba entrando al tren en busca de un cubículo vacío cuando creo ver una cabellera platinada por el pasillo del tren. Por curiosidad me acerque a donde creí haberla visto por si acaso era aquel chico simpático y lindo que había conocido en el callejón Diagon. Scorpius.

Desde aquel día en el Callejón siempre sueño o creo ver esos ojos grises, creo que estoy perdiendo la cordura... que digo, ya perdí mi cordura desde hace tiempo.

Estaba divagando acerca de mi cordura cuando alguien me jala dentro de un cubículo haciéndome perder de la vista aquella cabellera.

-¿Pero qué carajos? -dije frunciendo el ceño. Dentro de este cubículo se encontraban James y Albus, un pelirrojo, dos mellizos de ojos azules y una chica pelirroja.

-¿Te quieres sentar con nosotros? -me preguntó James. Alcé una ceja, ¿Enserio? ¿Me lo pregunta después de que arrastra hacia el cubículo? Me encogí de hombros y me senté a lado del pelirrojo que estaba metiendo, casi literalmente, su cabeza en una bolsa de golosinas.

Los miré a todos detenidamente como acostumbro hacerlo siempre, no se, creo que esto lo saque de mi madre, ella dice que si a todas las cosas las ves con detenimiento puedes descubrir cierta belleza y arte en ellas, aunque con las personas era algo distinto.

La pelirroja que está sentada ha lado de Albus lo codeo, ya sea por mi mirada o simplemente porque no nos han presentados. El chico apenas dándose cuenta del momento incómodo me señalo.

-Chicos les presento a Annaissa... -dijo tratando de recordar mi apellido.

-Herondale -dije.

-Eso, es la hija de unos amigos de mi padre -les dijo este para luego voltearse y seguir haciendo lo que estuviera haciendo con un pedazo de papel.

La pelirroja bufó. Y me sonrió.

-Yo soy Rose Weasley y él -señaló al pelirrojo que seguía sin sacar la cabeza de esa bolsa- es mi primo idiota, Fred. Somos primos de aquellos otros dos idiotas, James y Albus -sonreí, está chica me cae bien.

-Nosotros somos Lysander -dijo la chica- y el es...

-Yo soy Lorcan -dijo el chico rubio giñándome un ojo.

-Un placer, ¿Todos aquí son familia? -pregunte, ya van varios pelirrojos que conozco. Mi madre es pelirroja pero algo diferente a ellos, digamos que el color del cabello de Rose y Fred es más color... zanahoria y el de mi madre es como una mezcla de cereza con fuego, muy distintivo.

-Se podría decir que los Weasley somos muy numerosos -dijo Rose divertida.

-Bueno, no es nuestra culpa que nuestros padres se la pasen... -empezó a hablar por primera vez Fred sacando la cabeza de la bolsa ahora vacía cuando un cuaderno salió precipitado hacia su cara.

-Eres un asqueroso Fred -chilló Rose.

Fred río mientras se sobaba su nariz con una mano.

-Y tú una salvaje -le contraatacó él pelirrojo.

-Si de salvajes se tratara yo ganaría -murmuré por lo bajo recordando en la vez que unos demonios rapiñadores trataron de atacar al campamento al cual habíamos ido Max y yo. Yo peleé cuerpo a cuerpo con uno de ellos ya que mis armas estaban en la casa de campaña la cual se encontraba -extrañamente- en el lago, lo tuve que degollar con una rama para luego ir a buscar un cuchillo serafín y matarlo completamente. Salvaje, es lo que me dijo Max al ver su cabeza antes de enterrarle el cuchillo y mandarlo a su dimensión.

-¿Qué hay de ti Annie? ¿Te puedo llamar así? -preguntó Lysander.

-Por supuesto, en mi casa me llaman de todas formas Ann, Annie, Nini, Nassie o simplemente Annaissa -les dije recordando todos los nombres por los cuales me llamaban.

La leyenda de los HerondaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora