Capitulo 2:¡Es mía Jacob!

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Días y días pasaron para que la madre de las mellizas despertara al despertar se sentia extraña sus sentidos eran de otro mundo sus ojos marrones cambiaron ha Rojos carmesí ,se encontró con su amado después de una charla relativamente corta por su sed de sangre fueron de caza

La castaña había llegado con su vestido roto y se encontró con su mejor amigo
-Ahora entiendo el olor ha chucho mojado-dijo divertida la neófita los tres rieron y entraron

La castaña cargo ha sus hijas fascinada por el don de su hija castaña la pequeña pelirroja tenía un don raro podía copiar dones ,imitarlos exactamente y hacerlos suyos como lo sabia su suegro le había dicho que pocos Vampiros tenían ese don y la única portadora de tal ahora mismo era su hija

El lobo nervioso al saber cómo reaccionaria su amiga al decirle que era la impronta de su pequeña hija castaña trago en seco y maldijo ha el padre y tía de la pequeña por sacar el tema en un abrir y cerrar de ojos la castaña lo estaba echando de la casa agarrándolo del pescuezo

-¿QUIEN TE CREES QUE ERES JACOB?
SOLO LA EH CARGADO UNA VEZ Y YA TE LA QUIERES LLEVAR POR UNO DE TUS ROLLOS LOBUNOS ¡ES MIA JACOB!

-Bella tranquilizate yo no voy ha hacerle daño ha Nessy yo la qui...-esta lo interrumpió con otro grito
-¿LE HAS PUESTO HA MI HIJA EL NOMBRE DE MOUNSTRO DE DEL LAGO NESS?
mientras tanto detras de ella su esposo reía divertido mientras que su madre lo regañaba por no parar ha su esposa

Horas después:

Después de la Santa paliza que le dio la neófita al lobo este se durmió en el sofá derrotado. Su cuñada se acercó ha ella y le dijo --Me toca ,damelas venga-
El entusiasmo de la rubia era muy notorio la castaña le pregunto que donde solían dormir sus pequeñas

-Renesme en mis brazos o los de Esme y Arya en los de Jasper y los míos

-¿Jasper?- Pregunto atónita la neófita
-Si el muy cabron no me ha dejado cargarla desde hace dos semana-

Dijo refunfuñando el padre de la pelirroja ambos rieron y le entregaron las pequeñas ha la rubia la cual desaparecio como un rayo nada más tenerlas en sus fríos brazos

La Otra CullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora