Destino |TaeJin|

II

Salió a investigar el lugar y lo que más le gustó fue el jardín. Enormes hectáreas de terreno verdoso, lleno de pequeñas plantas florales y árboles frutales.

— ¿necesita algo, señor? — se giró después de un pequeño susto, negando reiteradas veces — este jardín fue de la señora de la casa —

— y... — ¿debería de preguntar? — ¿don-donde está ella? —

— mañana se cumple una década de su muerte —

— oh... Lo siento — volvió su vista al jardín. Y realmente notó la ausencia allí. — ¿Puedo hacer algo? — señaló.

— debería de consultarlo con el señor de la casa, señorito —

— SeokJin — sonrió — pasa la voz por favor, díganme SeokJin —

Se alejo de Solar, su vista prendida en cada cosa que veía. Era realmente hermoso.

Al rato se canso y con ayuda de los sirvientes llegó a sus aposentos.

— ¿¡donde estabas!? — al abrir la puerta su cuerpo tembló, inmediatamente llevó una mano a su pecho queriendo protegerse inútilmente. — ¡no puedes salir! —

— ¿¡y por qué no!? — se acerco a grandes zancadas al alfa, cerca de la cama — ¡no me puedes retener aquí! ¡No eres mi alfa! — su ira se volvió más fuerte que su miedo.

— repite eso — SeokJin vio la mandíbula tensada del alfa y algo oscuro en la mirada — dilo de nuevo —

— N-no eres mi alfa — de repente ya no se sentía tan valiente. Sus piernas se hicieron gelatina y las nauseas lo inundaron.

— ¡te mostraré quien es tu alfa! — su cuerpo aterrizó sobre una cama mullida y se asustó — ¡puedo hacer lo que sea contigo! —

— ¡no! ¡Espera! — trataba de retener inútilmente las ropas en su lugar — ¡por favor, lo siento! — el frío abrazo su cuerpo y le hizo temblar mientras se retorcía.

— ¡quieto! — quedó inmovilizado, sus muñecas retenidas sobre su cabeza y sus piernas abiertas por que una gran pierna se interpuso entre ellas. — ¡quieres quedarte quieto! —

Su cuerpo entero se tenzo por completo, manos recorrían todo al igual que un boca húmeda. No pudo hacer más que gritar al sentir que le partían y removerse adolorido cuando embistieron. Se estremeció por completo cuando el líquido espeso le lleno.

— te quedarás aquí y dejaras que te limpien — escucho movimiento de ropa y la puerta cerrarse de golpe.

Sus manos temblaban mientras trataba de taparse, su cabeza daba vueltas, sus piernas temblaban y el dolor en sus caderas sólo aumentaba. Las puertas se abrieron y no quiso saber quiénes eran pues su cabeza apenas y procesaba todo.

— ¡dios santo! — esa era la voz más bonita que habia escuchado — l-lo ayudaré ahorita, so-sólo... — el sollozo lo descolocó un poco — dios santo — escuchó esa expresión durante unos segundos más antes de caer desmayado sobre una mullida cama.

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Al abrir los ojos, la luz lo cegó por lo que los cerró de nuevo; su cabeza dolía según los gritos a su alrededor. Al abrir los ojos de nuevo su cuerpo se tenso por completo. 2 pares de ojos lo miraban.

— ¡hermano! — unos brazos lo rodearon — ¿estas bien? ¿Cómo te encuentras? — su vista se dirigía a todos en ese cuarto.

— ¿estás bien? — una voz adicional, que le acarició los oídos — vinimos lo más rápido que se pudo — su vista se detuvo en las manos enlazadas de su hermano y el guapo moreno.

— ¿ya despertó? — un señor entró, el mismo que había hablado con su madre. Quizo morder el cuello del sujeto — dime muchacho, ¿estas bien? —

Quizo hablar, en serio que quizo. Pero no se pudo, lo único que salió de su boca fue un gemido  lastimero. Volvió su vista al lugar y se dio cuenta de donde se encontraban.

— estarás bajo cuidados médicos durante unos días — sólo habían cambiado las sábanas. Su dolor aumento.

— So- — su voz salió ahogada y apenas audible — Solar — era la única en la que confiaba.

— vendrá todos los días a cuidarte y TaeHyung- — su cuerpo se tenso, sus manos temblaron y negó rápidamente.

— N-no —

— el no entrará aquí hasta que te presentes — eso lo motivo a llorar con más ganas, pero se las aguantaría. Solo una persona lo vio hacerlo y se fue con ese secreto a la tumba.

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A las seis con treinta y dos minutos de la tarde se sintió morir, esta vez de alegría ya que no había provando bocado en todo el día y la cena frente a él se veía realmente delicioso.

— deje que le ayude — negó ante la ayuda de Solar — oh, esta bien —

El primer bocado fue la gloria, el segundo placentero y cuando menos se dio cuenta ya no había nada en su plato más que migas.

Sonrió satisfecho, agradeció el plato y se recostó.

A las tres de la mañana un enorme estallido lo hizo desertar de golpe. Miró hacia la ventana y estas brillaron por el relampago que acabó de caer, su cuerpo tembló y trato de gritar, pero nada salió.

Se escondió bajo las suaves colchas y así fue hasta que amaneció, no durmió las tres horas restantes y cuando abrieron su puerta se calmo, solo un poco.

— buenos días SeokJin, le traje su desayuno —

Despacio se sentó en la cama, ya no tenía dolor pero el trauma seguía ahí. Miró los ventanales y solo nubes negras los abrazaban. Suspiró cansino y solo se limitó a comer.

— hoy saldremos con el señor, visitaremos la tumba de la señora —

SeokJin asintió, se levantó pero fue retenido por Solar.

— por favor, no se fuerce mucho — negó y se dirigió al enorme armario — conseguiré ropa para usted, pero por favor... Vuelva a la cama — el tono lastimero le hizo volver en sus pasos.

Se sentó en la mullida cama, recuerdos confusos y borrosos se presentaron en su cabeza haciéndolo negar reiteradas veces.

Sintió una mano en su hombro y simplemente se dispuso a cambiarse. Si iba a vivir allí tenía que aprender todo acerca de esa manada.

Cerca de las ocho de la mañana iba en el asiento trasero de un Tahoe negro, su vista perdida en la ventana mientras trataba de hallar sentido a las palabras que JiHoon le decía.

— llegamos SeokJin — le abrieron la puerta y no mostró la sorpresa que tuvo al ver ahí a varios miembros de la manada, siguió muy de cerca a JiHoon durante unos dos minutos y se detuvo cuando él lo hizo. — aquí es —

Su mirada captaba todo y empezó a caminar en dirección del señor Kim cuando lo divisó a los lejos.

Hizo una pequeña reverencia hacia la lápida, tocó el hombro del señor y un pequeño e inaudible "lo siento" salió de su boca.

— no esperaba verte aquí — levantó los hombros —... Yo lo siento, SeokJin, si quieres... — el suspiro dejo descorsentado a SeokJin — hablemos en casa por favor, regresa y descansa, aún no mejoras —

Y con esas palabras sintió el rechazo de los Kim y con ello de la manada. Realmente, ¿no servía de nada?

Bai bai~

Fanny CQ fuera~ :v