Epílogo
Un día te veré.
(Carlos)
Mi cuarto se encontraba completamente a oscuras... cono desde hacía meses. ¿Cuántos? No sabría decirlo, pues he dejado de contar el tiempo desde aquel día.
Me encontraba observando la oscuridad, las estrellas y la solitaria luna de la noche, mientras lloraba, como todas las noches anteriores... no sabía si ahora podría hacer otra cosa...
Pero, ¿realmente tendría sentido hacer algo más?
Deje de observar la luna y sus compañeras estrellas... no supe que hice... y lo que me trajo de vuelta a la realidad, fue el sonido de algo estrellándose contra la pared.
Esta vez, fue uno de los pocos recuadros que quedaban con alguna fotografía dentro de mi habitación... todos los demás, en algún punto de las noches anteriores los había roto. Note que las lágrimas se habían detenido.
Escuche pasos venir a mi habitación... o era mi madre con la cena, o era alguna persona revisando que no me hubiese matado todavía... pero no tenía el valor para ello.
La puerta de la habitación se abrió, y por ella entro la mujer que me dio la vida. Tenía una sonrisa triste —más que las de las noches anteriores—, y su mirada asemejaba algo de comprensión... no sabía por qué...
— ¿Aún esperas a que despierte? —escuche su voz suave, pero en ella también había tristeza.
— Si —fue lo único que pude susurrar.
— Carlos... no creo que él vaya a... despertar...
— Lo hará, yo lo sé —reclame, alzando un poco la voz, pero sin quitar mi vista de ningún punto en particular. No viajaba, pero tampoco estaba centrada en algo.
— Carlos, debes entender que él está... muerto —susurro dolida la última palabra, y por mucho que fuese mi madre, no pude evitar tomarla bruscamente de los hombros.
— ¡Él despertara! ¡Yo lo sé! —grite completamente alterado, y comenzando a sentir como nuevamente, poco a poco comenzaba a perder conciencia de mis actos.
— ¡Él está muerto Carlos, entiéndelo! —grito ella separándose rápidamente de mí.
— ¡Yo conozco la verdad, y no puede ser ocultada por mis ojos! ¡Mírame a los ojos y dime que vez! ¡¿Eh?! —me acerque nuevamente a ella.
— Carlos... —susurro con la mirada asombrada.
— ¡¿Qué es lo que ves?! —volví a gritar.
— Lágrimas... —susurro, dejándome atónito— lo que veo son lágrimas y dolor. Nada más... —termino con voz baja, pero firme.
Lleve una mano a mi mejilla y pude sentir que efectivamente, estaba llorando.
—Entren por favor —le escuche decir, y antes de poder preguntar, dos hombres de uniforme completamente blanco, y uno de traje gris y bata blanca ya estaban dentro de mi habitación.
— ¿Quiénes son ellos? —pregunte, y ahora incluso yo, pude escuchar cuan rota estaba mi voz.
— No lo lastimen... por favor... —pidió mi madre cuando las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, y entonces ella salió del cuarto, sin darme ninguna respuesta.
— Debes venir con nosotros, Carlos —dijo el hombre de bata blanca, con un intento fallido de hablar suave.
— No tengo porque —replique, alejándome hasta el otro extremo de la habitación.
— No compliques las cosas... te llevaremos a un lugar a donde puedas esperar a que Alejandro des... —le corte la palabra.
— ¡No menciones su nombre! ¡No tienes ningún derecho a hacerlo! — le grite acercándome nuevamente.
— Solo queremos ayudarte...
— ¡Estoy perfectamente bien!
— No es cierto y lo sabes. Aplícale la dosis... —dijo aquello último a uno de los hombres, y antes de que pudiera verlo venir, sentí un piquete en mi brazo izquierdo.
Las cosas comenzaron a distorsionarse. Mi cuerpo se sentía demasiado pesado. La vista la tenía borrosa, y no creo que fuese por las lágrimas, pues estaba seguro de no haber comenzado a llorar de nuevo.
Alguien me tomo por los hombros, me pusieron algún artefacto que me impidió moverme aún más, y me fui levantado.
El piso estaba borroso, pero aun así podía notar como se movía según avanzaba. La, o las personas que me llevaban, bajaron las escaleras. Sentí una mano acariciar mi cabeza, y escuche sollozos contenidos en la lejanía... ¿quién y por qué lloraba?
— Iremos a visitarte pronto hermano, lo prometo —no se quien hablo, y tampoco sé si me hablaba a mí. Pero por el poco interés que mostré, tampoco creo que me importase realmente.
— Necesita un mínimo de una semana para acoplarse, después podrán ir a verlo —respondió una voz severa, pero en la que se notaba cierto dolor.
Escuchaba, pero no veía ni podía moverme... ¿qué estaba pasando?
Pero en el momento que por mi mente paso la idea de intentar algo, la última imagen que tenia de Ale llego a mi cabeza. Entonces supe que si debía morir ahora, lo merecía. Que si me hacían sufrir innumerables castigos, también lo merecía. Que si me humillarían antes de cualquier muerte lenta y dolorosa que pudiesen hacer, también lo merecería...
Porque no fui capaz de salvar a la persona que amaba. Porque no fui capaz de mostrarle lo que sentía cuando era tiempo. Porque no fui capaz de desmentir aquellas palabras que tanto me pidió. Aquello que comenzó como un simple cuanto, y terminó convirtiéndose en mi realidad. Aquello que comenzó como una mentira y se convirtió en mi verdad.
Por todo aquello, no luche. Me rendí. Me resigne. Y me volví a hundir en aquel abismo en el que estaba desde hace días. Y todo regreso a ser oscuridad.
Y todo se quedó nuevamente solo. De aquel color negro que reinaba ahora en mi corazón.
Frío. Oscuro. Vacío. Ausente. Doloroso. Lleno de lágrimas... No tenía a nadie.
No tenía a Ale.
Y si no lo tenía a él, no tenía nada.
¡Y este ha sido el final de la primera temporada! :'D
He de admitir que me llena de alegría todo esto... pero bueno, este va para una personita que me ha apoyado mucho en esta historia, e incluso en las demás, ¡te aprecio mucho, y tú sabes quién eres!
También me dio la idea de crear un grupo en WhatsApp, pero no sé si ustedes quieran formar parte de él, así que si les gustaría hablar con demás lectores y conmigo, envíenme su número por el medio que prefieran ^^ Ya saben (espero) que cuento con cuenta en Facebook que pueden localizar en mi perfil, o pueden comentar o enviar un mensaje privado :)
Yo les estaré leyendo en la segunda temporada, cuya fecha de estreno (por que hoy solo es el prólogo) será el... ¡Martes 13 de enero! Y el prólogo podrán encontrarlo en unos minutos... :)
Muchas gracias a todos los que han continuado leyendo, votando, y comentando... no saben lo feliz que me hacen :')
Les aprecia muchísimo:
-SS
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Miénteme [Yaoi] {En revisión ortográfica}
Teen FictionAlejandro ha pasado por una vida bastante difícil, y con el tiempo se ha vuelto alguien sin ningún tipo de autoestima. Nada le parece en su monótona vida, y no tiene a nadie que lo ayude a salir de su abismo. A su madre le ofrecen un nuevo trabajo a...