Capítulo 1

184 7 6
                                    

Capítulo 1

-No traes muchas cosas en esas cajas, ¿cierto?- mi tía bajaba sus lentes para observarme.

-No suelo comprarme ropa o accesorios.

-Con razón me parecían tan pocas- y puso la última en el suelo.

-Gracias por permitir que me quede aquí.

-No hay nada que agradecer, pequeña- y me despeinó.

-Acabo de cumplir 22...

-¿Y?- me volvió a despeinar- Yo podría ser tu madre así que seguirás siendo pequeña para mí.

-V-Vale...

Agatha, hermana de mi papá y, por ende, mi tía, era una mujer casada pero no de manera legal. Ella y su esposo vivían en ese pequeño apartamento debido a que no podían tener hijos.

Siempre habían anhelado tener una niña así que cuando mi hermano les pidió que me alojaran, estuvieron más que encantados de hacerlo.

-¿Mi cuarto será el de la derecha?

-¡Exacto~!- y se me adelantó- Y te va a gustar cómo lo decoramos~

A penas abrí la puerta, pude notar que el color rosa estaba en todas partes. Cuando me di media vuelta para traer las cajas, Agatha estaba esperando una respuesta con los ojos brillando de emoción.

-S-sí... Está bonito.

-¡Como el cuarto de una chica femenina como tú~!

-...

-¡Y muy linda!

-...

-¿Amy?

-G-gracias.

-Voy a preparar la cena.- y sonrió- Tu tío llegará dentro de una hora.

-Entiendo. Arreglaré mi cuarto por mientras.

Iba a ser un poco difícil camuflar todo el rosa del cuarto, pero no era algo imposible. Coloqué la poca ropa que tenía en el ropero y atiborré de libros la mesita de noche.

Lo demás poco a poco fue llenando el vacío y sin darme cuenta, ya me había tirado sobre la cama a descansar.

Había sido toda una travesía llegar hasta aquí y no me arrepentía de muchas cosas, personas y recuerdos que había dejado atrás por alcanzar mi sueño: convertirme en una escritora.

-¿Ya estás durmiendo?

Giré mi cabeza.

-Sólo descansaba un rato.

-Igual dormirás temprano, ¿no?

-Así es. Mañana comienzo.

-Eres tan linda~ -y juntaba sus manos como si estuviera rezando- ¿Dejarás que te lleve?

-Puedo ir sola...

-Vale, vale. Eres toda una señorita.

-Tal vez... -y me sobé la cabeza- Tal vez sólo por ser mi primer día me puedes acompañar.

-¡Genial! Cargaré la cámara~

-¡Hey!- y me levanté de un brinco- No estoy yendo al kinder por si acaso.

-Bromeaba.

-Me asustaste.

-¿Vienes a cenar?

-Sí... Pero primero iré al baño.

En el comedor ya me esperaba Josué, mi tío político. Era una persona agradable pero como también andaba emocionado por mi llegada, tenía que soportar todas sus dudas respecto a mí. Más que una cena parecía un interrogatorio.

El Sr. editor y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora