Estafa de Amor

- 6 -

-Lo lamento- comenté besando sus labios nuevamente, de manera rápida- no pude controlarlo, eres muy hermosa como para resistirse
Le dio una rápida pero profunda mirada a mis labios mientras remordía el suyo y luego sonrió sonrojada.
-Grazie, pero esto está muy mal...- se alejó un poco pero no parecía molesta, al contrario- no es correcto, debes irte...
-Antes, contéstame ¿te gustó? porque siento que no seré capaz de poder aguantar nuevamente- tomé su cintura con delicadeza- ¿no podríamos vernos a escondidas?
-Cuando hablamos de encontrar el amor en Verona, no estaba hablando de mí- apoyó sus manos con suavidad en mi pecho, parecía realmente halagada, pero obvió mis dos preguntas-
-No me has respondido- comenté- pero no te atormentaré, me llamas más la atención tú que mi prometida- le confesé tratando de hacerle sentir especial, era muy guapa,  llamaba la atención de cualquiera, pero con esto tenía que caer en mi red.- si cambias de parecer llámame.
Dije esto para besarla suavemente y desaparecer de su hogar.

Isabella.~
Me quedé apoyada en el muro de piedra, de espalda, como una chiquilla. Sonriente, incrédula, llena de hormigas por todo el cuerpo.
Antonio me había sorprendido, y no de la mala manera. Hacía tanto tiempo que no sentía algo parecido al besar a un hombre, nada había sentido con Víctor, nuestros besos eran mera actuación, para mantener el papel, pero lo de Antonio no era actuación. Hubiese deseado que se repitiera todo el tiempo, y agradecía de todo corazón de que fuera un hombre impulsivo y que haya tomado la iniciativa, porque yo no lo habría hecho nunca.
-¿qué te pasa?- me miró Víctor extrañado a la hora de dormir
-nada- dije en silencio
-algo te pasó con Antonio hoy día- entrecerró los ojos- estás muy silenciosa
Lo miré sintiéndome culpable. No podía ocultarle nada
-me vino a dejar y en la entrada del portón, me besó- confesé-
-¿que hiciste qué? ¿te vio alguien?- me preguntó preocupado
-No... no sé, tuve que actuar rápido y escondernos tras el muro... - me sentía avergonzada contándole esto a Víctor
-¡no lo frenaste!- exclamó sorprendido- sucia inmoral... -dijo para molestarme
-ay Víctor- me quejé dándole un golpe en el brazo- no me digas nada- le pedí un poco avergonzada aún- ¿qué tal tú?
-después de tu reunión, lo mío no fue nada- comentó burlándose-
-no seas estúpido, habla-
-fuimos a la casa de Julieta- comenzó a contarme- recorrimos el lugar, vimos a las mujeres lloronas clamar por el amor de sus vidas- ironizó, pero luego se puso más serio- Camille comentó de que ella y Antonio estaban mal...
-Antonio me contó lo mismo- bufé, la conciencia me estaba pesando demasiado
-pobre, quería dejarle una nota a Julieta, pero la distraje- comentó- luego fuimos a tomar un gelato... mmm... es una mujer bellísima- reflexionó recordándola- podría decir que estaba coqueteando conmigo, tenía su pierna suave muy pegada a la mía y a veces daba la impresión que se quedaba mirándome los labios...- lo miré un poco más risueña
-Tal vez te estaba imaginando desnudo- le molesté- quizás en qué parte de su cuerpo se estaba imaginando esos labios...
-Te gusta devolverme las bromas, ¿no?- me miró de forma asesina un poco rojo- Ah, ahora seré modelo- alardeó
-¿porqué?- me reí sentándome en la cama
-porque a Camille no le ha ido bien con sus cuadros, yo le ofrecí ayudarle pero dijo que no he visto ninguno, entonces le dije que me pintara y que me demostrara que era una gran pintora, entonces yo la patrocinaría en su arte- comentó sintiéndose orgulloso- qué modelo tan guapo se consiguió
Solté un carcajada, Víctor era un hombre mucho más imbécil cuando estábamos solos. Suponía que era así, en esencia puro conmigo porque no tenía que impresionarme de nada. Pero reparé un momento en lo que estaba a punto de suceder. Antonio y Camille estaban pasando un mal momento en la relación, vinieron a Verona como pre- luna de miel, sin embargo ya estaban enrollándose con nosotros.
-Ay no Víctor- lo miré acongojada- esto esta muy mal, pero muy mal ¿te das cuenta de lo que acaba de pasar?... ¿o de lo que va a pasar?
-no...- dijo confundido
Comencé a pasearme por la habitación hecha un manojo de nervios
-Su relación está en la cuerda floja y nosotros estamos ayudando a que se destruya por completo- le hice reaccionar
-Bueno... ellos lo están buscando- comentó encogiéndose de hombros
-Dios mío, no, yo no voy a entrometerme en su relación y romper futuros matrimonios- comenté negándome rotundamente
-Relájate- dijo tranquilo y se recostó en la cama encendiendo el televisor
-No- me rehusé- no voy a relajarme... ¿cómo voy a relajarme? Antonio me pidió que nos viéramos a escondidas...
Víctor alzó las cejas sorprendido y me miró con detención
-Entonces vas a engañarme...- reflexionó
-No...- dije con debilidad- no- repetí más firme, pero la televisión me distrajo. Nos distrajo a ambos
-Víctor Baglietto fue visto esta tarde en su porsche gris con una señorita desconocida hasta ahora para nosotros- comentaba la informante en la televisión- no dio declaraciones, pero dejó a la mujer en el vestíbulo del hotel y luego se marchó. Suponemos que podría tener una amante, una novia, ¿quién sabe? Tal vez las cosas no están yendo tan bien en el nido de los Bagietto Schiavone- miré las fotografías que pasaban con detención, incluso habían unos videos. La señorita desconocida era la francesa Camille Beaumont.
-No podemos dejar que descubran nuestro secreto- dije seca
-Eso no va a ocurrir- afirmó calmado- diremos que Camille es amiga de ambos, punto.
-No, no me refiero a eso- me puse seria de verdad- estoy hablando de que no podemos dejar que Antonio y Camille descubran nuestro secreto; por supuesto que la prensa no lo va a descubrir, sería el fin... pero si ellos lo descubren... Víctor esto no va a terminar bien- estaba comenzando a preocuparme y angustiarme-
-Isabella, detente ahí- me dijo mi esposo levantándose de la cama y acercándose a mí- cálmate- colocó sus manos en mis brazos- respira
Lo miré directo en sus ojos verdes. No entendía cómo es que él podía estar tan tranquilo ante la urgencia.
-Mira...- comenzó a hablar- ambos sabemos que lo que pasa entre tú y yo no pasa de una amistad... una muy buena por cierto- comentó y yo asentí con la cabeza- eres una mujer guapísima, y yo... bueno ambos lo sabemos- esa frase me provocó un poco de risa- pero no vamos a revolcarnos en la cama, además era parte del trato... no estamos enamorados... ¿vas a esperar toda la vida para satisfacerte?- me cuestionó. Me dejó en silencio- no sólo en lo físico, linda, tienes que enamorarte un día y luego veremos cómo resolvemos esto del matrimonio...
-Pero no voy a enamorar ahora- me quejé
-È bene (está bien)... pero no creo que aguantes la abstinencia por mucho tiempo... conozco tu expediente- me recordó. Tenía razón, estaba muy acostumbrada a salir con muchos hombres- claro, te lo pierdes conmigo...- volvió a hacerme reír- pero, andiamo (vamos), toma esto como una aventurilla... diviértete- me aconsejó
-¿Y si se dan cuenta de que somos una farsa?- le pregunté insegura
-No se darán cuenta, sólo dile que yo he estado muy ocupado en mi trabajo... bla, bla, bla... que llego muy cansado y no quiero nada y que necesitas liberar tensiones- me sonrió, sonaba tan sencillo-
-¿Y qué vas a decir tú?-
-Lo mismo... entonces van a creer que estamos en un mal momento también... además, están de pre luna de miel, ¿cuánto dura eso? como una semana...- comentó tranquilo- tienes una semana para soltarte el cabello y enterrarle las uñas al adonis... luego se irán y nosotros estaremos mucho más enamorados que antes- sonrió y me besó la frente
-No sé- suspiré frustrada. Sonaba tan excitante, pero no podía arruinar nuestro plan, no quería correr riesgos- tengo que pensarlo
-Yo ya tomé mi decisión- afirmó el viendome entrar al baño
-Qué bueno, yo aún no- afirmé cerrando la puerta para darme una ducha.
Tenía mucho qué analizar

Camille.~
Estaba aburrida, los fotógrafos no habían abandonado el lugar y no pensaba salir sin Antonio, almorcé sola, me dí un baño largo y cuando decidí ver televisión apareció un Antonio con esa sonrisa que tenía cada vez que le resultaba lo que hacía.
-Hasta que se digno a aparecer el monsieur Tabilio- comenté sentandome en la cama y dejando la televisión prendida.
-Hola bella- se acercó a mi y se lanzó a la cama abrazandome a él.
-almorcé sola, y no puedo bajar de aquí.- bufé el me miró confundido y besó mi mejilla.
-¿ya te vieron con Víctor?- preguntó sonriendo. Asentí
-¿y tú que estás tan feliz?- le pregunté- ¿cómo te fue con la belle femme?- le interrogué acomodandome en su pecho
-Perfecto, almorzamos y cuando la deje en casa la besé- comentó con satisfacción. Por eso venía tan contento, era un descarado
-qué rápido- comenté con recelo- ¿le comentaste de nuestro fracaso prenupcial?
-Sí, cayó redonda ¿y mi supuesto amigo?- preguntó Antonio acariciando mi nuca con coquetería
- también, ¿qué te dijo ella?- pregunté con curiosidad.
-Naah, lo de los préstamos, pero no le presté mucha atención, el punto es hacer que entre en la crisis con Baglietto - comentó- ¿y tú? ¿mi hermosa francesa hizo algo?

- se ofreció a posar para mí en una pintura- comenté recordando su simpatía

- si le gusta será mi patrocinador, Antonio, no quiero seguir, si lo pinto podré sacar una paga y me marcho, pago el alquiler y soy feliz- comenté acariciando su pecho. 

-¿y me dejarás aquí?- me dijo con tristeza
- tu te puedes quedar con la chica- comenté con celos, sí, estaba celosa la belle femme se quedaba con los dos.
-¿celosa denuevo?- me preguntó con una sonrisa-
-sí- le respondí seria
-Camille, esto es un juego, tú y yo somos algo más que socios ¿no? ¿crees que te voy a dejar aqui? ¿perderte?- me abrazó, no sé porqué sentía que no era del todo sincero, pero estaba enamorada de él, le creía todo.
-bien, te creo.- comenté y besé su mejilla- Víctor me contó que te gustaba pelear en la universidad. ¿por qué nunca me cuentas cosas de tí?- le interrogué
________________________________
¿Será que Antonio está tratando de ocultarle algo a Camille? ¿Irá a seguir Isabella el consejo de Víctor?
Para saberlo tienen que seguir leyendo ;) dejen sus comentarios abajo y me cuentan qué les ha estado pareciendo la historia.