Sεvεη: νєиgαиzα

296 53 2
                                    

— Piedra, papel o ¡tijeras! — Gritó esto último con entusiasmo al notar que la mirada de Jae fue a su mano. HoSeok miró la mano de Jae.

Él tenía Papel, HoSeok tenía piedra. Había perdido.

— ¡Gané! — Minutos antes habían apostado quién se quedaría hasta que el jefe viniera a cerrar el negocio.

Quién se quedaría, tendría que limpiar toda la cocina.

— Perdí. — Miró su mano decepcionado.

— ¡No te preocupes! — Comenzó a reír triunfante.

Un triunfo bastante merecido.

HoSeok, muy en cambio, estaba muy triste fregando el suelo de la cocina.

Si bien estaba triste por ello, se concentró en hacer su trabajo. De un momento a otro, escuchó la puerta principal, inmediatamente una felicidad lo inundó. Pensó que Jae se había apiadado y había regresado pero no, mayor fue su sorpresa que se encontró con el resto de su menor, Jeon JeongGuk

— Oh, JeongGuk. — Dijo algo decepcionado.

Estaba feliz de verlo, no podía negarlo, simplemente la situación no era la mejor en esos momentos. Él quería irse rápido pero no podía.

— ¿Y Jae? Vine a buscarlo. — HoSeok bajó la cabeza.

— Perdí una apuesta con él, ganó y se fue triunfante. — Comenzó a reír su menor.

— Ya veo. — Caminó en dirección a los vestidores.

HoSeok continuó fregando el suelo hasta que JeongGuk volvió, este último le echó una mirada y se fue del local. Sin más, continuó con todo hasta el punto de llegar a estar exhausto. Ya eran más de las ocho, horario en que su jefe volvería ya.

HoSeok asomó su cabeza por la puerta notando a Jae del otro lado de la vidriera. En ese momento a HoSeok se le ocurrió un idea: “Nada mejor que vengarse”. Agarró el balde que estaba utilizando y esperó detrás de la puerta, cuando Jae entró, ¡flash! Estaría empapado. HoSeok sería el ganador.

No esperé mucho tiempo hasta que una sombra se hizo presente y sin mirar, tiró el contenido del balde a dicha sombra. Un grito se hizo presente, abrió los ojos y se encontró con JeongGuk, que estaba allí. Estaba empapado.

— ¿Eh? — HoSeok se quedó en silencio.

— ¿Qué carajo? — Le echó una mirada asesina.

— ¿Y Jae? — JeongGuk levantó una ceja.

— Jae está afuera, esperándome. Vine a buscar algo que olvidé hoy más temprano y... Por alguna razón estoy empapado. — Se quejó indirectamente.

A pesar de estar extremadamente enojado, JeongGuk no lo demostró con su rostro, estaba completamente normal. Quizá por eso HoSeok se asustó más.

— ¡Lo siento! — Comenzó a hablar HoSeok. — Esto era una simple broma para Jae, de golpe tu apareciste, creí que entraría él..

JeongGuk solo lo miró y suspiró.

— Lo sé. — Levantó sus hombros y fue al vestidor.

Se cambió de ropa allí, agarró lo que había olvidado y se fue del lugar. Minutos después, Kim YugYeom, dueño del lugar, había venido a cerrar.

Para HoSeok este había sido un día de perros.

Para HoSeok este había sido un día de perros

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𓄸▸ꞌꞋ ࣪𓂃 ִֶָ 𝙼𝚊𝚛𝚌𝚊 𝚍𝚎 𝚊𝚕𝚏𝚊  ♡̸꒷꒦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora