Capitulo 4: La sonrisa tras la mascara.

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Dylan: *escribiendo* Recuerdo que después de salir de la comisaría, me sentía por encima de la ley. Iba dirigiéndome a casa, y entonces escuché a alguien decir que me conocía. Solo las palabras "Yo te conozco" fueron suficiente para ponerme en guardia, y también nervioso. ¿Cuando me habrían visto sin ser G-12? ¿Oculté bien mis rasgos físicos? Decidí volverme hacia mi hablante, y me tranquilicé al ver que era la Terranova de anoche. En el pabellón de poesía fue una de las primeras personas con las que G-12 se presentó. Además, si hubiera algo que ella hubiera reconocido posiblemente serian mis patas, la única parte que mi vestimenta no podía cubrir. Aun así, era la parte de mi cuerpo de la cual la gente sacaría muy escasas conclusiones sobre mi identidad, y aquella Terranova no era la excepción.

*flashback*

Terranova: Tú eres el enmascarado de anoche, ¿no?

G-12: Así es, Tasha.

(A la Terranova le sorprendió el hecho de que el dijo su nombre, el enmascarado señaló el collar que ella tenía con el nombre Tasha. Una confusión que le pareció algo cómico, y lo expresó con una ligera risa.)

G-12: La verdad me sorprende que alguien me haya reconocido.

Tasha: Y como no reconocerte con la poesía que recitaste.

G-12: ¿Tú crees que a alguien le haya interesado mi poesía?

Tasha: Estoy segura que a todos les gustó. Hasta creo que les gustaría más si no tuvieras la máscara.

(Aun con el modificador de voz, Tasha creyó percibir unas gotas de melancolía en G-12.)

G-12: Quisiera que eso último que dijiste sea cierto... Intenté varias veces recitar mi poesía sin esta vestimenta. Pero a nadie le gusta la poesía que venga de mí.

Tasha: Eso no es cierto... A mí me gusta.

*fin del flashback*

Dylan: *escribiendo* Estuve tentado esa vez y muchas más de quitarme la máscara frente a ella. Parecía realmente entenderme. Estuvimos hablando gran parte de la tarde, luego ella tenía que volver con su humano. Ella se despidió diciendo mi apodo. Algo que no iba a olvidar. Como tenia la máscara puesta no se podía ver, pero estaba alegre. Muy alegre. Cuando estaba a punto de irme a casa, se me ocurrió algo...

...

Dylan: *escribiendo* Recordé que además de Tasha, había alguien más que me había visto como G-12: Big Fee. Fui hacia la zona en la que mis amigos suelen estar. Los veía a ellos, pero ellos aun no a mí. Necesitaba un modo de llamar su atención... Entonces pensé en recitar mi poema «Otoño» en voz alta mientras pasaba cerca.

*flashback*

Big Fee: ¡Ey, es el! ¡Ese es G-12!

(Fergus Big Fee y Sidd se acercaron a G-12. Los 3 miraron con curiosidad al recién llegado.)

Big Fee: G-12, ¿verdad? El que expuso su poesía anoche.

G-12: Culpable de todo.

Fergus: ¿De dónde sacaste esa voz metálica?

G-12: *se vuelve hacia Fergus* Eso, amigo mío, es un secreto que se irá conmigo a la tumba.

*fin del flashback*

Dylan: *escribiendo* Hablé muy poco con Fergus Big Fee y Sidd. Principalmente, porque la ardilla intentó quitarme la máscara. Les avisé que tenía que irme y me dejaron ir así sin más. Lo curioso es que en ese punto creí que iban a querer presentarme a un dálmata llamado «Dylan», —Es decir, a mi mismo—como en casi todas las películas. Sorprendentemente, no me dijeron eso, ni parecieron molestarse en seguirme para saber donde vivía G-12. En aquel instante pensé que estar por encima de la ley era suficiente suspenso para mí por un día... Entonces pasó lo siguiente.

...

Dylan: Primero que nada, fui al mismo callejón que la primera vez. Allí me aseguré de que nadie más estuviera viendo. Guardé la vestimenta de G-12 en el bolso que aun cargaba. G-12 entró en ese callejón y Dylan Dálmata salió de ahí. Al igual que el plan que tenia para salir de la casa, tenía otro plan pensado para entrar. Sucede que el juego de mesa—Que supuestamente iba a jugar con mis amigos—no está en la casa del árbol, sino en el ático. Además, a la hora a la que llegué—A las 6:34—, mayoría de los cachorros estaban jugando en el patio, por lo que podía pasar desapercibido. Sin embargo, hubo algo que me hizo agradecer que «Lobopuddle» estuviera en el ático: Estando a un piso de llegar a mí destino, me dio por monitorear el patio de atrás desde la ventana, y saber qué tipo de juego estaba jugando Dolly con los demás. No podía dar crédito a lo que mis ojos veían: Ella subía a la casa del árbol. No es que me moleste el hecho de que ella entre así nada más, pero si hubiera dejado el juego «Lobopuddle» allí, podría haber despertado sospechas. Rápidamente subí al ático. Puse el «Lobopuddle» en el bolso, cerca de la vestimenta de G-12. Acto seguido me dirigí a la casa del árbol, al entrar parecía que Dolly estaba buscando algo. Sin que se diera cuenta de mi presencia, saqué el «Lobopuddle», me acerqué y toqué su hombro. Al verme con «Lobopuddle» en la pata derecha supe a l instante que esa sería la coartada absoluta.

*flashback*

Dolly: ¿Por qué la tardanza?

Dylan: Créeme, fue más difícil enseñarles las reglas que jugar al propio juego... Pero la verdadera pregunta sería: ¿Qué buscabas aquí?

Dolly: *frunce el ceño*Eso no importa. *se va*

Fin del capitulo

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