Ironicamente se sentaba denuevo en la baranda de la misma forma en la que casi se suicida inconcientemente, lo unico que ahora pensaba con claridad, y no pensaba hacerlo, no necesitaba morir, no necesitaba a su madre, ni a natsu, ni a Kenma, ni a Kageyama, ni el amor de nadie.
Miraba hacía abajo como todos los estudiantes pasaban y sentía como si quisiera alcanzarlos, tan pequeños entre la multitud, todos encanjando entre si, y el allí solo en la cima.
No era en vano recalcar que había sido ignorado en todos lados hasta en la cancha por el pelinegro, se notaba que en verdad se había enojado por algo con el, pero ya no le dio mucha importancia. Sabía que el estaba feliz con su pareja y el no hacía falta.
Suspiro moviendo sus pies en el aire, tan cerca de la muerte, pero seguro de que no moriría, algo contento por esa adrenalina que le provocaba estar a esa altura soltó sus brazos sonriendo por primera vez en mucho tiempo. Pero esa felicidad se acabo en unos segundos siendo empujado denuevo al suelo como la otra vez.
—Ay...—Miró al que se encontraba a su costado tirado por averle tirado de forma tan bruzca.—¡¿Eres imbecil?! ¡¿Que te pasa?!—Le gritó al pelinegro que se quejaba del dolor de cabeza por un golpe.
—¡Te ibas a matar! ¡Que carajos te pasa a ti!—Hinata chasqueó su lengua molesto y tomó su bolsó enfadado.
—Gran forma de empezar el día Kageyama, tu actuas como un imbecil toda la semana, no me pasas ni un pase y ahora insinuas que me iba a matar.—Hablaba ironicamente.
—¡Dime que te pasa! ¡Dimelo! ¡Dime eso que me tienes que decir!¡Dime que no es mentira!—Agarraba de su camiseta casi alzandole de ella.
—¿Eh? ¿De que estas hablando Kageyama?—Confundidó le miro el anaranjado y el pelinegro le soltó rendido tomando sus cosas y yendose de allí. ¿Decirle que? Lo unico que tenía para decirle era algo que se guardaba en el fondo de su corazón y creía que nunca sería capaz de decirle y nadie sabía al respecto.
Sacudió su cabeza enojado, tal vez se había vuelto enserio loco Tobio. O tal vez paso algo serio y se estaría desquitando con el, quien sabía.
No iba a negar que comenzaba a molestarle y preocuparle, llevaba una semana así de extraño, ¿Acaso había sucedido algo con Heather?
Bueno suponía que no allí estaban hablando fuera del club con un evidente Kageyama malhumorado. Aún seguía doliendo su imagen, ignoró a la pareja y entró a la cancha donde solo le quedaba practicar recepciones y saques, ya que el pelinegro con sus humores se negaba a colocarle el valón.
—¡Kageyamaaaa!—Gritaba Tanaka al que recíen entraba al lugar.—¿Y Heather? ¿Cuando vendra a visitarnos? ¡Ella es tan amable y encantadora!—
—No tiene tiempo para ustedes.—Respondió sin importancía terminando de cambiarse y dirigiendose evidentemente al pelinaranja con el ceño fruncido. ¿Había hecho algo? ¿Estaba enojado con el?
Tembló nervioso cuando el pelinegro se paró enfrente de el, con enojo pero Hinata siempre podía ver que en sus ojos habia una tristeza. Lo amaba tanto que conocía todo de el, y sabía cuando algo andaba mal.
—¡Hinata boke, remates ahora!—Asintió de un brinco y corrió junto a el hacía la cancha, por un lado se sentía feliz de que volviese a entrenar con el, pero su preocupacion aumentaba al verle extraño, o más bien para el que lo conocía como la palma de su mano era extraño.
No importaba si Hinata estaba roto por todos lados, lo unico que a el le importaba era que Kageyama siempre estuviera feliz y rodeado de gente que el quiere, sin preocupaciones ni tristezas. Sabía que el pelinegro había tenido muchos desbajos siendo abandonados por todos, y tenia miedo quedarse solo, abandonado. Y eso Hinata nunca lo permitiría.
El pelinegro salió lo más apresurado posible de la cancha pero un pelinaranja saltarin le siguió.
—¡Kageyamaa!—Gritó esa voz chillona que reconocería en cualquier lado.
—¿Paso algo?—Preguntó mirandolo desde abajo por la falta de altura, y el contrario negó con una sonrisa.—¿Y entonces que te pasa tarado?—
—¡Vayamos al puente, a estas horas se ve grandioso un amanecer!—El pelinegro le miró con una ceja alzada no entendiendole del todo.
—¿Para que o por que?—
—¡Para ver el atardecer! Y bueno... hace tiempo que no pasabamos un tiempo juntos.—Dijo lo ultimo con cierto tono de tristeza y verguenza. Kageyama lo pensó y logró ser convencido.—Olvide mi bici llevame.—
—¿Que? ¡No! Vete caminando.—Hinata sin concentimiento se subió de la parte trasera de la bici, y Kageyama suspiro rendido comenzando a pedalear hacía dicho lugar. Hinata disfrutaba tranquilo el viento frezco que pasaba por todo su rostro por la velocidad de su bicicleta.
—Ha pasado un tiempo...—Hablaba llegando al destino.—¡Mira que bonito!—Era un pequeño puente donde pasaba el tren, y se podía ver un pequeño lago del lugar.—Realmente hermoso...—Hinata miraba como se reflejaba todos los colores del cielo en el agua, sintiendo el poco viento que había en su piel, sonriendole a la nada.
Un silencio comodo se tornó entre ellos, y por fin el pelinaranja miro al más alto que ya se le encontraba mirandole.
—¿Como haz estado? ¿Y Heather, como van las cosas?—Se apoyó en la barandilla poniendo sus manos en su nuca.
—Terminamos.—
—¡¿Ah?! ¡¿Que?! ¡¿Por que?! ¡Te veías muy feliz con ella!¡¿Hace cuanto?!—El anaranjado alterado se acercaba gritandole.
—Hace un mes masomenos, al parecer dijo que conocía alguien que me amaba de verdad y que era inevitable no sentirse culpable de no amarme de tal forma, y que quería poder amar como lo hacía tal persona.—
—Asi que por ello estuviste mal...—
—De hecho no.—El señuelo de Karasuno le miro confundido.—La comprendí, bueno al principio me deprimí un poco, pero por alguna razón me puse feliz por que pensé que la persona que ella insuinaba era alguien que conocía, pero al parecer no, no tiene ni de la minima idea de lo que hablo o digo al aire.—
—Oh ya veo...—Asintió con la mirada baja dandole a entender que a Kageyama le gustaba alguien más.—¡¿Estuviste caminando solo a casa desde entonces?! ¡¿Por que no me dijiste?! se que no te gusta ir solo, tienes que decirme, ya sabes siempre yo estare ahí, sin importar la circunstancía.—Le dedicó una sonrisa dolida a lo ultimo, y Kageyama se sobresalto sonrojandose.
Sin importar la circunstancia...
ESTÁS LEYENDO
Heather [Kagehina]
أدب الهواة¿Serias capaz de dejar a la persona que amas solo para que sea feliz con alguien más? ¿Serias capaz de ocultar tus sentimientos dentro de tanto sufrimiento? En este caso Hinata si.