Dos hadas nacieron de la misma risa, ¿Pero qué pasaría si un hada naciera con un poder único sin que nadie lo sepa?
(T/N) nació sin que nadie la haya visto, de repente apareció. La única que presenció ese acontecimiento fue la Reina de las Hadas. Al...
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Las hadas nacen de la primera risa de un bebé.
Sus cuerpos aún siendo flores dejan que el viento decida su destino.
Y aquellas criaturas llegan a la Tierra de las Hadas.
Todas las hadas nacieron así, hasta que una peculiar hada nació sin aviso.
Al escuchar la risa de un bebé, una de las flores dejó que el viento la guiara hacia su nuevo hogar. Iba volando por los aires hasta que estaba a punto de llegar al bosque del invierno cuando una lechuza voló a rápidamente, cambiando la dirección del viento que la dirigía.
Llegó cerca del árbol del polvillo y chocó con la cascada de polvillo mágico. Aterrizó delicadamente hacia el suelo de hongos, y mágicamente esa pequeña florecilla se transformó en una hermosa hada de colores cálidos.
Sus delicadas manos tocaron el piso en donde se encontraba, tocó parte del polvillo que caía desde arriba lo cual le dio curiosidad. No sabía cómo llegar hasta allá por lo que intentó trepar por las ramas.
Con un poco de esfuerzo y sudor, logró llegar hasta la cima, fijándose en la gran piscina de polvillo de hada. －Wow...－
Utilizando ambas manos, tomó algo del polvillo y lo miró con asombro, estaba apunto de ponérselo en sus alas hasta que escuchó una voz atrás de ella.
－¿Qué significa esto?－
La hada se asombró por la repentina aparición de aquella hada alta. Observó su aspecto; Su vestido y alas estaban hechos de polvillo, lo cual se le hacía extraño. Su pelo café estaba recogido como un peinado de cebolla. Y sus ojos pacíficos como el océano.
La hada de pelos (Color) asumió por su apariencia que ese era su árbol así que rápidamente se levantó. －¡D-disculpe señorita! Perdón por t-tocar su polvillo, mejor me voy.－
－No no, no es eso. Es que... tu repentina aparición, es algo extraño.－
Los orbes de la hada amarilla transmitieron melancolía. －Mi nombre es Clarion, pero la Tierra de las Hadas me conocen como Reina Clarion.－
－¿R-reina? ¡Su alteza, disculpe mi informalidad!－ La joven se inclinó ante ella, lo cual la hizo reír.
－Está bien, no te preocupes. Debemos hacer una pequeña ceremonia para hacer saber tu llegada y descubrir tu talento.－
La oji-(Color) ladeó la cabeza, －¿Ceremonia? ¿Habrá gente? ¡Disculpe pero no me gusta la atención!－ La Reina puso su mano en el hombro de la contraria, －¿Entonces quieres hacer la ceremonia sólo conmigo?－
Asintió tímidamente. －Muy bien, si eso es lo que quieres. Acompáñame.－
La chica caminó a su lado y ambas pararon delante del montón del polvillo. Confundida, la joven preguntó: －¿Qué vamos a hacer con el polvillo?－
Clarion le sonrió, －Ya verás. Agarra un puñado de polvillo.－
La contraria hizo lo que ordenó, luego esperó la siguiente orden. －Ahora, sueltalo sobre tus alas.－ La de orbes (Color) soltó el polvo de su mano y cayó por sus alas, notó como se sentía más viva y sus alas empezaron a moverse mejor.
－Que... hermoso...－ Susurró la joven. Lentamente la Reina agarró la mano de ella y le señaló a que aleteara, la chica hizo lo pedido y con esfuerzo empezó a aletear por su propia cuenta. Sonrió emocionada y voló felizmente.
－¡Wuuhuu! ¡Me siento tan viva!－
La hada dejó de volar algo avergonzada y miró a la reina. －Gracias Reina Clarion.－
－Es un placer. Ahora que te he ayudado a volar, es hora de descubrir tu talento.－ －¿Qué es un talento?－ Preguntó la chica mientras la Reina y ella volaban hacia abajo.
－El talento es muy especial, con tu talento puedes apoyar en las actividades para traer las estaciones a la Tierra Firme.－ La joven le dio curiosidad la Tierra Firme, pero no quería andar de preguntona por lo que cerró su boca.
Llegaron al suelo, y ambas se miraron. －Ya es hora de descubrir de qué eres capaz.－
La Reina hizo movimientos con sus manos, y del suelo salieron diversos objetos que señalaban los talentos que un hada puede obtener.
La joven miró con asombro los objetos alrededor de ella. －¿Qué debo hacer ahora?－ La reina respondió, －Lo que tu corazón te guíe.－
Ella silenciosamente caminó hacia la bola de agua que flotaba. Puso sus manos abajo del agua pero se dispersó por sus manos. El agua no es su talento.
Miró a la Reina pero ella se señaló que siguiera.
Se fijó en aquel martillo, por si las dudas ella fue a agarrar el martillo pero no se dejó agarrar, estaba pesada.
Gruñó algo molesta y siguió buscando. Ninguno dio resultado hasta que se paró enfrente de una hoja, no sabía cual talento era pero no le importaba.
Lo tocó con su dedo y esperó, volvió a tocar y lo mismo. Ya fastidiada, agarró la hoja entre sus manos y lo apretó: －¡¿Porqué ninguno es mi talento?!－
Su ira provocó que la hoja se hundiera en llamas ardientes, lo único que quedó de la hoja fueron cenizas. Sostuvo las partículas oscuras entre sus manos y las miraba con miedo, volteó a ver a la reina y se encontró con la misma cara sorprendida.
－¿R-reina Clarion?－
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[Ya terminé la primera parte, dejaré unas pequeñas aclaraciones de esta historia:
La historia se centrará en el plot del secreto de las hadas, al mismo tiempo que habrá romance entre (T/N) y Periwinkle.]
