¿A quién elijo? (2T)

El reencuentro

POV: Alex

Era domingo a las siete de la tarde y yo me encontraba haciendo un stream. Estaba jugando a un juego que estaba muy de moda. Acabé el directo a las nueve. Salí de mi habitación y fui directo al comedor. Allí se encontraban mis tres hijas y Ruby jugando al Monopoly. Las cuatro parecían divertirse.

-¿Me puedo unir?- pregunté

-Sí, por favor. Únete a mi que voy perdiendo.- dijo Eri

-Venga, vale.

Nos lo pasamos muy bien. Llegó la hora de cenar, tocaba sopa de verduras. Estaba delicioso. Ruby cocina fenomenal. Después de cenar todos nos reunimos en el sofá.

-Papá, pasas demasiado tiempo trabajando. Creo que no te vendrían nada mal unas vacaciones.- empezó Sakura

-Por eso las cuatro hemos comprado unos billetes a Madrid. Pasado mañana cogemos el vuelo.- siguió Flor

-Como dijiste que tenías una casa allí...- dijo Ruby mientras me acariciaba la cara

Recordé a mis antiguos amigos. A Laura, Luca, Iván, Ana... Me puse un poco triste.

-Está bien, supongo...- dije seriamente

-Si no quieres no vamos, querido. No hay problema.- dijo Ruby

-¡Iremos todos!- grité un poco más animado

-¡Yey!- gritaron todas

Al día siguiente todos hicimos las maletas. Las niñas se veían muy emocionadas pero sin duda la más emocionada de todas era sin duda Ruby.

El martes fuimos al aeropuerto emocionados. Estuvimos allí unas cuantas horas esperando el avión.

-¡Qué emoción!- exclamó Flor

-Flor, no grites. Es de mala educación gritar en sitios públicos.- le regañó Ruby

Entramos en el avión. Yo me senté con Eri y Sakura. Eri estaba al lado de la ventanilla, Sakura en el medio y yo al lado del pasillo. Detrás nuestro estaba Ruby con Flor.

Eri se pasó todo el viaje mirando por la ventanilla. En cambio Sakura se la pasó leyendo. De vez en cuando Eri soltaba algún extraño comentario.

-¿Qué pasa si se cae el avión? ¿Y si el piloto se equivoca y acabamos en la otra punta del mundo?

Yo como tengo muy poca paciencia la mandaba callar.

-¿Te quieres callar, pesada? No llames al mal tiempo y siéntate bien.

-Vale...- contestaba apenada

Cuando llegamos eran las doce. Cogimos un taxi para llegar antes. Menos mal que aun me acordaba de la dirección. El taxi nos dejó justamente en la puerta de mi antigua casa. ¡Qué recuerdos! No tenía llaves pero me acordaba de que había dejado una ventana abierta por si las moscas. Antes de entrar me aseguré de que nadie miraba ya que podrían pensar que éramos ladrones.

-Que extraño entrar por la ventana.- dijo Ruby extrañada

-Lo sé, pero esto es lo que pasa cuando no tienes las llaves, querida Ruby.

Lo primero que hice al entrar fue ir a la mesa del comedor a ver si estaba mi antiguo móvil. Allí seguía, obviamente sin batería.

Comimos y se me ocurrió una gran idea.

-Me aburro.- dijo Flor- ¿Qué haremos esta tarde?- preguntó

-Iremos a la casa de un amigo. Creo que tiene dos hijos de vuestra edad o un poco mayores, no sé.

-¡Bien! Haremos nuevos amigos.- dijo Eri ilusionada

Flor la miró de reojo.

Fuimos caminando hasta la casa de Luca. Las luces estaban apagadas pero igualmente decidí picar. Me recibió una niña de unos doce años.

-Hola, mis padres no se encuentran en casa. ¿Quiénes son?

-Hola, soy el mejor amigo de tu madre.

-¿Por qué tendría que creerte?- preguntó desconfiada

-Por que es verdad.- me giré y allí estaba Laura con Luca

Le di un fuerte abrazo. Casi se me salen las lágrimas pero las contení.

-Cuanto tiempo, Laurita. Lo siento por no haberte avisado es que se me olvidó el móvil.

-Ya, ya lo se. Fui a tu casa y lo vi allí encima de la mesa.

Ruby me miró mal.

-Bueno, pasa, pasa y verás mi casa.- dijo Luca amablemente

Todos entramos. Mis hijas parecían un poco incómodas, sobre todo Eri.

-Espera, llamare a Ana para que vengan ella e Iván.

-Perfecto.

Al cabo de unos minutos tocaron el timbre. Laura fue a abrir.

-Hola gente.- saludó Iván

-Hola.- saludó Ana

-Cuanto tiempo.- dije emocionado de volver a verlos

-¡Alex!- gritó Ana- Has vuelto... Siento no haber podido ir al funeral de ____ pero alguien- dijo mirando de reojo a Iván- se hizo pasar por enfermo para no ir.

-¿Aún te acuerdas de eso? Pero si han pasado años.- dijo Iván molesto

-Pasad, pasad.- dijo Luca

Entraron los dos. Bueno... mejor dicho los tres ya que había un niño detrás de ellos.

-Veo que hay más niñas...- dijo Ana mientras las miraba con inquietud

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Hasta aquí la vuelta a Madrid.

Pan con colacao