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Título: Primer beso

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Título: Primer beso

Se celebraba uno de los cumpleaños de un amigo en conjunto; Robert Torres.

Erick tenía pensado llegar bonito por un invitado que le interesaba; volvía su rutina en buscar sus vestimentas elegantes apretando sus dientes en su uña nervioso.

Del televisor desprendía un ruido de fondo de las típicas novelas de amor profundo deseando al ojiverde tener uno en algún momento.

¿Quién no le gustaría sentir su corazón latir por esa persona? Una verdadera tortura de amor el saber que simplemente a veces no pasa lo que piensas.

El de estatura baja acomoda su corbata con su mano observandose a  detalle en el espejo mientras hace poses alagandose en voz alta para no arrepentirse.

Se encontraba listo esperando el aviso de su mejor amigo que llegaba, dando vueltas en su departamento impaciente.

Era loco que ahora tengo una perspectiva diferente de Joel, ese rizado que mantenía unos ojos que te hacían apreciarlos por largos minutos, su sonrisa resplandeciente e manipuladora con su típico gesto de coqueteo, él es perfecto.

-¡Ten piedad de mí, Joel Pimentel!-chilla el avergonzado ojiverde que tapaba sus mejillas calenturientas al colocar en su mente a su mejor amigo con un traje arreglado para la fiesta

La semejanza de un perrito esperando a su dueño era similar, Erick por cada segundo su emoción crecía deseando verlo extremadamente sexy, sus deseos eran tan fuertes que no quería esperar.

Se acerca a la ventana que dirige a la calle sonriendo al ver a su amigo correr desde lejos apresurando sus pasos saliendo de su casa hasta la puerta principal de su hospedaje.

-Vi que demorabas así que salí a esperarte aquí-dice el de estatura baja al ver al desacomodado Joel colocando su palma en su pecho como si eso calmara su respiración-¿pasó algo?- pregunta con una chispa de preocupación por la tardanza

-Sí, se me puso tarde...mi mamá me llamó para ayudarle con sus cajas repletas de objetos para mudarse-ríe el rizado para si solo caminando hasta su destino con la compañía del menor-es tan exagerada 

-Me imagino que seguro te armó un escandalo-habla Erick  riendo causando que el mas alto se le escape una carcajada más alta asintiendo- literal amo a la señora Patricia-sonríe al apreciar las risas de su amor platónico atontado

-Creeme no la soportarías si vivieras con ella- Joel niega con la cabeza caminando con la mirada baja sonriendo inconscientemente

-¿Me estas retando, Pimentel?-el de cabellera azabache hunde su dedo sin lastimar el brazo de su acompañante como amenaza mirándolo mal-bueno... Si llegamos a eso, me quedo un día completo con ella

-Quisiera ver eso, Erick vs mi mamá ¿Quien durará en soportarse?-habla como narrador entre bromas dirigiendo su mano como si fuera micrófono cerca de sus labios

Las charlas se alargaban sin darse cuenta, los diversos temas que hablaban hasta la fiesta que entre molestias reían; saludan a los presentes e cumpleañero agradeciendo de su invitación.

Los parlantes desprendían una música fuerte acomodando a un ambiente movido, se podía ver los tragos pasarse entre sí celebrando a lo loco.

El delgado rechaza bebidas con alcohol recordando como se ponía en estado de ebriedad negandose verse tan avergonzado en la mayoría de sus compañeros.

-¿Erick? Que lindo estas hoy-saluda Rafael dando una vista rápida de la imagen del nombrado enseñándole su vaso de licor que mantenía entre sus dedos-te fueron bien los años

-Hola Rafael, muchas gracias...me halagas-las mejillas del menor se teñían de un color rojizo riendo nervioso-tiempo no te veía

-Algo complicado, se me juntaba montones de trabajos, ya sabes mantener empresas no solo es sentarte y mandar-crea una mueca dando un sorbo largo de su bebida

-Sí, claro me imagino, nada es lo que esperas, felicitaciones por tus últimas inversiones, te llevaron al éxito

-No pensé ser un empresario de éxitos, bueno fin de hablar de mí cuentame como te fue, ¿alguna pareja?

-Para nada, soltero como siempre-Erick se burla de si mismo dando un suspiro deteniendo-me despido, voy a buscar a Joel

Sus mejillas chocan como despedida avanzando su busqueda el ojiverde, Rafael causaba mucho escalofríos su personalidad algo dominante, creaba una atmósfera inquietante.

Erick temería estar en los zapatos del adinerado joven; revisa colocandose en puntas para al medio de la gentío sin encontrar resultados.

-Donde te metiste-el chico de ojos de color habla bajito pidiendo permiso pasando con cuidado preocupado-¡Joel!, pensé que te perdiste, que alivio verte-el corazón del delgado regula sus latidos siguiendo su ritmo natural más tranquilo

-Estaba mirando la bonita vista que hay por acá, es grandiosa la casa de Robert-las comisuras del rizado se elevan admirando la combinación de colores en el cielo que se acoplaba con una luna grande brillante

El viento pasaba inquieto rozando en cada persona que invadía su camino, la noche se volvía tan perfecta sin imaginar que de un largo silencio sucedería una cosa en específico.

El mayor se inquieta volteando a ver el distraído chico agraciado llamando su atención, este le mira al sentir su calída mano en su cuello acercando su rostro combinando sus respiraciones.

El atrevido muchacho alto observa los ojos de su mejor amigo colocando sus labios sobre los de él, fue minutos que el nervioso ojiverde le corresponde moviendo sus labios en compás.

Joel toma control profudizando el beso saboreando los labios ajenos que anhelaba probarlos desde tiempo, sus emociones flotaban sin poder identificarlos, se sentía tan mágico como algo que exploría.
 
El aborchonado chico más bajo se desespera abriendo sus ojos de golpe empujando el cuerpo de su amigo retirandose corriendo de ahí.


Su ser se sentía tan fascinado por los movimiento de los labios de Joel siendo algo muy diferente a como pasaba en su cabeza imaginandose besandose, su corazón latía tan fuerte necesitando volver a probarlos desesperandolo.

La mente del muchacho de cabello negro se niega repetidas veces en cada día que pasaba recordandolo, lo analizaba tantas veces con un café en mano hasta aceptar el gran beso que se dió con el que le gustaba.

No de cualquiera, sino del mismísimo Joel Pimentel, el que andaba rondando en su cabeza cada hora.


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𝑴𝒊𝒆𝒏𝒕𝒆𝒔 ¦¦ ᴊᴏᴇʀɪᴄᴋ ¦¦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora