- 𝕊𝕖𝕣í𝕒 𝕦𝕟 𝕖𝕣𝕣𝕠𝕣 - 𝕁𝕠𝕖𝕝 ℙ𝕚𝕞𝕖𝕟𝕥𝕖𝕝

8.Día de mierda.

Joel.

Mi pecho subía y bajaba dando notar que estaba furioso.

Camine hacia el hijo de puta que llamo padre y deje que mi puño estrellara su cara.

- Como pudiste hijo de gran puta? - grite lleno de furia.

- Sigo siendo tu padre Joel - río amargamente - Respetame - dijo serio.

- Tu nunca fuiste mi padre nunca - volví a gritar - Ojalá y termines muerto como el perro que eres - dije y me aleje de aquel lugar.

- Joel - escuche la voz de Tn - Joel - susurro de nuevo.

- Que pasa? - pregunté y levanté la cabeza del escritorio dándome cuenta que había soñado.

- Seguro que estas bien? - preguntó Tn - Te quedaste dormido en clase ya sonó la campana de el almuerzo - dije y ella tenía todas sus cosas en sus manos.

- Emm si sólo no se me quedé dormido - dije y tome mis cosas.

- Esta bien - dijo no muy segura.

Joder que mierda?

El día no empezó tan bien que digamos y me e quedado dormido en clase más aparte soñé con el imbécil de mi padre.

Salimos de el salón y ella se dirigió a su casillero.

Dejo sus cosas ahí y yo puse las mías en mi casillero y fuimos a la cafetería.

Nos acercamos a la mesa donde estaba Richard y nos sentamos.

- Y bien que cuentan? - preguntó Richard.

Después de eso deje de poner atención.

Que habrá hecho mi padre en aquel sueño para que yo reaccionará así?

Todo era tan raro.

Para empezar ya es un pésimo padre más bien el peor.

Un asesino que dejó a su familia destruida y fue a destruir otras.

- Y bien Joel que piensas tu? - preguntó Tn - En que lugar? - preguntó.

- Ehh? - pregunté confundido sin saber de que hablaban.

- Que si nos encontramos todos en casa de Zabdiel para ir a la fiesta el viernes? - preguntó Richard.

- Ah si claro - contesté.

- Bien entonces en eso quedamos - dijo Tn mirándome preocupada.

- Si - dijo Richard - No tienen hambre? - preguntó.

- Yo si - contestó Tn.

- Algo - dije.

- Bien ya vengo - dijo Richard y se levantó.

- Que pasa? - preguntó Tn mirándome.

- Nada - contesté.

- No mientas - dijo - Estas perdido en tus pensamientos que ni nos escuchaste - dijo.

- Sólo soñé algo raro - dije - Nada importante - sonreí intentando desaparecer su preocupación.

- Esta bien - dijo ella - Irás a verme correr? - preguntó ella.

- No me lo pierdo por nada - dije y ella sonrió.

- Hola huérfana - dijo Vianey llegando a nuestra mesa - Hola guapo - me miro coqueta y desabrocho dos botones de su camisa dejando ver sus pechos un poco.