Metrópolis. Una ciudad magnífica y llena de esperanzas. Sin embargo, la cotidianidad de sus habitantes se verá interrumpida con la llegada de un individuo extraordinario: Superman. Sin embargo, este no es precisamente un boy scout volador con una so...
Los periódicos del Daily Planet se encontraban en las manos de casi todo transeúnte de Metrópolis. Allí se podía apreciar la nota que todos los ciudadanos estaban esperando. "Superman: El Nuevo Héroe de Metrópolis" se leía en el títular.
—Excelente Grant, muy excelente —decía Perry White, con una gran sonrisa.
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—Ya lo dijo tres veces, jefe —afirmó Cat, sumamente contenta.
—Y lo seguiré repitiendo —aseguró White, encendiendo su puro—. Con esto, ya podemos considerarnos el periódico oficial de Superman. Sigue consiguiendo notas con este tipo, y te daré un ascenso.
Una figura volaba por los cielos, provocando que varios transeúntes elevaran la vista creyendo que se trataba del hombre de acero. Sin embargo, aquel ser cayó en picada y provocó una onda expansiva al chocar contra el suelo. De aquel enorme cráter, salió un enorme androide con una cabeza en forma de calavera.
—Superman —exclamó una voz robótica—. Traiganme a Superman.
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—¿Cómo qué no puede darme el trabajo? —cuestionaba Superman.
—Señor Superman —decía la recepcionista—, usted no es neurocirujano.
Alrededor del héroe, varios doctores, enfermeros y pacientes lo veían mientras seguían con sus actividades.
—Pero ya me leí diez libros de neurocirugía y me aprendí todo lo que necesitó para operar a alguien. Vamos, ¡soy Superman! Puedo hacerlo todo.
—Excepto aceptar que no puede ser neurocirujano.
—Oiga, Superman.
Superman volteó y vio que un varón estaba señalando hacia la televisión, donde se veían a un robot caminando por las calles.
Los transeúntes se alejaban del robot que caminaba sin causar el menor daño. Aquel ser solo observaba en múltiples direcciones, buscando a su objetivo.
—Me esperaba un rival intersante —exclamó una voz confiada desde el cielo—, pero jamás me imaginé tener que pelear con terminator.
El androide se volteó mientras Superman aterrizaba en el suelo, con una sonrisa en su rostro.
