parte 3

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El sentimiento era recíproco; el chico también sentía esa necesidad de estar ese corto tiempo al lado de ella. Los dos sentían una conexión que los atraía.

Un día  muy semejante, a todos los días, llega Renata al puesto de verduras, con ese brillo en los ojos provocado por ese conjunto de conmociones afectivas que la hacía sentir el Joven.

–! Buenos días!

Lamentablemente en esa ocasión no tocó con la suerte de encontrar a Tony. De modo que fue atendida por Deivis (el amigo de Tony) Que había llegado un día antes a visitar a su amigo, pero evidentemente le tocó cubrir la baja laboral de tony que estaba enfermo.

—¡Buenos días señorita! A la orden.

Ella hizo su pedido, y al retirarse de la tienda, no pudo contener el deseo de saber la ausencia del Tony.

—Disculpa ¿Dónde está Tony?

—Está enfermo señorita, Yo soy Deivis, su amigo, un placer.

— Mucho gusto, Renata, ¿Que tiene?

– Fiebre, malestar y gripe.

–Oye que mal, ¿Y cuando regresa?

–Disculpe ¿Porque tanto interés en saber de mi amigo?

– Porque también es mi amigo, y me preocupa lo que le pase.

– El regresa cuando se recupere, de todos modos yo le digo que tú viniste a la tienda, y preguntaste por el.

–No, no, no le digas nada, por favor.

El chico se ríe – Bueno está bien señorita, no le diré nada.

Muy apenada Renata regresa a su casa. Sabía que que Deivis iba a decirle a Tony la conversación que tuvieron, y le haría saber que ella está interesada en el.

Noches sin Dormir: No te aferresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora