Jung HoSeok ha comenzado a tener un tanto de interés en su compañero de trabajo, que además asiste a su mismo instituto, Jeon JeongGuk.
El interés proviene de que nunca lo ha visto con nadie, ni hablado ni relacionándose, teniendo en cuenta que los...
— En resumen, se besaron pero no salen. — Comentó Jae.
Era sábado por la mañana y un día antes, ambos menores se habían besado sin llegar a ningún lado. Cada uno, sin decir nada, se fue a su casa y tristemente para HoSeok, no iba a ver a JeongGuk hasta el martes donde tenía que volver a trabajar.
— Exactamente. — Contestó. Jea suspiró.
HoSeok comenzó a barrer el suelo mientras el mayor iba a atender a los clientes hasta que terminó de atender a uno y sonó unos pequeños cascabeles que estaban colgando delante de la puerta, informando que venía alguien. Jae fue con mucho entusiasmo pero eso inmediatamente desapareció al ver a cierta persona parada mirándolo. Fingiendo indiferencia, comenzó a hablar:
— ¿Qué clase de mesa desea, señor? — Su vista fue al suelo, trató en lo posible de no hacer contacto visual pero la cierta persona soltó una risita que no pudo evitar levantar la vista rápidamente.
— ¿Tratás así a tu jefe? — Comentó y fue caminando hasta una de las mesas que estaba vacía.
Jae lo siguió.
— ¿Desea tomar algo entonces? — El menor levantó la vista mientras se sentaba.
— ¿No me llamarás por mí nombre? — Jae volvió a bajar la vista al suelo esperando que no se notara la vergüenza que tenía encima.
No quería verlo y aún así seguía trabajando así, Jae cada vez pensaba que sólo lo hacía a propósito.
— YugYeom, ¿quieres lo de siempre? — El menor sonrió y asintió.
Jae hizo lo mismo, se alejó de la mesa y volvió a la cocina encontrándose con HoSeok.
— ¿Podrías hacer un café cortado? — El menor asintió y rápidamente fue hacerlo.
— ¿Ocurrió algo? No pareces estar de buen humor últimamente. — Soltó una risita, quizá fue de los nervios o solamente para tratar de descomprimir la situación.
— Digamos que tengo un problema amoroso. — Se apoyó en la puerta, que tenía una pequeña ventana que le permitía ver hacía la gente que estaba en el local y su vista fue directo a YugYeom.
El menor vio todo esto desde atrás de él.
— Si tienes algún problema, podría ayudarte. — Jae lo miró algo asombrado.
— ¿De verdad?
— ¿Pará qué están los amigos? — Sonrió.
“Realmente eres una persona muy buena, ojalá seamos amigos por toda una vida.” pensó Jae.
— ¡Te tomó la palabra!
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Feliz navidad y año nuevo. (◍•ᴗ•◍)❤
Se que no saludé a nadie (literal :'v), pero les traigo una maratón de seis capítulos (tres por una de las primeras festividades que nombre al principio), por eso. uwu💜
Espero les guste. :D Y di quieren un especial de alguna de las otras obras que tengo, no duden en pedírmelo, que con gusto lo hago. ^^
