Capítulo 1: El que Cayo del Cielo

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Un joven de cabellos negros se encontraba sentado sobre una terraza, observando el cielo diurno. El poderoso sol brillaba en lo alto, iluminando todo rincón de la hermosa ciudad. Aquel sujeto observo fijo al enorme astro, sin ninguna molestia en sus ojos.

—"Saqatat Min Alsama —recordó—. El que cayó de los cielos".

Aquel joven se tiro de la terraza para empezar a volar por los aires.

—"Metrópolis —pensaba el joven—. Es una ciudad hermosa, mucho más que esa Gótica donde deje a Bruce. Y eso que son ciudades hermanas, o algo así. La verdad, podría acostumbrarme a esto —aseguró mientras daba vueltas por el aire—. De todas las ciudades que visite desde que Bruce y yo tomamos caminos separados, esta es la que más me gusta. Tal vez sea por su cercanía con Gótica. Tal vez, no quiero estar tan lejos de Bruce. Después de todo, es como un hermano mayor para mi".

El varón observó la calle, donde un auto verde huía de las patrullas de policía mientras le disparaba.

—"Bueno, supongo que es algo bueno para ellos que yo pase por aquí".

El joven aterrizó en un tejado y sacó de su mochila un emblema rojo y amarillo, con una S en el medio.

El vehículo seguía avanzando de forma frenética, vaciando cartuchos tras cartuchos de sus ametralladoras. Entre tantos disparos, lograron reventar las llantas de algunas patrullas e impedir que siguieran persiguiendolos.

—¡Woo! —gritó emocionado el tirador, metiéndose nuevamente al auto.

—Esos imbéciles no nos dejarán sin nuestro dinero —afirmó el que estaba en el asiento del acompañante.

—Una vez en la autopista, ya no nos encontrarán —afirmó el conductor.

Sin embargo, el auto empezó a elevarse por encima del pavimento, logrando asustar a los conductores.

—¿Qué diablos esta pasando? —preguntó el tirador.

El auto cayó de trompa contra el suelo, provocando que la parte delantera se destrozara. Tras eso, el vehículo fue arrojado con gran fuerza solo para dar volteretas en el suelo, hasta terminar volcado. El tirador salió gateando por la ventanilla, y con sangre saliendo de su frente. Observó con sorpresa a un sujeto vestido con un traje enteramente negro, con algunos detalles en rojo, botas y capa del mismo color, y una S en el pecho.

 Observó con sorpresa a un sujeto vestido con un traje enteramente negro, con algunos detalles en rojo, botas y capa del mismo color, y una S en el pecho

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—¿Qué rayos eres tú?

—Aún no me pongo un "Súper nombre", si a eso te refieres. Puedes llamarme Gabriel, si quieres.

—¡Come plomo, hijo de puta!

El criminal empezó a disparar, pero quedó sorprendido al ver como cada bala impactaba en el varón sin hacerle ningún daño. El súper hombre avanzó a paso firme, sin inmutarse por las balas que rebotaban contra su pecho. Cuanto más se acercó, las balas empezaron a ir a su rostro, pero con el mismo resultado. La última bala impactó en su ojo izquierdo, pero igualmente cayó al suelo sin haberle dañado.

Superman: Dark OriginDonde viven las historias. Descúbrelo ahora