Isabella.~
Las cosas habían mejorado bastante en las últimas 3 semanas. Ahora sí, Antonio era el que yo conocía y además se le sumaba a todo eso que yo conocía lo que no. Teníamos una relación mucho más seria, sin decir con eso que nos habíamos vuelto aburridos, a veces terminábamos igual jugando cartas en la cama, pero apostábamos cosas mucho más íntimas de lo que apostaba con Víctor.
Por otro lado Víctor me llamaba casi a diario para contarme qué había hecho con Camille. Buscaron un piso en un bonito edificio porque Camille no le permitió escatimar en tantos lujos, Víctor accedió, todo lo que quería era estar con ella y no le importaba tener que vivir con más sencillez... aunque por lo que Antonio me comentó, donde estaban viviendo no tenía nada de sencillo, de Víctor lo creía. Al menos ambos estaban pasando todo el tiempo posible, juntos y estaban amándose de nuevo.
No podía imaginarme lo terrible que debió haber sido para Camille Beaumont la pérdida de su pequeñito o pequeñita, pero tampoco podía imaginarme cómo fue para Víctor. Por eso, ahora más que nunca tenían que permanecer juntos para apoyarse, luego podrían solucionarlo, ahora sólo tenían que mimarse.
-¿Está Antonio en la casa?- preguntó Víctor cuando entró a la sala junto con su abogado. Seguía siendo una presencia no deseada para él
-No, le pedí que saliera por la mañana- le respondí abrazándolo- te he extrañado, creo que me acostumbré a verte siempre
-Sí, yo también- sonrió y me abrazó- pero... ambos sabíamos que esto nos iba a pasar un día
-Sí, pero no esperé que fuera tan pronto- me reí y caminamos al despacho. En el despacho estaba mi abogado esperando, que saludó cordialmente a Víctor y a su abogado.
Esta mentira no daba para más, y ya era tiempo de darle fin, ambos estábamos escribiendo capítulos muy diferentes y en libros separados.
La familia de Víctor lo tomó bastante bien, al menos mejor que mi familia. Mi madre no concibió que me separara del amor de mi vida, y tuve que explicarle todo bajo la mentira de que nos llevábamos mejor como amigos, que nos equivocamos... mi padre no me dijo absolutamente nada en dos días completos, hasta que me llamó a su oficina en la Banca, en Roma. Me reprochó todo lo que había hecho toda mi vida, jamás dijo que estaba decepcionado de mí, pero yo lo sentía, me dijo que no podría perdonarme lo que le había hecho a él y a mi madre por un tiempo, que luego lo olvidaría, pero que todavía no. No entendía nada, no tenía razones para estar enfadado conmigo, esas eran cosas que yo veía, eran parte de mi vida no de la suya. Pero cuando se dio cuenta de que la Baglietto no retiró sus dineros de la Banca, me llamó por teléfono para decirme que me daba su apoyo y que me entendía. Yo sólo asentí, no tenía deseos de pelearle nada.
El contrato se deshizo, yo tuve que indemnizar a Víctor en un millón de euros y él a mí en un millón y medio. Al final no era nada la pérdida, él me daría los quinientos mil dólares de diferencia, como que ambos habíamos pagado, y luego yo los depositaría en la banca a nombre de la baglietto en un acto voluntario. Después de todo el dinero era de él. Firmamos el divorcio, lo único que pertenecía a ambos era la mansión de Verona y la venderíamos para dividirnos el dinero.
-Fue un placer ser tu marido- sonrió cuando los abogados se fueron
-Fue un placer ser tu mujer- le devolví el comentario- hablando de tu mujer... ¿cómo está Camille?
-Está bien, sigue trabajando en la librería... yo quisiera que no trabajara que sólo pintara en casa, pero ella insiste... no quiero que esté todo el tiempo encerrada... me trae muchos recuerdos de... cierto individuo- dijo con amargura, solté una risa
-¿no vas a preguntarme cómo está?- le ataqué jugando refiriéndome a "aquel personaje"-
-No me interesa como está, lo sabes- dijo reprochándomelo- pero supongo que debe estar bien, o si no ya me habrías contado que barbaridad te hizo
-Prefiero mantener los comentarios de las barbaridades que me hace sólo para mí- me reí y Víctor también soltó una risa ahora.
-Tienes que ir a verme a Francia- me reclamó- me da igual si lo llevas, él también se la pasa hablando con Camille a veces...
-Iré a verte cuando vuelva de Dubai- sonreí
-Al fin te vas a ir a Dubai- comentó
-Sí, ya que no me quisiste acompañar...-
-Es que yo quería ir a Suiza, pero tú no...- reclamó
-Ya da igual... estamos teniendo de nuevo nuestras discusiones de casados- me reí Víctor soltó una risa y se acercó a abrazarme.
-No debes dejar que te dañe, ¿capisce?-
-Capisce- asentí y lo abracé también.
Puede que no hayamos estado enamorados nunca, pero compartimos muchas cosas que nunca habíamos compartido con otros y nos hicimos muy buenos amigos. Yo quería mucho a Víctor y todo lo que quería era su felicidad, era un hombre altanero y ególatra, pero era bueno.
-Envía muchos saludos a Camille de nuestra parte- le di un beso en la mejilla, era su hora de partir
-Le diré que le enviaste saludos- sonrió burlesco y me besó la mejilla para despedirse.
Ahora venía la fase 2: la prensa. De un modo u otro se iban a enterar, porque yo iba a comenzar a salir en público con Antonio, a las reuniones sociales, los estrenos y cuanto evento me invitaran... al menos ahora podría besar a un hombre frente a las cámaras sin tener que actuar.
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Pues, ya se acerca el final... muy cerca
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Estafa de Amor
عاطفية"-Dios, Antonio…- bufó- -¿qué pasa Camille?- le pregunté cambiando de canal . -No he podido reunir el dinero para pagar la renta- comentó escondiéndose en mi pecho. -Cariño, tengo una idea- comenté abrazando a mi compañera. " "Nuestro matrimonio er...