Coffee Shop

II

Capítulo 2: "El chico nuevo"

—Ugh— respiró profundamente dejando la taza ya vacía en el fregadero, mirando de reojo el reloj de pared—Oh, mierda— dijo algo alertado recogiendo sus cosas con rapidez. O salía en este mismo instante o perdería el metro, lo cual no era una opción y menos cuando tenía la exposición del trabajo esa mañana.

Cerró la puerta con llave de manera patosa a causa de la rapidez que llevaba, una vez logrado comenzó a correr como guepardo tras su presa hacia la parada de metro rezando a todo dios existente y por existir para llegar a tiempo. En éste caso la suerte estuvo de su lado, llegó unos segundos antes de que el metro llegara, respiró profundamente cansado por la carrera.

—Ojalá tuviera coche— pensó subiéndose. Como siempre estaba a rebosar de gente la cual se dirigía a su trabajo o, como él, a la Universidad—Un día más pareciendo una sardina enlatada, muy agradable todo— se quejó para sus adentros.

***

—Buenos días Kats— saludó Yami al rubio, se encontraba apoyado en la pared de la entrada de la facultad esperándole— pensé que no llegabas— dijo incorporándose y colocándose a la vera del rubio para entrar al edificio.

—¿Teniendo la presentación ahora? Claramente que no idiota— dijo pegándole suavemente en el brazo a modo de reproche.

—Auch—se quejó haciendo un puchero, frotándose donde le había pegado—no hacía era necesaria tanta agresividad—dijo dramáticamente.

—Quejica— le volvió a pegar de nuevo de la misma forma— vamos, somos el primer grupo en la lista para exponer— ordenó aligerando el paso hacia la respectiva clase.

—Ya voy don prisas— dijo alcanzando el paso de su amigo—después de comer vamos directamente a PlusUltra ¿no?— preguntó sacando su teléfono para ver el horario de hoy, tenían un par de horas libres que podían aprovechar para hacer trabajos y repasar apuntes.

—Si, mi turno empieza a las 5— contestó entrando al aula sentándose en su habitual sitio, el asiento más cercano a la puerta en primera fila.

—¿Estará el chico nuevo?— preguntó de forma pícara el ojiazul una vez sentado a su lado, pegándole suaves codazos en el proceso.

—Cállate— contestó seco sacando su ordenador de la maleta junto con unas tarjetas que usaría en la presentación.

—Que soso eres—río imitando la acción del rubio, sacando igual sus propias tarjetas.

—Bakugou Katsuki, Yami Yamato— llamó el profesor—salgan al frente para exponer—ordenó apuntando algo en su cuaderno, los dos chicos salieron al frente, conectaron el proyector al ordenador de Katsuki— tienen 15 minutos, pueden comenzar cuando gusten— volvió a hablar una vez tuvieron todo preparado para empezar.