Dos hadas nacieron de la misma risa, ¿Pero qué pasaría si un hada naciera con un poder único sin que nadie lo sepa?
(T/N) nació sin que nadie la haya visto, de repente apareció. La única que presenció ese acontecimiento fue la Reina de las Hadas. Al...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Fawn y (T/N) llegaron enfrente de la casa de Tinkerbell, pero extrañamente se escuchaban ruidos desde adentro.
－¿Qué está pasando allí?－ Preguntó (T/N). Fawn chasqueó la lengua, －Probablemente Tink está haciendo un invento... no importa, ya llegaste aquí y yo me tengo que ir.－
－Ah sí, gracias Fawn, fue un gusto.－
Le sonrió, －Igualmente. ¡Nos vemos!－ Y se fue volando.
La hada se le quedaba mirando a la puerta de la rubia, con un suspiro se armó de valor y tocó la puerta. Quedó unos segundos parada, notó como los sonidos que provenían de adentro no se escuchaban más.
La puerta se abrió de golpe mostrando a la de orbes azules sudando, se secó el sudor y abrió sus ojos. －¿Hola? ¿Qué ocurre? ... oh.－
Ahí se encontraban las dos, mirándose incómodamente al recordar lo sucedido cerca de la frontera. －Eres la hada que vi por la frontera... n-nunca te había visto.－
－Sí, soy yo... ¿Yay?－ (T/N) no sabía que más decir por lo que se presentó. －Yo soy (T/N), y quería hablar de lo ocurrido...－
－Ah sí, eso... Soy Tinkerbell.－ Tinkerbell miró ambos lados y agarró las muñecas de la oji-(Color), empujándola hacia su casa. Cerró la puerta y la miró, －Perdón por el imprevisto, mi casa está algo desordenada. Pasa, te prepararé algo de beber.－
La hada del fuego dio unos saltos, －¿Enserio? Porque me muero de sed.－
Esas palabras hicieron que Tinkerbell se cuestionara sobre esta hada. Le entregó el vaso de agua y ambas se sentaron en una mesa.
－¿De donde vienes? ¿Por qué quieres hablar conmigo?－
－Bueno... nací aquí, pero nadie presenció mi nacimiento a excepción de la Reina.－
Sorprendida, Tink preguntó: －¿La Reina Clarion? Pero entonces significa que nadie nunca te ha visto, y eso también significa que...－
Las alas de (T/N) cayeron de manera desanimada, －Me encerró dentro del árbol desde que nací...－
－Qué mal... lo siento mucho. No quiero ser metiche pero, ¿Porqué? Debe haber una razón por la que te haya encerrado.－
Ella se puso alerta y rápidamente tapó todas las ventanas para que nadie viera, la rubia quedó más confundida. Posteriormente (T/N) agarró de los hombros a la contraria, －Promete que no le dirás a NADIE de esto, no quiero alterar a nadie, porfavor...－
－Uh, ¿está bien?－
Dio un suspiro y retrocedió unos pasos, juntó sus manos y poco a poco creó fuego de ellas. La artesana se levantó lentamente, sorprendida por aquel acto. Siguió mirando cómo la hada del fuego controlaba las llamas sin ningún problema, aunque secretamente sí tenía problemas para controlarlo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Terminó con su acto, juntó sus manos y mágicamente el fuego desapareció.
－Puedes controlar el fuego...－
－¡Sí! ¿No es asombroso? La Reina dice que mis poderes son peligrosos para su Reino. Por eso me encerró.－
－¡No no no! ¡Son hadavillosas! Es algo que jamás he visto, o mejor dicho, algo que nadie ha visto...－
La de pelos (Color) rió junto a Tink, pero luego se fijó en las cosas que andaban tiradas. Recogió al parecer una tela de hoja verde, y luego supo que aquella hada intentaba hacer ropa.
－Oye Tinkerbell, ¿Y qué con este desorden?－ Apuntó al cuarto.
La rubia pasó una mano por su brazo, －Te lo diría pero, no sé si me creas.－
La contraria bufó y puso sus manos en su cadera, －¿Porqué no te creería? Literalmente tengo poderes que nadie tiene, así que yo te voy a creer Tink.－
La de vestido verde le sonrió halagada, －Es algo extraño, ¿Recuerdas cuando me viste cerca de la frontera con los animales?－ Ella asintió, －Bueno, después de verte y que te hayas ido, los animales cruzaron, era algo hermoso, pero... sentía como si el bosque del Invierno me llamara. Logré pasar por el bosque, y vi... vi que mis alas brillaron, ¡Más que cientos de luciérnagas!－ Dio unos giros mientras aleteaba.
(T/N) quedó asombrada ante el relato de la chica, ahora quería descubrir ese secreto también.
－Y con lo de la ropa, planeo cruzar la frontera por los cestos de paja. Tengo que buscar la razón del brillo, lo dice en el libro.－ Mencionó ella, eso captó la atención de la contraria.
－¿Libro?－
－Sí, ven conmigo.－
La acompañó hacia una de las mesas en la esquina, allí había un libro en forma de alas. "Alalogía" Decía en la portada.
－En la ultima página se habla sobre el brillo, pero esos come-libros se llevaron parte de la página.－ Quejó la rubia. (T/N) dio una carcajada y le puso atención a la página.
"Alas brillantes:
Cuando una... más increíble... que el brillo... había dos..."
－¿Había dos? ¿Dos qué?－ －¡Exacto! No sé a que se refiere, pero lo averiguaré.－
La rubia fue a seguir haciendo su ropa, hasta que notó que la hada del fuego seguía ahí. －Umm, ¿Es todo?－
－Bueno... es que yo... ¡Yo quiero ir contigo!－ Exclamó la oji-(Color). －¿Porqué?－ －Ese es el único lugar al que no he ido, quiero descubrir que hay allí, es tan misterioso. Y, si quieres, te puedo ayudar a buscar la razón de tu brillo.－
La artesana le sonrió, －Si así lo quieres, entonces ayúdame a preparar tu ropa, ¿Puedes buscar unas telas rojas en mis cajones? El color te queda.－
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
